"Él decía que no hay posibilidades matemáticas de que la persecución policial le gane al narcotráfico, y es verdad. Es la lucha del gato contra el ratón". El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, decidió parafrasear al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, muy popular por estos días a raíz de la serie "El Patrón del Mal", para admitir que el Gobierno no puede frenar el avance de la droga en el país.
El funcionario encaró una caravana mediática en las últimas 48 horas para desmentir al ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien se corrió por un instante del relato kirchnerista y aseguró que hay producción de droga en el país. Como si le faltaran problemas, el Gobierno inventó otra interna, justo con un tema sensible, y dejó las puertas abiertas a la oposición.
Berni levantó otra polémica cuando se mostró a favor de legalizar el consumo de marihuana y reabrió el debate sobre este sensible tema. Las declaraciones de Berni, citando al sangriento ex jefe del cartel de Medellín, generaron una ola de críticas.
La diputada Margarita Stolbizer (GEN/FAP) cuestionó la política oficial en la lucha contra los narcos: "No han hecho nada en diez años, más que alimentar a las organizaciones criminales con la laxitud de los controles, los blanqueos y las complicidades políticas". Le apuntó a las contradicciones dentro del Gabinete. "Ni ellos saben a dónde ir en materia de seguridad", dijo.
Desde el radicalismo, el diputado José Cano advirtió, en tono de chicana, que "si el modelo del Gobierno es Pablo Escobar" los argentinos están "muy complicados". También cuestionó la respuesta oficial frente al avance de los narcos en todo el país: sostuvo que el kirchnerismo aplica "la política del avestruz". Le apuntó a los vínculos de la droga con la política en Tucumán.
El avance de la droga se instaló en la agenda cotidiana en noviembre, a partir de un crudo documento de la Iglesia, y luego un pedido de la Corte Suprema. En ese escrito los obispos planteaban "una situación de desborde", reclamaban medidas y criticaban al Gobierno por su inacción. El mensaje fue rescatado luego por la Corte Suprema.
Berni expuso las dificultades para luchar contra los narcos pero intentó relativizar el fenómeno a nivel local. "No hay ningún país que pueda decir que la lucha contra el narcotráfico es un éxito", dijo. Aseguró que hace poco tiempo se reunieron presidentes de países productores y reconocieron que la lucha a partir de los años setenta "ha fracasado".
Luego se mostró a favor de la despenalización de la marihuana, en sintonía con las reformas que plantea el nuevo Código Penal. "Yo estaría de acuerdo si se despenaliza toda la cadena, desde la producción hasta el consumo. Despenalizar sólo el consumo no termina de ser efectivo", dijo en declaraciones a la radio Rock & Pop, aunque afirmó que hablaba "a título personal".
La propuesta también fue criticada desde la oposición. El ex diputado Eduardo Amadeo, alineado ahora con el Frente Renovador, afirmó que la propuesta "es una perversidad". "La droga se frena trabajando en los barrios, cuerpo a cuerpo con los jóvenes, como pide el papa Francisco", agregó.
Mas allá del impacto de las declaraciones de Berni, siguen los efectos del contrapunto que tuvo con el ministro de Defensa. Rossi sintió el impacto y se llamó a silencio en las últimas horas. Berni confirmó ayer que el domingo a la noche llamó a Rossi y le adelantó el tono de sus declaraciones. "Comparte absolutamente mi opinión", dijo el secretario de Seguridad.
Ayer, Berni siguió insistiendo con que no hay producción de drogas en el país. "Hubo una mala interpretación del ministro Rossi. No produce quien quiere, sino quien puede. Para plantar son necesarias algunas características climáticas y espacios que no hay en Argentina", explicó.
Admiten que no se puede frenar el avance narco
El Gobierno, a través del secretario Berni, usó la polémica figura de Pablo Escobar, para describir lo desigual de la batalla.
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