ACV: las 3 horas que pueden “salvar la vida” de un cerebro

Los especialistas subrayan que consultar cuanto antes, apenas aparecen los síntomas de un accidente cerebrovascular, disminuye su impacto.

ACV: las 3 horas que pueden “salvar la vida” de un cerebro
ACV: las 3 horas que pueden “salvar la vida” de un cerebro

El accidente cerebro vascular (ACV), del que hoy se conmemora su Día Mundial, es la primera causa de invalidez en adultos y la segunda de muerte según la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, las consecuencias que deje en la persona afectada dependerán en gran medida si se llega lo antes posible al diagnóstico y la atención médica.

“El diagnóstico y tratamiento precoz mejora el diagnóstico en cualquiera de los tipos de ACV”, subrayó el cardiólogo José Hidalgo. “Cuando el paciente consulta suele ser tarde porque lo hace cuando tiene síntomas. Y el proceso comenzó antes, la oclusión ya lleva horas”, agregó.

El neurocirujano Iván Aznar, presidente del Colegio Argentino de Neurología, explicó que "los pacientes tienen un margen de 3 horas para que un tratamiento rápido cambie su sobrevida y evolución".

Aclaró que ése sería el tiempo “soñado” en cuyo caso puede suceder que el accidente no deje secuelas. A partir de esto y dependiendo del tipo de ACV, puede darse un margen de entre 6 y 12 horas.

Aznar explicó que hasta las 3 horas puede hacerse tratamiento con medicamento inyectado en la vena. Después de ese tiempo deja de ser seguro y es necesaria una intervención mini invasiva (esto hasta 24 horas después). Como sea, “el tiempo es cerebro que se pierde” coinciden los especialistas.

Un ataque cerebral se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre por la oclusión de una arteria. Al no recibir oxígeno, las células cerebrales pueden sufrir daño o morir, causando diferentes efectos según en qué parte del cerebro se produzca. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV por año.

“Ante la aparición de los síntomas, es imprescindible que la persona concurra al centro especializado más cercano. La capacidad de salvar su vida depende de eso, ya que cuanto antes se lo trate más posibilidades tendrá de no tener consecuencias.

No hay que esperar a que los síntomas se pasen y pedir ayuda”, resaltó Aznar. En el caso de los ACV hemorrágicos, el tiempo es más relativo.

“El corazón es tiempo y es músculo, y lo mismo sucede con el cerebro, aunque el impacto es diferente: en el corazón está acotado a un espacio pequeño pero en el cerebro se pierde capacidad cognitiva”, detalló el cardiólogo Lucas Gutiérrez. Apuntó que todo dependerá del lugar donde ocurra el accidente cerebrovascular:

“Si ocurre en el origen de las arterias es más dañino. Es como si uno pusiera un alambre a una rama gruesa de un árbol: serían mas las ramas que se secan”.

Un tomógrafo a tiempo

Para poder activar el procedimiento para el tratamiento, es necesario contar con un diagnóstico certero. Para ello se requiere un tomógrafo, el asunto es tenerlo cerca.

Hidalgo señaló que el protocolo requiere tomografía inmediata, lo cual consideró que no siempre es posible en la provincia ni en el país.

Según el ministerio de Salud, la proporción y distribución de tomógrafos en Mendoza es la adecuada. Desde el área informaron que entre los hospitales públicos y privados hay 23 aparatos y que están distribuidos en todas las regiones, con mayor aglomeración en la Zona Metropolitana.

En el ámbito público hay 8: 2 en el Lagomaggiore y el resto en el Central, el Notti y el Perrupato. San Rafael, Malargüe y General Alvear también cuentan con los suyos. En el Valle de Uco hay un convenio con la Fuesmen.

Para los especialistas del Gobierno, la distribución es suficiente como para trasladar al paciente sin riesgos hasta donde se encuentre el más tomógrafo cercano. Los servicios del Lagomaggiore y el Central tienen guardia permanente todo el año.

Es que estar en el lugar adecuado y a tiempo puede ser determinante para la evolución del paciente. Por eso, Aznar destaca que lo fundamental es llegar a recibir asistencia a un efector donde haya un equipo especializado. Si esto ocurre, tendrán los conocimientos y recursos necesarios y sabrán dónde hay un tomógrafo disponible.

Un ejemplo es el caso del neurocirujano Raúl Hidalgo (55), jefe del servicio de Neurología del Hospital Central, quien en plena cirugía sufrió un ACV en mayo.

Este prestigioso especialista integró el equipo médico que realizó la primera cirugía contra el Parkinson en un nosocomio público en la provincia.

Como se encontraba justamente en el hospital, recibió asistencia inmediata y fue operado. Y las consecuencias fueron bastante reducidas: según pudo saber Los Andes, hoy su vida cotidiana se resuelve sin mayores complicaciones.

El 90% se previene con conductas saludables

Hay ciertos recaudos que pueden tomarse para atenuar las chances de tener un ACV. Maia Gómez Schneider, del área de Enfermedades Cerebrovasculares del Sanatorio de Los Arcos, realizó un listado al respecto:

-Evitar la hipertensión manteniendo la presión arterial por debajo de 140/90. 
-Reducir el colesterol y el azúcar (diabetes) con controles periódicos con el médico de cabecera. 
-No tener sobrepeso. 
-Realizar ejercicio de manera moderada. Por ejemplo, caminar 30 minutos por día.
-Llevar una dieta rica en verduras, frutas y pescado con menor consumo de carnes rojas, embutidos y frituras. 
-Evitar el cigarrillo. 
-Consumir alcohol en forma moderada: no más de una medida por día (200 ml de vino o un porrón de cerveza). 
-Evitar el consumo de drogas: especialmente cocaína y heroína.

Además de los controles médicos periódicos de rutina debe consultarse a un cardiólogo para detectar:

-Arritmias: la fibrilación auricular es un tipo particular que produce coágulos y es causante de un 20-30% de los ACV isquémicos. 
-Oclusión de arterias carótidas y cerebrales: las placas de ateroma o colesterol pueden ser causas de ACV. 
-ACV o accidente isquémico transitorio (AIT) previo. 

Síntomas

Lo que recomiendan los médicos es consultar inmediatamente ante la aparición de síntomas.

En general aparecen de manera súbita, los más frecuentes son:

- Debilidad o falta de sensibilidad de la cara, brazo o pierna, especialmente de un solo lado. 
- Alteraciones del habla, ya sea por no comprender, no poder expresarse correctamente. 
- Alteraciones visuales: de un ojo o los dos. 
- Alteraciones del equilibrio y la coordinación. 
- Cefalea muy intensa y súbita.

Agenda

Hoy es el Día Mundial de la Lucha contra el ACV, por lo que mañana OSEP realiza un ciclo de charlas sobre el tema destinado a profesionales de la salud y afiliados en el SUM del Hospital El Carmen.

Será a partir de las 10 y destinada a los profesionales de salud y referida a los tratamientos que debe recibir el paciente agudo.

Desde las 11, la charla es abierta a la comunidad con el fin de informar cómo actuar ante un ACV, los signos de alarma y la concientización en general.

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