Hasta el momento todas las pruebas apuntan a Juan Bautista Contreras (41) como el autor del asesinato de Carlos Contreras, su padre.
Mientras espera por un adelanto del resultado de la necropsia, el fiscal Javier Giaroli solicitó ampliar las pericias en los elementos incautados durante el procedimiento en la casa de la víctima y en el sitio donde apareció el cuerpo del hombre de 76 años con el fin de evacuar todas las dudas sobre su muerte.
Por eso, recién durante la mañana de hoy resolverá la situación procesal del hijo de Contreras que permanecía en calidad de aprehendido en la comisaría 42. La causa que se investiga es por homicidio agravado por el vínculo.
Carlos Contreras fue hallado dentro de una pileta abandonada en la zona de La Pichana el mediodía del jueves luego de estar desaparecido unas 48 horas. El cuerpo presentaba una herida en la cabeza, marcas de ataduras en las muñecas post mortem y señales que indicarían que fue arrastrado.
Minutos después de encontrar el cuerpo, la Policía detuvo al hijo. Sin embargo, Juan Bautista ya estaba en la mira del fiscal y el allanamiento en la casa donde vivían padre e hijo estaba previsto con antelación.
En paralelo a la búsqueda de Contreras, que supuestamente estaba perdido, la Unidad Investigativa sureña recogió testimonios entre la gente del lugar que describían al ahora detenido como muy violento con su padre.
Mencionaron que un mes atrás Bautista lo tiró en la calle de una piña y después siguió golpeándolo en el piso. Acto seguido lo tironeó de la ropa hasta la casa. También lo habían escuchado gritarle que “lo iba a matar y a enterrar”.
El rastro que siguieron los perros entrenados en percibir RH (restos humanos) desde la pileta donde apareció el cuerpo de "Pirincho" hasta el placard de la casa es uno de los elementos más fuertes que hay contra Contreras hijo.
Una de las hipótesis que maneja Giaroli es que al abuelo lo golpearon en la cabeza estando sentado, lo mantuvieron oculto en el ropero y después lo tiraron en la pileta abandonada.
Cuando hallaron el cuerpo, presentaba una herida en la cabeza pero la boina estaba colocada correctamente y no tenía ningún indicio de que estuviera dañada.
Entre las medidas que ordenó Giaroli, en la tarde de ayer Bomberos desagotó el pozo donde estaba tirado el cuerpo para buscar más evidencias y Policía Científica estaba enfocada en examinar exhaustivamente la ropa y la boina de Contreras.
Además, por la condición física del hombre no podría haber atravesado por sí solo el descampado donde estaba la pileta. Los vecinos aseguraron que solía andar por las inmediaciones buscando leña pero no podía juntar más de dos o tres palitos porque se caía.