La fábrica de la tradicional golosina "Mielcitas" y de los alfajores "Loquillo" cerró sus puertas debido a la caída de ventas por la crisis económica y a un fuerte endeudamiento, por lo que unos 150 trabajadores se quedaron sin empleo.
La fábrica estaba ubicada en la localidad de Rafael Castillo. "La mayoría de los empleados que trabajaban allí eran mujeres, todas sostenes de familias", dijo José Luis Ledesma, delegado de la comisión interna gremial.
“Estamos muy mal. Nos sentimos muy mal. Hay compañeras que tienen chicos discapacitados. Hicimos todo lo posible para que esto no ocurra. Pero por los malos manejos estamos pasando esta situación”, lamentó Ledesma en declaraciones a Radio 10.
Mielcitas era una marca de la empresa Suschem, compañía fundada en 1976 y que llegó a ser una de las diez mayores productoras de golosinas en toda la Argentina. Además de las Mielcitas, la fábrica producía los alfajores "Suschen" y "Loquillo" y las semillas "Girasol", entre otros productos.
Suschen había desarrollado un sistema de comercialización de llegada directa a los canales mayoristas de golosinas, mayoristas de comestibles, supermercados e hipermercados, y distribuidores directos.
Pero a pesar de una compleja ingeniería de comercialización y logística la compañía no pudo sobreponerse a la fuerte caída de las ventas debido a la depresión del consumo que configuró la crisis económica.
“El gremio nos apoyó mucho, hemos recorrido todos los canales legales para evitar el cierre. Hubo un mal manejo de la empresa (por parte de sus dueños), pero también están las tarifas del gas, la luz y el agua por las nubes. Esto se ha hecho realmente imposible”, dijo el delegado.
Ledesma contó que la comisión interna gremial que representa a los 150 operarios venía manteniendo reuniones con los directos de la empresa en el ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, pero el jueves comunicaron su decisión de cerrar la empresa.
“Nos dijeron en la reunión: hasta acá llegamos. Es tremendo. Fue en el mismo ministerio de Trabajo. Y ahora nosotros nos tenemos que abocar a ver qué hacemos. La gente durmió en la fábrica para resguardar las máquinas, para que no se las lleven”, dijo Ledesma.
El dirigente sindical dijo también que los directivos de la compañía no dijeron que van a pagar las indemnizaciones dado que no tienen dinero porque la firma “está muy endeudada” y tiene “varios juicios abiertos”.