Adolescentes: por qué les fascina jugar con el sexo y la violencia en las redes

El video del colegio San Buenaventura, más allá del escándalo, reveló una conducta extendida: todo vale para sumar seguidores en las redes.

Adolescentes: por qué les fascina jugar con el sexo y la violencia en las redes
Adolescentes: por qué les fascina jugar con el sexo y la violencia en las redes

Un video filmado y protagonizado por alumnos y ex alumnos de una escuela secundaria mendocina se viralizó y dio que hablar.

Más precisamente, se trata de una invitación que los chicos de quinto año del colegio San Buenaventura (Ciudad) hicieron para su propia cena de egresados, y donde se los observa causando destrozos en el establecimiento, cortando la luz y simulando consumir alcohol y drogas.

Más allá del revuelo que causó el video en sí -que fue subido a la red social Instagram, aunque el material y la cuenta ya están dados de baja-; estos casi 90 segundos evidenciaron otra problemática advertida por especialistas.

Se trata de la necesidad de muchos adolescentes de vincular la diversión y la simpatía de los pares por medio de la violencia.

“Hay como una costumbre en los jóvenes de hacer estos videos -incluso ficcionando situaciones- con el único objetivo de ver quién tiene más seguidores. Todos debemos comprometernos en el uso de las redes y sus consecuencias”, sintetizó la directora de Educación Privada (DGE), Beatriz Della Savia.

“Nadie debería asustarse porque un adolescente trate de llamar la atención, ya que es algo común. Lo que preocupa -o debería preocupar- es la forma en que lo hacen. La violencia se ha convertido en una forma de divertimento”, resumió a su turno la psicóloga especializada en adolescentes, Nancy Caballero.

También el abogado especializado en adolescentes y redes sociales, Jorge Chaves manifestó su preocupación. “En esta cuestión de querer mostrar en las redes que uno es 'copado', se llega a estos extremos de violencia. El debate debe centrarse precisamente en por qué los chicos apuntan a este tipo de cosas en búsqueda del 'Me Gusta'. Y tiene un efecto masa tan grande, que la inconsciencia los lleva a no darse cuenta”, destacó Chaves.

El episodio

Los protagonistas del polémico video son alumnos de quinto año del colegio céntrico, quienes tienen previsto celebrar su fiesta de egresados los próximos días.

Para promocionar el evento e invitar a sus amigos y conocidos, uno de los chicos subió el video a la cuenta  @sanbuenaventurapromo2017 el fin de semana, aunque ya no está disponible (tampoco lo está la cuenta).

Allí se observa a algunos chicos -menores de edad- identificados con el uniforme del establecimiento causando destrozos en las instalaciones y cortando la luz, además de simular que beben alcohol y aspiran cocaína.

Desde la escuela se desligaron la responsabilidad de dicho perfil, dejando en claro que la cena de egresados es una actividad que organizan los alumnos, y que esa cuenta de Instagram era personal de los chicos para promocionar el evento. No obstante, aclararon que ya están investigando el episodio.

“Hay imágenes que son viejas, de años anteriores y con ex alumnos. Y también hay imágenes que fueron filmadas afuera de la escuela. Pero también hay otras que fueron tomadas dentro del establecimiento, y esas son las que está analizando el Consejo Directivo para determinar si habrá sanción”, destacó el director del colegio, Marcelo Pablo.

Además, sostuvo que muchas de esas situaciones fueron “sacadas de contexto”, y ejemplificó con la escena donde se ve a uno de ellos “haciendo como que toma vino”.

“Era un trabajo práctico para el que tenían que diseñar la etiqueta, y uno de los chicos se filmó como que estaba alcoholizado”, resumió.

Preocupados

El director del establecimiento destacó que “nos tiene que preocupar que los adolescentes estén haciendo este tipo de cosas para promocionar una fiesta”.

“Nos llama la atención que quieran convocar a la fiesta exacerbando este tipo de conductas, y eso es lo que tenemos que cuestionarnos los adultos”, destacó el directivo.

En esa sintonía, Chaves indicó que el uso de la tecnología y las redes sociales es un problema generalizado en las escuelas, al igual que la viralización.

“No sorprende encontrar videos de golpizas entre chicos, grabaciones de lo que dice el profesor en clases y otras cosas. Todas las escuelas tienen problemas con este tema, acompañados por los problemas que trae la inmediata viralización de la información”, resumió el abogado, quien ejemplificó con aquellas fiestas o eventos que se empiezan a difundir en las redes y que después albergan a una multitud de personas y se tornan incontrolables.

“El otro debate que debemos darnos es sobre por qué naturalizamos que un chico haya destruido algo. Es una conducta que no se toma de un día para el otro, no es común que alguien rompa algo 'para divertirse'. Y allí también es donde está la responsabilidad de los padres en la crianza, con valores y disciplina”, sintetizó el abogado.

Para la psicóloga Caballero, lo preocupante no es la actitud o la conducta de los adolescentes, sino el contenido. “Desde siempre, la personalidad de los adolescentes está dada por la intersubjetividad; es decir, por como lo ven los demás.

Permanentemente necesitan ser aceptados por los demás, y aquí es donde se ha dado el cambio preocupante. Porque hace años, la devolución de los otros estaba dada por los aspectos positivos de su personalidad o las habilidades. pero hoy buscan la aceptación por medio de conductas violentas y excesos”, sintetizó Caballero, quien resaltó  que es allí donde debe enfocarse el debate.

Para la especialista, muchas veces los menores no tienen conciencia del alcance de estos videos ni de sus consecuencias.

“Pero también hay mucha responsabilidad de los padres. Con los chicos de quinto como en este caso, surge el debate de si corresponden o no las amonestaciones ya que '¡pobrecitos, están terminando!'. En las mismas fiestas de egresados, los padres deciden irse temprano para dejar que los chicos disfruten, siguiendo la filosofía de 'ojos que no ven, corazones que no sienten'. Pero es preocupante”, continuó.

Asimismo, Caballero se detuvo en los rituales que suelen repetir los adolescentes, por diversión y sin advertir los peligros.

“Cuando uno se recibe o para los cumpleaños de 15, a los chicos les tiran cosas. Pero no es sólo harina o agua, sino que hay mezclas con lo más asqueroso que se te pueda ocurrir. Y mientras más desagradable sea, más divertido les resulta”, siguió.

Además, destacó que en las mismas cenas de egresados los chicos se entregan entre sí “premios”, pero con rótulos o justificaciones hirientes, graves y desagradables. “Hay connotaciones sexuales, violencia verbal. Y lo hacen como chiste, pero el problema es que ya está incorporado como algo gracioso”, sintetizó.

El director de la escuela José Vicente Zapata, Claudio Peña, es uno de los docentes que más se ha adaptado a trabajar con los chicos con la tecnología y las redes sociales en el aula, pero adaptándolos y sacándoles jugo.

“Se ha vuelto como una moda, subir imágenes de este tipo de situaciones (como las de los chicos del San Buenaventura). Es importante trabajar con los chicos de quinto el tema de video y redes, y analizar con padres y alumnos cuando lo privado pasa a ser público. Eso se viralizó y puede tener un gran impacto”, destacó Peña.

No obstante, resaltó que no siempre los chicos apuntan a los excesos y a la violencia. “En nuestra escuela los chicos también hacen videos de promociones, pero muestran sus talentos y lo que hacen, no apelan a excesos. No es algo de todos, por suerte”, resumió.

Madres indignadas

Desde la dirección del colegio San Buenaventura y desde la DGE indicaron que ya están trabajando con los protocolos necesarios, y desde el establecimiento adelantaron que el Consejo Directivo determinará si corresponde alguna sanción a los chicos (en especial a quienes son alumnos aún y por las escenas que filmaron dentro del colegio).

Indignadas, algunas madres de los chicos de quinto año también se refirieron a la situación ayer por la mañana. “El que subió el video es un chico que cursaba con nuestros hijos hasta el año pasado, pero lo echaron por problemas de conducta. Encima que los chicos lo invitan porque querían compartir su cena de egresados con él, hace esto. Quiso matarles la fiesta a los chicos”, destacó una de las madres.

“Los chicos habían hablado de subir un video pidiendo disculpas. Pero yo a mi hija le dije que no tenía por qué pedir disculpas si no había hecho nada ella”, agregó otra de las madres.

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