En español “rectify” significa rectificar, y la serie de este título que hoy estrena su segunda temporada por Sundance Channel cuenta la historia de Daniel Holden, un recluso que intenta rectificar su vida luego de haber pasado 19 años en la cárcel acusado erróneamente de haber asesinado a su novia.
La primera temporada colocó al público como fiel acompañante durante una semana en la vida del protagonista, la semana más importante de su vida en la que se enfrentaba a un nuevo destino.
El actor -y también cineasta canadiense- Aden Young es quien se pone en la piel de Daniel Holden, el personaje que 19 años atrás fue sentenciado a muerte por la violación y asesinato de su novia adolescente pero que, gracias a una nueva evidencia de ADN y a los esfuerzos de su hermana, logró probar su inocencia y suspender su condena.
Así fue que en la primera parte vimos a Daniel en su lucha por hacerse un lugar en una comunidad dividida en las opiniones respecto de su liberación.
La segunda temporada encontrará al protagonista intentando convertirse en un participante activo dentro de su propia vida, tomando decisiones y aventurándose hacia un futuro que no se presenta muy halagüeño.
Muchos en la ciudad descreen de su inocencia y su libertad empieza a tambalear. Pero él está decidido a hacer lo imposible para dejar su pasado atrás, sin importar cuán alto sea el precio a pagar.
La que sigue es una charla con el protagonista Aden Young, quien adelanta algunos aspectos de la nueva temporada y confirma que se viene una tercera.
-¿Cómo cambia tu personaje y la historia de la temporada anterior a ésta?
-Desde que comenzamos a filmar la primera temporada yo tomé la decisión de no saber si Daniel es inocente o culpable. Quise explorar ese terreno de la incertidumbre para poder jugar con el personaje.
Ahora, en la segunda temporada, disfruté el proceso de no saber hacia dónde se dirigía Daniel, por eso cuando tuve la oportunidad de sentarme con toda la historia escrita, desde el principio hasta el final, dije: 'No, no me interesa saber todo, porque me gustaría ir experimentando esto junto con Daniel y, simplemente, ver hacia dónde me lleva'.
Fue un desafío extremo porque, realmente, nunca supe hacia donde iba la historia y si en algún momento me sentí apegado a algo tuve que dejarlo atrás y encontrar una nueva forma de expresión y comunicación.
Mi idea fue la de ir construyendo el personaje orgánicamente durante todo este proceso. Y ha sido realmente un desafío.
-Daniel ha dejado atrás muchas etapas en la primera temporada. ¿Cómo arranca ahora?
-Daniel está peleando por su vida, por ocupar su lugar en el mundo y por encontrar una razón para ocupar ese lugar. En la primera temporada se la pasó siendo expulsado del mundo. Todo le sucedió muy rápido, de repente se encontró fuera de prisión después de 19 años, cuando pensaba que iba a morir, y con un panorama completamente cambiado.
Ahora tiene que encontrar su propio camino, como si fuera un adolescente alejándose por primera vez de sus padres, tratando de encontrar su identidad y de valerse por sí mismo. Todo eso se convierte en un paisaje muy peligroso porque, como cualquier adolescente, no es consciente de las consecuencias.
-¿Cuáles son los nuevos ingredientes de esta temporada y qué se ha mantenido?
-La primera temporada tenía un ritmo más sereno y más intimista. Ahora la presión sobre mi personaje comienza a ser otra, ya que la gente ha empezado a preguntarse si él debería volver a prisión o no, y esto le crea una situación más desestabilizante.
Ahora ya no seguimos el periplo carcelario de Daniel, sino que lo vemos en la búsqueda del verdadero culpable, siempre y cuando él no lo sea. Y lo vemos atravesar barrera tras barrera para descubrirlo y poder limpiar su nombre.
-¿Cómo te parece que recibe la gente este tipo de series sobre la reinserción social de los ex convictos?
Cada persona tomar sus propias decisiones. Pueden llegar a sus casas, prender la tele y acostumbrarse al tema que se trata. Pero también la televisión puede ser un lienzo maravilloso para contar historias muy humanas.
Una serie, al extenderse por más tiempo que una película, permite ahondar más en las motivaciones de los personajes, dar otras vueltas de tuerca sobre el tema, sorprenderse con las imprevisibilidades del ser humano.
Creo que si series como ésta, que tocan temas como la pena de muerte o la reinserción social de los presos, logran provocar alguna reacción o alguna reflexión en el que la ve, entonces ha logrado su objetivo, más allá de entretener a la gente. No es un documental pero, ojalá, a partir de ficciones como estas, el público empiece a hacerse preguntas más profundas.
-¿Cómo ves el futuro de "Rectify", teniendo en cuenta que se anuncia una tercera temporada?
-Lo veo muy promisorio y estoy feliz de haber sido invitado a participar de este viaje, de ser parte de un elenco maravilloso, y me gustaría que cada vez más gente viera la serie.
Reconozco que la televisión como medio ha evolucionado mucho y que también ese espíritu independiente es hoy, probablemente, más importante que el de la realización de películas.
La diferencia está en el camino que se elige. Si elegís el cine industrial, seguro terminarás trabajando en una fábrica de salchichas donde todo es igual; pero el otro camino, el de la tevé hoy, es como hacer un largo y emocionante viaje en el que nunca sabes lo que te puedes encontrar.
Ficha
"Rectify", 2a. temporada.
Género: drama.
Estrena: hoy a las 22, por Sundance Channel.
Director: Ray McKinnon.
Intérpretes: Aden Young, Abigail Spencer, J. Smith-Cameron.
