“Le pido a los argentinos que recen porque la vida de mi viejo está pendiendo de un hilo”. Esa frase la deslizó Diego Maradona apenas llegó a la Argentina a principios de mes cuando su padre, Don Diego, de 87 años, era internado nuevamente en el Sanatorio Los Arcos por severos problemas respiratorios y coronarios. Finalmente, ayer a la mañana, luego de una descompensación, Diego Maradona (padre) falleció, según informó el parte médico.
Don Diego había ingresado al Sanatorio de los Arcos en estado crítico y en coma inducido, víctima de severos problemas de salud. Tras estar casi un mes en ese estado, ayer tuvo una descompensación y los médicos de la institución convocaron de urgencia a la familia.
En las horas decisivas, cerca de las 11.30, se vio a Dalma Maradona llorando justo cuando ingresaba a la institución médica. En el último año, el hombre de 87 años estuvo internado tres veces: por una infección urinaria, luego por una neumonía y a principios de mes, debido a complicaciones tanto cardíacas como respiratorias.
Allá, en los comienzos de esta historia, Don Diego regentaba una canchita en el barrio Villa Fiorito y dirigía el equipo Estrella Roja, al que Diego hijo accedió siendo adolescente y a despecho de sus compañeros de más edad.
La historia del finalmente astro del fútbol, a partir de allí, es conocida: Argentinos, Boca, Barcelona, Nápoli, México 86 y todo lo que vino después, pero siempre, acompañado de su padre, quien más de una vez, en su estilo parco -de pocas palabras- recordaba fragmentos de una vida clave en la historia del fútbol mundial.
En una charla de hace unos años con “Sin Cassette”, programa que se emitía por TyC Sports, el Diez habló sobre su padre y destacó: “Lo único que quiero es parecerme un poco a mi papá.
Lo digo siempre, porque vos lo ves a mi viejo y te despierta una ternura increíble, paz, tranquilidad. Pero claro, también es humano, cuando no le gusta algo pone primera. Yo lo único que quiero es tener una hora de tranquilidad y una hora de cabeza de mi viejo y ahí si ya me puedo morir tranquilo”.
El "Chitoro" correntino
Don Diego o "Chitoro"' era oriundo del poblado de Esquina, en la provincia de Corrientes. A los 13 años conoció a quien sería la madre del futbolista, Dalma Salvadora Franco, más conocida como "Doña Tota"'. Se casaron siete años después y tuvieron ocho hijos: Ana, Rita, María Rosa, Liliana, Diego, Raúl, Hugo y Claudia.
Maradona, padre, sostenía el modesto hogar transportando frutas y maderas en una pequeña lancha. El dinero escaseaba y ya padre de dos hijas decidió buscar mejor suerte en Villa Fiorito, una barriada humilde al sur de la capital argentina. El hombre consiguió trabajo y se trajo a la familia a una casa modesta con techo de chapa.
El 30 de octubre de 1960 nació Diego Armado, el quinto hijo de los Maradona y el primer varón después de cuatro niñas.
Don Diego, que había sido futbolista amateur en su Corrientes natal, fundó aquel equipo donde se inició Diego, ya prodigio en ese entonces. Al pequeño luego se le presentaría la oportunidad de jugar en los “Cebollitas”, equipo de infantiles de Argentinos, donde debutó a los 16 años. El resto es historia conocida, pero Diego siempre agradeció los sacrificios que hizo su padre para convertirse en el astro que fue.