En una enérgica réplica a Estados Unidos, China acusó a Washington ayer de tomar partido por Japón en un entredicho sobre las islas en disputa en el Mar de China Oriental, lo que puso de manifiesto la creciente tensión regional, al tiempo que el vicepresidente Joe Biden se reunía con gobernantes en Pekín.
Biden salió con semblante adusto de una reunión a solas con el presidente chino Xi Jinping, que duró bastante más de lo previsto, e hizo una breve declaración a la prensa sin aceptar preguntas. No habló de las diferencias entre la nueva zona de defensa aérea declarada por China, y en cambio dijo que debe haber un "nuevo modelo de cooperación entre los países grandes".
Las relaciones entre Estados Unidos y China deben basarse en la confianza y en una apreciación positiva de cada uno sobre los motivos del otro, agregó.
Biden precedió este comienzo incómodo de una serie de reuniones oficiales en Pekín con un discurso en el cual exhortó a los jóvenes chinos a cuestionar la ortodoxia y el statu quo. Con su descripción de la cultura intelectual liberal y permisiva que según él impera en Estados Unidos, el presidente trazó implícitamente un contraste con el régimen autoritario del gobierno chino.
Ni Biden ni Xi mencionaron públicamente sus diferencias en torno a una disputada zona de defensa aérea en la que China está enfrentada con Estados Unidos y sus aliados asiáticos.
Sin embargo, un editorial del diario estatal China Daily acusó a Washington de "hacer oídos sordos a las provocaciones de Tokio", hecho que calificó de "causa fundamental de las tensiones"'. Añadió que "Estados Unidos apunta erróneamente el dedo acusador a China por cambiar ?unilateralmente' el ?statu quo' en el Mar de China Oriental".
Después del primer encuentro con Xi, Biden afirmó que la relación entre las dos grandes potencias afectará significativamente el curso del siglo XXI. Y si Estados Unidos y China pueden encauzar correctamente esa relación, las posibilidades son ilimitadas, agregó el funcionario en momentos en que se permitió brevemente el ingreso de los periodistas después de la reunión entre ambos líderes.
Biden dijo que viajó a China debido a que las relaciones complejas requieren un contacto sostenido a alto nivel. Agregó que la franqueza y actitud constructiva de Xi le dejaron una impresión indeleble.
"La franqueza genera confianza", afirmó Biden después de la reunión. "La confianza es la base de un cambio real, de un cambio constructivo".
Los dos líderes mantuvieron una segunda reunión en la que participaron delegaciones más numerosas y por la noche se organizó una cena de trabajo.
Un día antes, Biden había prometido plantear la preocupación por la zona de defensa aérea "muy específicamente" a Xi y otros líderes chinos por considerar que la medida china era muy inquietante.
"Esta medida ha suscitado tensiones regionales y ha aumentado el riesgo de accidentes y errores de cálculo", dijo Biden en Tokio el martes después de reunirse con el presidente japonés Shinzo Abe.
Tras la reunión con Biden, Xi afirmó que la relación entre Estados Unidos y China ha empezado bien este año "y ha mantenido en general un impulso hacia un desarrollo positivo". Pero agregó que la situación mundial está cambiando y que se multiplican las preocupaciones en diversas regiones.
"El mundo en general no está tranquilo", afirmó Xi por medio de un intérprete, y agregó que las dos potencias tienen responsabilidades importantes para mantener la paz. "Fortalecer el diálogo y la cooperación es la única opción correcta que enfrentan nuestras naciones".