Compositor central del tango desde que se diera a conocer a fines de los años ’30, Mores atravesó todas las épocas de la música porteña, habiendo dejado joyas musicales imperecederas como "Uno", "Cafetín de Buenos Aires", ambas con letra de Enrique Santos Discépolo; "Grisel" y "En esta tarde gris" junto a José María Contursi; "Copas, amigos y besos" con Enrique Cadícamo y "Una lágrima tuya" junto a Homero Manzi, además de "Adiós Pampa mía" y las milongas "Taquito militar" y "El firulete", entre muchísimas otras.
Hay quienes no saben que el apellido Mores, adoptado por Mariano Alberto Martínez, es el resultado de su asociación artística con las Hermanitas Mores (Margot y Myrna) en 1936, a las que apoyaba como pianista en sus actuaciones radiales, y con la segunda se terminó casando.
Nacido en el barrio porteño de San Telmo el 18 de febrero de 1918, fue hijo de una pareja fanática del tango y con un abuelo flautista que insistía para que el chico estudiara algún instrumento y se transformara en un artista mayor. Marianito terminó recibiendo como regalo un piano de concierto, en paralelo a clases con un profesor local que le aconsejó abandonar la música por falta de aptitudes.
Gracias al romance con quien sería su esposa Myrna, escribió su primer tango, "Cuartito azul" (1938, con letra de Mario Batistella), en la que reflejaba su vida de soltero en una piecita alquilada de Villa del Parque, pintada por él mismo con cal coloreada con azul de lavar, un elemento de limpieza muy popular por entonces.
Junto a las Hermanitas Mores y algunos músicos amigos formó la Orquesta Típica Marianito Mores, con la que grabó discos y entró en tiempos de gran bonanza económica.
Con Canaro
Ya separado de las hermanas, que abandonaron el canto y se dedicaron a sus vidas maritales, Marianito conoció a Francisco Canaro -quien ya era una superestrella del tango- y se integró como pianista a su orquesta.
Canaro agregó un piano al que ya tocaba Luis Riccardi, nombró a Marianito al frente del coro y le pagó un sueldo de estrella, pese a que el director uruguayo no era conocido por su generosidad. El nuevo pianista permaneció desde 1939 a 1948 en la orquesta del maestro, participó en su enormes revistas musicales y se transformó en su protegido.
Eso hizo correr la versión de que en realidad Marianito era un hijo no reconocido de Canaro, que no tuvo otros descendientes, pero alimentó a las revistas populares y a los corrillos de la época.
Con Canaro cimentó lo que fue su concepto de orquesta típica de aires sinfónicos, que lo colocó en cierta vereda opuesta, tanto de las agrupaciones tradicionales como de las vanguardias que empezaban a nacer, con Astor Piazzolla u Horacio Salgán como representantes notorios.
El galán de cine
El alejamiento de Canaro fue motivado por el debut del aún Marianito en el cine en la película "Corrientes, calle de ensueños" (1948), en la que componía un papel casi autobiográfico. Fue un doloroso alejamiento para ambos.
Como actor siguió con "La doctora quiere tangos" (1949), donde acompañaba como galán a Mirtha Legrand, y "La voz de mi ciudad" (1953) donde era el galán de Diana Maggi.
A lo largo de su carrera también produjo y protagonizó revistas teatrales, fue admirado por Perón y Evita, quien consideraba a “Uno” entre sus tangos predilectos, y estuvo entre los primeros artistas populares que actuaron en el Teatro Colón.
Con el mismo ímpetu con que sus padres lo empujaron hacia el arte, Mores incluyó en sus espectáculos a partir de 1966 a su hijo Nito -fallecido en 1984-, a su hija Silvia, su nieto Gabriel y a la propia Myrna en pequeñas apariciones, un clan familiar que hasta llegó a tener su propio ciclo televisivo en Canal 9: “La familia Mores”, en 1968.
Últimos conciertos en la provincia
En 2011, cuando contaba 93 años, el maestro comenzó una gira de despedida por el país en la que anunciaba su retiro de los escenarios.
Esa gira, que lo trajo también por última vez a Mendoza en agosto de ese año al auditorio Bustelo, era una recorrida por sus tangos más emblemáticos y en la que el maestro Mores demostró estar como en sus mejores momentos.
Anteriormente se había presentado en nuestra provincia dos años seguidos, en julio de 2001 y de 2002 con el espectáculo "Con alma y tango", del que participaban su hija Silvia, su nieto Gabriel, el cantante Daniel Cortez y bailarines, que llenó nuestro recordado Teatro Gran Rex y fue ovacionado por la multitud.
Artistas de Mendoza lo recuerdan
Elbi Olalla (pianista y compositora de Altertango). "Creo que no hay ningún tanguero que no haya tocado sus canciones. Es imposible que no esté en el repertorio. Siempre sentí esa inspiración que él le imprimía al tango. Esa energía arrolladora, con esa capacidad para transmitir desde el instrumento. Marianito fue tan popular en el mundo que hasta una de sus canciones formó parte de la película "Moulin Rouge!" (2001, de Baz Luhrman), donde se mezcló "Tanguera" con el tema "Roxanne" de Sting. Fue un símbolo como pocos en el tango."
Alicia Contursi (hija del compositor José María Contursi). "Es una figura importantísima del tango. Luego de su comienzo con Guardia Vieja, se abre y empieza a trabajar con su genio creador. La anécdota más significativa que lo une a mi padre es cuando Mariano, un joven con pantalones cortos, le pide a mi padre que le ponga letra a una melodía suya y lo rechaza. Luego eso fue "Cuartito azul", uno de sus clásicos. Después se volvieron muy amigos y compuso la música de "Grisel", "Cristal", "Cada vez que me recuerdes", entre otros canciones escritas por mi padre.
“Recuerdo las veces que de chica visité su casa, junto a mi familia, un departamento en la calle Lavalle, en Buenos Aires. Después que me mudé a Mendoza no seguí viéndolo. Pero fue un melodista y compositor maravilloso. Y entendió el sentido de popularidad del tango y un poco fue el responsable de ese tango for export para el gusto turístico. Y era increíble que aunque ya estaba avanzado en edad, seguía en actividad. Tocar el piano era una extensión, algo innato.”
Luis Gelfman (pianista y difusor del tango en Mendoza). "Mariano Mores fue un pianista que desde muy niño desarrolló la composición para piano. Fue un estudioso del tango y a su orquesta la tituló como Orquesta Lírico Popular, incorporando instrumentos no convencionales de la orquesta de tango. A él le cabe haber compuesto la milonga más famosa del mundo: 'Taquito militar'. Y sus composiciones y melodías son muy bellas, además de tener un contenido importante. Y Mendoza tuvo su lugar, porque la cantante mendocina Susi Leiva cantó en su orquesta hasta la década del '60."
Varón Álvarez (cantante de tango). "Más allá de la despedida, creo que hay que brindar por todo lo que vivió y nos dejó. Era un tipo de 98 años que irradiaba entusiasmo por la música. Hizo cine, fue compositor, se animó a cantar. El mejor homenaje que le podemos hacer es escuchar su música. Como intérprete el tango que más me emociona es 'Tanguera'. Esa canción tiene algo que llega al alma. Es la virtud que tienen los grandes de poner la nota justa para emocionarte."