Buenos Aires trabaja en un Nuevo Código de Edificación que luego podría ser imitado por otras provincias. La primera polémica se armó cuando el borrador quitó de las exigencias edililcias el bidet, una costumbre argentina de la que nos vanagloriamos.
Pero además avanzaría sobre el baño para mujeres y varones. Las mujeres, que suelen ir juntas al baño para mirarse al espejo, tendrán a los chicos metidos con ellas.
Pero los papás con hijas, gays y trans se sienten discriminados con las distinciones. "Soy hombre y mi hija de cuatro años quiere ir al baño: ¿entro al de los hombres o al de las mujeres?". "No voy al de mujeres porque no me percibo como tal y me siento inseguro e incómodo de ir al de hombres".
La aprobación final se concretará antes de fin de año y habilita baños sin distinción de género, suprime la obligatoriedad de los mingitorios, establece el baño familiar en centros comerciales de afluencia masiva, agrega cambiadores para bebés en los sanitarios masculinos y, en forma obligatoria, dispone lactarios en todos los edificios públicos y en determinados establecimientos educativos.
En la Ciudad ya hay algunos antecedentes al respecto. Uno de ellos es la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde en agosto del año pasado se creó un baño sin distinción de género en el tercer pabellón de Ciudad Universitaria. Recientemente, y tras un largo proceso de debate, la Escuela Técnica N° 6 "Fernando Fader" se constituyó en la primera de la Ciudad de Buenos Aires que aprobó la incorporación de baños sin distinción de género. También hay sanitarios unisex en otras universidades, como la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la primera del país en instalar baños mixtos en 2012, y en algunas empresas privadas, como en las oficinas de General Electric que funcionan en el barrio porteño de Saavedra.