Desde hoy y durante tres jornadas se realizará en la Séptima Cámara del Crimen un juicio contra un hombre que llega en libertad pero acusado de un grave delito: homicidio simple con dolo eventual.
Gerardo Juan (73) está señalado como el conductor que en abril de 2012, en contramano, sin la utilización de luces reglamentarias y bajo los efectos del alcohol chocó en el Acceso Este contra un vehículo, lo que causó la muerte de sus tres ocupantes.
El delito por el que se lo acusa tiene penas que van de 8 a 25 años de prisión. A diferencia de la mayoría de los siniestros fatales, cuya instrucción termina como homicidio culposo, la fiscal Mercedes Moya decidió imputar a Juan utilizando la figura del dolo eventual ya que de la investigación se desprendieron detalles de gravedad en cuanto al accionar del imputado.
Por la declaración de varios conductores que se toparon con Juan se determinó que hizo 15 kilómetros en contramano, por el Acceso Este.
Es decir, que tomó el carril habilitado para dirigirse hacia el este pero en sentido oeste.
Esos mismos testigos dijeron que el auto, un Peugeot 307, iba a una velocidad excesiva. Y agregaron que solo llevaba las luces laterales prendidas, no las reglamentarias y que no hacía caso a las señales de los conductores que le advertían acerca de la infracción.
El acusado volvía de San Martín en soledad. La medición de alcohol en sangre determinó que había sobrepasado el nivel permitido: si bien el análisis fue realizado varias horas después del choque, arrojó que cuando se produjo el siniestro tenía 1,33 gramos de alcohol por litro de sangre. Es decir, estaba muy por encima de los 0.5 que permite la ley.
El debate durará tres días durante los cuales los jueces Gabriela Urciolo, Belén Salido y Roberto Chacón deberán evaluar el testimonio de testigos y peritos que participaron de la instrucción.
Muerte triple
A las 2.30 del 21 de abril de 2012, chocaron de frente un Honda City y un Peugeot 307. Fue en el Acceso Este a unos 500 metros de San Roque, en Maipú.
El Honda City era conducido por Pedro Grigor (70), quien iba acompañado por su esposa Marta Isabel Arena (56) y una amiga de la pareja, Graciela Fornabaio (67). En tanto, en el Peugeot iba solo Juan.
Los Grigor circulaban rumbo a San Martín, departamento donde vivían, y Juan a Ciudad, pero por el carril incorrecto.
Algunos de los conductores que declararon aseguraron haber podido esquivar al Peugeot pero Grigor no tuvo la misma suerte.
Los autos quedaron destrozados y por el fuerte impacto Marta Arena murió en el acto mientras que Graciela Fornabaio falleció dos horas más tarde en el hospital Central.
En tanto, Pedro Grigor perdió la vida el 17 de mayo tras casi tres semanas de agonía, en ese mismo centro asistencial. El imputado sufrió severas heridas.
El accidente causó gran conmoción en el departamento de San Martín ya que Marta Arena era una conocida docente y defensora de los derechos de los animales.