Sin llegar nunca a una crítica que se limita sólo a esbozar -y hasta defendiendo las facultades del gobernador Alfredo Cornejo-, el juez de la Suprema Corte Mario Adaro revaloriza el rol del Máximo Tribunal para marcar hasta dónde puede avanzar el Ejecutivo.
El ex ministro de Celso Jaque, de larga militancia peronista, reconoce también la facultad del Ejecutivo de hacer reformas en el Poder Judicial.
Lo hace posicionándose en el medio de la ‘grieta’ que atraviesa el Poder Judicial mendocino, entre los identificados con la mano dura y los garantistas y a muy pocos días de que el Gobernador lograra consolidar su autoridad en las urnas con una victoria contundente.
-¿Avasalla Cornejo al Poder Judicial?
-Existe un planteo político del Gobernador cuando opina sobre la Justicia. Pero la tensión entre el Ejecutivo, la Legislatura y el Poder Judicial es normal y natural en la medida en que se respeten las facultades constitucionales.
-¿Se respetan?
-Es responsabilidad del poder político plantear las reformas del Poder Judicial, mirando a la sociedad. Ese planteo que lo haga el poder político no afecta la independencia.
-¿No puede Cornejo copiar al gobernador Gerardo Morales de Jujuy y conseguir una mayoría automática en la Suprema Corte agregando miembros?
-Yo creo que en Mendoza va a seguir habiendo un recambio natural. En cuatro años se cambiaron tres miembros y el procurador general. Me parece que eso va a seguir así hacia adelante.
-¿No habrá una Suprema Corte a la jujeña en Mendoza, entonces?
-Me parece que no puede pasar lo de Jujuy. No se puede ir a una hegemonía con el argumento de contrarrestar otra.
-El procurador general Alejandro Gullé y el juez José Valerio ¿funcionan como delegados del Ejecutivo en Tribunales?
-Cuando le tocaron las vacantes, el Gobernador propuso dos colegas que tienen que ver con la concepción que él quiere para un determinado derecho penal. Sin duda... Está claro... Pero yo no pondría eso en términos de un supuesto avasallamiento.
-¿Y cómo sería?
-Diría que el impulso o el embate sobre la Justicia (del Gobernador), dentro de los límites -repito-, dentro de los límites... es natural…. Dentro de los límites (afirma por tercera vez).
-¿Qué pasa si algún día se cruzan esos límites'?
-Si hubiera alguna acción fuera de las normas, ahí viene la tarea de la Justicia de poner límites a toda extralimitación a la Constitución y las normas.
-En ese caso la Corte ¿no pasaría a ser 'opositora'?
-No. Un tribunal independiente no es opositor. Y la Suprema Corte de Mendoza es independiente porque, por su propia composición, tiene un compromiso de diversidad democrática.
-¿Diversidad democrática o grieta judicial?
-La Corte es cabeza de uno de los tres poderes políticos de la república. Y también debe tener una integración con visión democrática.
-¿No traban los desacuerdos?
-Que existan distintas visiones dentro es lo mejor que puede haber. Esto supera la visión única o monolítica. Es una garantía social y democrática que los miembros tengamos distintas visiones. Más que ser garantista o mano dura, lo más difícil es realmente hacer justicia.
-¿Puede un ex funcionario del PJ 'hacer justicia real' desde la Suprema Corte?
-Yo tengo una doble historia. Mi mayor trayectoria ha sido política. Por eso a la hora de resolver una cuestión tengo que hacer un doble esfuerzo. Me autoimpongo despojarme de los prejuicios, de los preconceptos, de mi posición ideológica. Debo resolver en base a la ley. Ésa es mi tarea.
"Un Gobernador lo que hace es percibir las necesidades sociales mayoritarias y las trata de llevar adelante. Después el tiempo y la historia dirán si fue correcto o no."
-¿Lo consigue cuando en la Sala Penal está más cerca de Palermo que de Valerio?
-Coincido con Omar (Palermo) en el fundamento de los derechos humanos. Pero también con (José) Valerio en que hay un reclamo social claro a la hora de resolver un conflicto penal.
-¿Qué puede aportar un juez que antes fue funcionario?
-A la hora de resolver como juez, mi paso por la política me sirve para comprender el impacto de una decisión. Muchas decisiones judiciales son de laboratorio. Creo que esto no contribuye demasiado a la credibilidad de la Justicia. La decisión debe ser fundamentalmente judicial, pero hay algo más que también hay que tener en cuenta.
-Hoy en la Corte ¿sigue 'sensiblero y calentón' como antes en el Ministerio de Gobierno?
-(risas) Bueno... la matriz, uno siempre la tiene, Ahora trato de administrar más el fuego interno a la hora de resolver. Pero yo no soy de los que impostan o intentan reformatearse. Uno es un ser normal con debilidades y fortalezas. Mi mayor esfuerzo es ver cómo me despojo de mis prejuicios del pasado histórico.
-¿Cómo califica la maratón de reformas procesales de Cornejo?
-Un Gobernador que conduce una provincia lo que hace es percibir las necesidades sociales mayoritarias y las trata de llevar adelante. Después el tiempo y la historia dirán si fue correcto o no.
-¿Y hoy qué se puede ir diciendo?
-Que hay tres pilares para una reforma judicial: independencia, transparencia y celeridad, que es el reclamo social más grande. Es función del poder político plantear cómo debe funcionar el Poder Judicial y evitar la reforma endogámica con discusión corporativa entre el Poder Judicial y los abogados.
-¿Se inclinó la balanza de la Justicia a la hora de investigar a un ex o a un actual funcionario?
-Todo lo que sea transitar caminos contra la corrupción es fantástico. Pero me preocupan los tiempos en los que la Justicia lo hace. Un magistrado no debería esperar a que un funcionario se vaya de un cargo para iniciar y avanzar en un proceso de investigación. Hay que hacerlo en el momento, que es -además- lo que la gente pide. Esto debe hacerse siempre en el marco del debido proceso y la tutela en juicio. Que no se haga, significa que existe una mella en la independencia del Poder Judicial.
El voto en el jury a Orozco
En el Jury de Enjuiciamiento, el juez Mario Adaro fue uno de los cuatro miembros que se inclinó por la suspensión por 180 días de Anabel Orozco y no la destitución. Pero la ex fiscal viajera fue expulsada por el voto de los otros 17 integrantes.
“La mayoría consideró que con esa sanción se recuperaba la confianza en la Justicia. Yo diferí junto a tres colegas porque privilegiamos la gradualidad”, dijo Adaro.
“Todos coincidimos en que la tipificación estaba comprobada: desorden de conducta por incumplimiento de normas laborales y legales y función pública afectada. Diferimos en la pena. Si no hubiera sanciones intermedias, era expulsión unánime”.
El perfil de los jueces
El ministro de la Suprema Corte, Mario Adaro, impulsa un proyecto de selección de magistrados del Poder Judicial trabajado con profesionales de la Universidad del Aconcagua bajo la dirección de la psicóloga Adriana Moya.
Busca optimizar los procedimientos de selección de jueces mediante un protocolo que apunte a la búsqueda del perfil requerido para ocupar un puesto de magistrado.
La iniciativa fue presentada al ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano y ofrece una experiencia piloto en Mendoza con vistas a una aplicación nacional posterior.
Sobre la modificación de la ley de Consejo de la Magistratura recientemente aprobada en la Legislatura provincial, Adaro propone que se incluya en la reglamentación unas evaluaciones de postulantes que contemplen la definición de perfiles psicológicos de magistrados y que estos se renueven cada dos años.
“Establecer los perfiles es clave. Hoy tenemos la entrevista sobre un perfil de 1999. Hace falta un método nuevo que indique qué perfil de juez queremos y, a partir de allí, salir a buscarlo”, dice.