Ayer, al día siguiente de un baño de sangre en Kiev, el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y los líderes opositores firmaron un acuerdo para poner fin a la crisis en Ucrania, que incluye elecciones anticipadas, una reforma constitucional y un gobierno de unidad nacional.
Este acuerdo, firmado en presencia de los mediadores europeos, prevé concesiones a la oposición, que ocupa desde hace tres meses la plaza de la Independencia en Kiev, donde murieron más 70 personas desde el martes en enfrentamientos con la policía.
"Anuncio el lanzamiento de un proceso de elecciones presidenciales anticipadas", había declarado poco antes el presidente en un comunicado sin especificar la fecha.
"Inicio también el proceso de vuelta a la Constitución de 2004", que da más poderes al Parlamento y al gobierno, y la formación de "un gobierno de unidad nacional", añadió Yanukovich.
El líder opositor, Oleg Tiagnibok, anunció por su parte la firma del acuerdo con el presidente ucraniano.
Tras conocer las propuestas de Yanukovich, los tres líderes opositores estuvieron reunidos antes de encontrarse con el presidente.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, llamó a aplicar el acuerdo concluido en Kiev.
Las delegaciones europeas no habían excluido poco antes la firma de un acuerdo "temporal", si bien se mostraron muy prudentes.
El ministro polaco de Relaciones Exteriores, Radoslaw Sikorski, calificó la situación de "momento delicado". "Todas las partes deben tener presente que un compromiso no puede satisfacer al 100%" a todos, escribió el ministro en su cuenta de Twitter.
Petición de Francisco
El papa Francisco y los cardenales de todo el mundo reunidos en el Vaticano lanzaron ayer una petición para que "cese rápidamente toda violencia" en Ucrania y "se establezca de nuevo la concordia y la paz".
El acuerdo llega después de negociaciones maratonianas en las que participaron también los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania y Polonia, y un representante del Kremlin.
En la plaza de la Independencia, centro de las protestas, los manifestantes consolidaron las barricadas y las reservas de adoquines y de cócteles molotov durante la mañana.
Los policías retrocedieron un centenar de metros. Unos 20.000 manifestantes permanecían en las tiendas y en las barricadas, o escuchaban discursos, cantos o rezos ante una tarima.
El ministerio ucraniano del Interior acusó a unos manifestantes de abrir fuego contra agentes para intentar burlar el cordón policial y abrirse paso hacia el parlamento en Kiev. Sin embargo, los manifestantes presentes en la plaza desmintieron este incidente y acusaron a la policía de haber utilizado granadas ensordecedoras.
Según un nuevo balance del ministerio de Sanidad, unas 77 personas fallecieron desde el martes en enfrentamientos con la policía, que disparó munición real.
Otras 577 personas resultaron heridas, de las que 369 permanecen hospitalizadas, añadió.
"Los francotiradores asesinaron a los manifestantes de una manera muy profesional disparando al corazón, el cerebro o a la carótida", afirmó a la cadena privada Kanal 5 la doctora Olga Bogomolets.
El jefe adjunto del Estado Mayor del ejército ucraniano, Yuri Dumanski, dimitió ayer en protesta contra los intentos de implicar al ejército en el conflicto.
"Implicar al ejército actualmente en el conflicto civil puede provocar gran número de muertos", declaró a Kanal 5.
El Parlamento ucraniano se reunió ayer para intentar votar una reforma constitucional que reduce los poderes del presidente.
No es seguro que el acuerdo satisfaga a los manifestantes presentes en la plaza de la Independencia, quienes reclaman la dimisión del presidente tres meses después del inicio de las protestas.
La líder opositora Yulia Timoshenko, en prisión, dijo que "la destitución de Yanukovich y las acciones judiciales contra él por la muerte masiva de civiles deberían ser la única exigencia del pueblo, de la oposición y de la comunidad internacional".
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, advirtió a Yanukovich que su gobierno estaba dispuesto a imponer sanciones a los funcionarios que ordenaron disparar contra los manifestantes opositores.
La crisis en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.
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