Adolescentes: ir y volver en busca de la experimentación

En la mayoría de los casos son las chicas las que se exhiben frente a la cámara para hacer arder las redes ¿Qué hay detrás de este tipo de comportamiento? ¿Qué es la “bicuriosidad”? Aquí, algunas respuestas.

Adolescentes: ir y volver en busca de la experimentación

Ellas bailan al son de la música, mientras se miran y se contonean con la melodía incitadora de turno, con el roce a flor de piel. Sus miradas se recorren mutuamente, ríen y hasta se besan para el flash, o un poco más... Ellos simplemente las observan, con sonrisa traviesa en el rostro, mientras la fantasía hace lo suyo. Muchos entran en el mismo juego también con chicos de su edad.

La imagen se ve de manera frecuente en la vida diaria de lugares como los boliches, o sobre todo, en la plataforma virtual de las redes, en donde parece que el mundo adolescente llega a su “clímax” existencial con fotos insinuantes y “cariñosas” con el mismo sexo (sobre todo ellas).

Desde afuera, padres, adultos y jóvenes fuera de ese tipo de conductas generacionales se preguntan: “¡Ah, pero entonces esas chicas no son heterosexuales, y los chicos de esa foto, deben ser gays”.

Pero no. El juego de las etiquetas sociales no funciona de manera tan estricta y sin matices, en lo que a sexualidad se refiere. Se trata de algo más profundo para entender, reflexionar y hablar con los adolescentes: la experimentación, la búsqueda, la orientación sexual y afectiva.

En este sentido, la denominada “bicuriosidad” es un término que se usa para referirse al comportamiento que tienen los adolescentes o jóvenes que no se identifican como homosexuales o bisexuales, pero que sienten o muestran curiosidad por tener una relación o contacto sexual con alguien de su mismo sexo.

Otros términos para referirse a este comportamiento son homoflexibilidad y heteroflexibilidad, dependiendo si la persona se identifica más con la homosexualidad o heterosexualidad.

El licenciado Germán Gregorio Morassutti, psicólogo y sexólogo, integrante del equipo del Consultorio de Salud Sexual del Hospital Central aclara nuestras dudas.

De Laura Ingalls a Miley Cyrus
No importa de dónde provenga el disparador, la imagen o la situación. Quizá la noticia de la mano de las celebrities simplemente funciona como punta de lanza, para hacer más masivo lo cotidianamente visible.

Desde que Miley Cyrus demostró que tras terminar sus dos relaciones anteriores con hombres (Liam Hemsworth y Patrick Schwarzenegger) ha vuelto a creer en el amor, pero esta vez de la mano de una mujer (la impresionante modelo Stella Maxwell, uno de los ángeles de Victoria’s Secret) los ratones masculinos se dispararon, los lectores se sintieron confundidos acerca de la orientación sexual en general de muchas mujeres (supuestamente heterosexuales) y las madres de todo el mundo volvieron a mirar con incertidumbre las fotos de sus pre púberes hijas, abrazadas con amigas en las redes sociales.

Y es entendible. El salto de un estereotipo armado de antaño, al estilo Laura Ingalls, con sus sueños de amor platónico hacia un joven hétero, cambió al paradigma de una Miley Cyrus “picante”, cero conservadora, y provocadora asidua a través de las redes.

Besos con ellos, desnudos de su cuerpo, y ahora poses con su nueva novia modelo arrasan en las redes. ¿Una tendencia?

Lejos nos importa saber si la ex chica Disney, es bisexual, o sólo pasa por una etapa de “bicuriosidad”. Pero viene a cuento para que un profesional aclare el tema.

Germán Morassutti, explica: “La palabra nueva ahora es lo que se denomina como ‘bicuriosidad’, que no implica la ‘bisexualidad’.

- ¿Cuál sería la diferencia entre ambos términos?

- Cuando hablamos de bisexualidad estamos hablando de una orientación sexual ya definida en una persona. Obviamente se trata de un proceso madurativo mayor y adulto, diferente al que pasa con los adolescentes.

En ellos suele desarrollarse lo que tiene que ver con la ‘bicuriosidad’, ya que lo que hacen es ir experimentando diferentes cosas durante esta etapa, en donde la toma de decisiones y conclusiones suelen darse al terminar la adolescencia. Entonces en la ‘bicuriosidad’ no existe para los adolescentes un compromiso específico en la toma de la decisión.

Hay que entender que es un proceso de experimentación, como lo son todas las etapas de la adolescencia. El joven está para eso, para poder experimentar distintas cosas y a su vez tomar decisiones luego. Hay muchas características específicas del adolescente, en las que va a ver teñida la sexualidad de los mismos.

- ¿Cuáles serían las más significativas?

- Poner mucho énfasis en lo psíquico emocional y afectivo. Todo lo que sean emociones y afectos el adolescente lo va a vivir con mucha y mayor intensidad de lo que puede hacerlo una persona adulta. Por lo que estas situaciones de experimentación las va a vivir con expectativas más grandes.

En la vida adulta las personas pasan más todo por lo racional. En las relaciones sexuales esto también se mide de la misma manera. En los adolescentes hay un gran nivel de idealización de muchas situaciones, sumado el tema de la experimentación sexual.

- ¿Se puede hablar de una tendencia a ese tipo de imágenes cariñosas con el mismo sexo, sobre todo de las chicas?

-  Considero que lo que existe es menos represión y barreras en este sentido en los adolescentes en general. Se ve más en la mujer, porque está signado desde lo cultural como “permitido”, en los hombres no tanto. Hay personas que consideran que el decir “ser bicurioso” implicaría en el fondo no aceptar ser homosexual o bisexual. Esto porque la bicuriosidad es socialmente más aceptada en las mujeres que en los hombres.

De todas maneras, cada cultura, familia y núcleo familiar tiene su propia cultura e ideología con respecto a la sexualidad. Hoy hablar de una bisexualidad, homosexualidad o heterosexualidad es aceptado en general como una orientación sexual, lo que implica además una orientación “afectiva”, donde hay una elección para enamorarse de un otro.

- ¿Cómo leen o interpretan los padres esta experimentación de sus hijos?

- Estos últimos años se ha hecho un avance increíble en Mendoza en cuanto al tema de educación sexual. Estos adolescentes que vemos ahora tan expuestos, y con esos juegos en las redes, necesitaron en su momento la educación; el tema es que nunca les llegó del todo en términos generales.

La educación sexual es información para el adolescente, y tiene que poder contar con eso desde el hogar, el colegio, y de manera temprana; de lo contrario lo buscará como pueda afuera.

Hay que entender que la adolescencia supone falta de claridad, búsqueda y entender que son etapas donde se van construyendo y armando. La experimentación no es algo nuevo, siempre ha existido, sólo que los jóvenes de hoy pueden plantearlas con más libertad, y el tema tiene una mayor visibilidad.

Tener en cuenta

Los padres eficaces:     
- Demuestran amor. 
- Apoyan.   
- Fijan límites en el comportamiento que los hace sentir contenidos emocionalmente. 
- Dan ejemplo. Enseñan responsabilidad.
- Facilitan experiencias. 
- Respetan.
- Se comunican con el adolescente (escuchan, atienden lo que él o ella dice, buscan ocasiones, hablan de las diferencias, no exageran).

Consejos útiles para papás:
- Fije límites. 
- Hable claro. 
- Brinde opciones razonables. 
- Dé libertad por etapas. 
- Tenga en claro que la salud y la seguridad son lo primero.

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