Trabajadores del hospital Notti nucleados en ATE denunciaron ayer el mal funcionamiento de la lavandería y de la cocina de ese nosocomio pediátrico lo que generó polémica, pero además mostró la dificultad de ése y otros hospitales para adquirir bienes que reemplacen a los que ya cumplieron su vida útil, como también afecta a otras áreas del Estado provincial.
Es que la decisión del gobernador Francisco Pérez, de darle continuidad al decreto n°1 de 2012, a través del 43 de 2013, por el cual, entre otros puntos, se prohíbe la compra de bienes de capital sin su autorización, termina afectando el adecuado funcionamiento de los efectores de salud, que en algunos casos, como el mismo Notti, tiene maquinarias que ya llevan más de 20 años de existencia.
Específicamente, el artículo 15 del decreto de marras señala que están prohibidas "las contrataciones de bienes de capital, con financiamiento de rentas generales o recursos afectados en organismos de la administración central y descentralizados, salvo que cuenten con el visto bueno del gobernador".
La decisión gubernamental fue tomada a principios de 2013 y continuó el congelamiento de gastos iniciado el año anterior (decretos 1 y 868) "sin resentir servicios esenciales" y teniendo en cuenta los casos "que provengan de acuerdos paritarios ratificados legalmente".
Precisamente, la denuncia de los delegados de ATE sobre la lavandería del Notti se basa en que los mejoramientos faltantes "habían sido definidos en la paritaria anterior", tal como indicó el secretario gremial Roberto Macho, quien resaltó que esta denuncia "no es la primera", ya que en otras oportunidades y para otros hospitales, ha habido reclamos similares.
Y si bien reconoció las dificultades que el Decreto 43 implica para el mejoramiento de fondo de las falencias, adujo que "cada hospital descentralizado tiene presupuesto propio" para afrontar parte de estos gastos.
Desde la dirección del Notti aseguraron que "la rotura de la lavandería fue informada al Ministerio de Salud con anterioridad y que ningún servicio se vio resentido con el inconveniente, ya que la ropa va y viene del lavadero de Luján sin demoras".
El gerente administrativo, Fernando Abbona, corroboró esto agregando que "se está gestionando el arreglo de la máquina con recursos propios".
Sin embargo, ésa no es la solución de fondo. "Ni siquiera la tercerización del servicio lo es", reconoció Abbona. Hace 20 años, cuando se inauguró el hospital, también comenzó a funcionar la máquina lavadora, la cual "ya cumplió su vida útil y hoy se necesita una nueva".
Abona señaló que "se inició el expediente de licitación" para adquirir esa máquina, trámite gestionado ante Compras y Suministros del Ministerio de Hacienda, pero la resolución del tema "demorará entre seis y ocho meses", agregó. Esto será así, siempre y cuando haya un visto bueno del Ejecutivo.
Además, la pretensión del hospital es una infraestructura completa "que debe importarse y tiene un costo cercano a 130 mil dólares", lo que podría demorar aún más la solución.
La situación se da también en otros servicios. "El aire acondicionado necesita ser renovado en su totalidad", comentó el gerente, sobre un tema que el verano pasado generó controversia, sobre todo en el Hospital Central.
Por eso señaló que "el decreto 43 sirve para la coyuntura, pero complica las soluciones de fondo", agregando que "se necesita un plan general de inversiones", lo que escapa a la autogestión hospitalaria.
Problemas financieros
Desde el Ministerio de Salud, el jefe de Gabinete, Diego Álvarez, calificó de "financieramente difícil" a este año, reconoció que "puede haber alguna demora en el pago a proveedores", aunque aseguró que "no hay ninguna deficiencia en la prestación de los servicios".
Sin embargo, Álvarez también vio como dificultosa la centralización de los gastos en Hacienda. "Se necesita la intervención de ese ministerio para encarar algunos gastos de fondo", dijo.
En tanto, desde la cartera que conduce Marcelo Costa consideraron lógicas las demoras en las licitaciones y las justificaron en la centralización que impone el decreto 43. "Una licitación debe cumplir ciertas formas, lo que implica varios pasos, y como todo se centraliza en Hacienda, puede haber demoras", señalaron.