Alain Delon, leyenda del cine, ya pasó los 81 años. Sigue teniendo el ceño fruncido, aristocrático, y la quijada afilada de siempre, sin un rastro de barba. La tercera edad le sienta bien; sin embargo, acaba de anunciar que llegó la última hora para su carrera.
Escueto: "No libraré más combates de la cuenta", dijo, agregando que filmará una sola película más y, después, actuará una obra de teatro propia. Hasta aquí llegará el itinerario de quien fuera una de las caras más emblemáticas del séptimo arte europeo.
“Tengo la edad que tengo. Hice la carrera que hice. Voy a cerrar el ciclo con una película y una obra de teatro magníficas. No es el final de una vida, sino el de una carrera. Al haber organizado competiciones de boxeo, vi hombres que lamentaban haber hecho más combates de la cuenta. ¡No será así!”, dijo hoy a la AFP.
La noticia no es para desestimar, ya que se trata de un actor que suma unas 80 películas, 50 años de carrera, y que fue fetiche de directores como Visconti, que lo dirigió en "Rocco y sus hermanos" (1960) y en "El gatopardo" (1963), dos de los clásicos que marcaron su carrera.
Dos veces más
De aquí en más, Delon se concentrará en el rodaje de una película de Patrice Leconte, a fin de año, de la que anticipó: "Será una bella historia de amor. Todavía no hay título, pero mi personaje se parecerá un poco a mí en la vida: un hombre de mi edad, caprichoso, iracundo, pero que descubrirá el amor antes de partir".
Recordemos que la pantalla grande lo vio por última vez casi hace diez años, en "Áster en los Juegos Olímpicos", del 2008.
Después del filme de Leconte, donde reconoce aspectos autobiográficos, acabará su carrera con una “magnífica obra de teatro escrita por mí mismo, 'El crepúsculo de una fiera', de Jeanne Fontaine”.
La agencia aseguró que, en los últimos años, el actor vio mermada su popularidad, a causa de sus opiniones, puesto que muchas lo posicionan cerca de la ultraderecha francesa (está a favor de la pena de muerte y fue acusado de homofóbico, entre otras más).
