Días atrás, se celebró en el mundo la noticia de que China había "aplanado la curva" reflejando pocos o ningún caso nuevo de COVID-19 en Wuhan, ciudad donde nació el brote. Pero los medios japoneses Apple Daily HK y 47 news denunciaron que se trata de una mentira más del régimen de Xi Jinping: no hay casos porque ya no testean.
"China ha dejado de hacer pruebas para el coronavirus y por eso no hay 'nuevos' casos locales", informaron, a la vez que acusan que China no sólo mintió sobre el brote, sino que “desapareció” a los médicos y otros expertos en salud que trabajaban en él por alertar al mundo de lo que sabían.
Donald Trump, inclusyo ayer arremetió contra Xi Jinping y lo increpó por haber ocultado información. “Desearía que nos hubiera dicho antes lo que estaba sucediendo adentro. No lo supimos hasta que comenzó a publicarse”, declaró el presidente de Estados Unidos en una rueda de prensa junto al equipo de tarea sobre el coronavirus de la Casa Blanca.
Por esta supuesta negligencia, Beijing sometió a su población a la exposición del virus letal y ahora, que sus muertos se cuentan por miles, intentó contrarrestar las críticas argumentando que había una conspiración en su contra.
Las principales víctimas de este tipo de ocultamiento fueron los habitantes de Wuhan. Recién el 22 de enero, más de tres meses después de iniciada la pandemia, decidió aislar totalmente a la población de esa ciudad para hacerlo posteriormente en la provincia de Hubei.
Las denuncias contra el régimen comunista comenzaron a enfurecer a la población, tras saberse de las amenazas a los médicos que habían advertido sobre el peligroso brote que les recordaba al del SARS que impactó en el mismo país en 2002. El punto más alto de la indignación nació cuando se conoció la muerte del médico Li Wenliang quien había mandado un aviso por chat a sus colegas el 30 de diciembre pasado y pocos días después la policía le hizo firmar un compromiso de que dejaría de “hacer comentarios que perturbaban el orden público”.
El 6 de febrero, finalmente, murió infectado por el COVID-19.
La pandemia del nuevo coronavirus superó este domingo los 300.000 contagios y los 13.000 fallecimientos, según el balance global actualizado a este por la Universidad Johns Hopkins. El virus se ha extendido por 171 países y territorios, dejando tras de sí un total aproximado de 307.341 contagios y 13.049 muertos, según cifras actualizadas hasta las 11 GMT. Por otro lado, el número de personas que han conseguido curarse de Covid-19 asciende a 92.383.