El carismático cantante y guitarrista español Pere Pubill, más conocido como Peret, padre de la popular rumba catalana, murió ayer a los 79 años tras haber llevado su particular mezcla de mambo y rock and roll por los escenarios del mundo.
Autor de popularísimas canciones como “Borriquito”, “Es preferible reír que llorar” o “A mí las mujeres, ni fu ni fa”, entre tantas, Peret llevaba diez días internado “en estado grave” en una clínica de Barcelona, según informó su manager, Joan Planas.
El propio Peret había anunciado su enfermedad un mes antes, anulando sus conciertos.
“Estoy siguiendo el tratamiento correspondiente y los médicos me aseguran que no tardaré mucho en subirme de nuevo a los escenarios, que es lo que más me gusta en el mundo”, afirmó el 30 de julio mientras ultimaba el lanzamiento de un nuevo disco.
“Por experiencia sé que una enfermedad como ésta hay que afrontarla con entereza y optimismo. ¿No era acaso yo quien cantaba que es preferible reír que llorar y que así la vida se debe tomar?”, agregaba con el buen humor que le caracterizaba.
Nacido el 24 de marzo de 1935 en Los Corrales, un pequeño asentamiento gitano en la localidad catalana de Mataró, era conocido como el mayor exponente de la rumba catalana, un género musical surgido en la España de los años ‘50 que mezclaba ritmos endiablados con un carácter esencialmente pop.
Fue “fruto de una idea suya bien ingeniosa: unir el mambo y el rock and roll”, explica la biografía publicada en su página web. “Del rock, Peret tomó prestado el ritmo; del mambo (por extensión de la música cubana y caribeña) se quedó con la armonía y con esos metales que él intentó trasladar a las cuerdas de su guitarra española, no flamenca”, agrega.
Golpeo y giro de guitarra
Golpeando la madera a modo de percusión, Peret inventó una técnica que más tarde sería bautizada como “el ventilador”, y una característica forma de girar la guitarra, dándole dos rapidísimas vueltas sobre sí misma.
“Lo suyo era algo nuevo, distinto, con lo que se distanciaba de la rumba flamenca que se practicaba en algunos barrios de Barcelona”, afirma su biógrafo, Juan Puchades.
En 1992, la “Gitana hechicera” de Peret se convirtió en uno de los himnos de la Barcelona olímpica y, junto a músicos como Los Amaya y Los Manolos, el cantante ofreció una fiesta rumbera en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos.
Tras haber debutado a los 12 años como guitarrista junto a una prima en el Teatro Tívoli de la capital catalana, grabó sus primeros temas en 1962, pero fue su participación en 1967 en el Midem de Cannes, la que le abrió la puerta a los mercados internacionales con actuaciones en Europa y América Latina.
A principios de los años 1970, su canción “Borriquito” arrasó en varios países europeos.
Como muchas de las estrellas de la música española de aquella época, Peret protagonizó un puñado de películas, entre ellas “A mí las mujeres, ni fu ni fa” (1971) de Mariano Ozores y “Amor a todo gas” (1969) de Ramón Torrado.