Con el fallecimiento de Estanislao Mario "Lalo" Ríspoli, a la edad de 79 años, el turismo provincial pierde a uno de sus pioneros.
Su apellido era sinónimo de viajes y desplazamientos masivos de personas en busca de esparcimiento y descanso. Uno de los productos más populares que inventó fueron los viajes de quinceañeras a Disneyworld.
La compañía que hoy está establecida en la calle Mitre de Capital la fundó su padre, Luciano, en 1946, en un local de 9 de Julio, entre Las Heras y General Paz.
Lalo ingresó a las actividades turísticas en 1962, luego de haber sido camionero por un tiempo y haber dispuesto de una pequeña flota de unidades de carga.
Las agencias de viajes en los años ’60 eran sencillas y con poco equipamiento, pero él cambió la impronta del negocio, creando en 1977 una mega empresa en Espejo y avenida España.
Antes de eso, en 1971 se conectó con el parque temático Disneyworld en Orlando (Estados Unidos) y poco después empezó a organizar viajes grupales hacia ese destino de Florida.
A partir de 1990, y junto con sus hijos Marcelo y Fabián, comenzó a armar las travesías de quinceañeras hacia el mundo de Disney. Hasta la fecha han viajado más de 15.000 jóvenes, e incluso llegó a llevar al mismo lugar a hijas de aquellas viajeras de hace 20 años.
Siguió trabajando con denuedo hasta julio de 2014, en que enfermó.
No faltarán mendocinos lo recordarán por los viajes en pequeños contingentes a remotos destinos, como Rusia, China, Japón, Singapur y Tailandia, entre otros.
En una época realizó una audición de televisión, junto a Tito Pagés, que resultó un clásico de los sábados, bajo la marca “El viajero incansable”. En radio, y con Servando Juárez, difundía temas turísticos en un espacio del desaparecido programa “Buen día Mendoza”.
En su época de inicio también se formaron otras agencias en el medio, como Donderis, Ghisolfi y Grzona, de la mano de las expectativas que despertaba Mendoza como destino turístico y por el crecimiento de la actividad como emisora de pasajeros hacia destinos mundiales. La Cámara de Turismo de Mendoza, a través de su presidente, Ricardo Beccaceci, lamentó su fallecimiento.
Le suceden su esposa Irma “Titina” González, sus hijos Marcelo y Fabián, y 6 nietos.