Pruebas que están en poder de la Justicia podrían cambiar la suerte de Marisol Silva (21), quien está imputada por la muerte de su marido, José Luis Baltierre (23).
La mujer está acusada de homicidio agravado por la relación de pareja, pero la causa podría terminar como un homicidio en exceso de legítima defensa.
Es que la situación en que se produjo la muerte de Baltierre es particular y tiene condimentos que beneficiarían a la mujer.
En primer lugar, dos testigos -un amigo de la víctima y una amiga de la mujer- declararon que la noche del crimen se habían juntado y tomaron alcohol, aunque no en grandes cantidades.
Luego, el amigo de Baltierre declaró que el hombre era celoso y un tanto agresivo. También declaró que su amigo desconfiaba de la mujer y que en un momento llegó a decirle: "Esta mina me está cagando...".
Marisol Silva declaró luego que en la madrugada del 4 de diciembre, después de una reunión de amigos, el matrimonio comenzó a discutir, lo que derivó en una pelea.
Según la versión de la mujer, Baltierre la tiró al piso no sólo a ella sino también al niño.
Y esto hizo que Marisol tomara un cuchillo y se defendiera.
La versión de que ella fue atacada por el marido se sostiene porque los peritos del Cuerpo Médico Forense detectaron que la agresora tenía 8 lesiones en distintas partes del cuerpo.
Pero también el cuerpo del hombre tiene heridas leves en las manos. Pero fue una herida por arma blanca en el cuello que afectó una de las carótidas, lo que le habría provocado la muerte en cuestión de minutos.
Por lo pronto, el fiscal Gustavo Pirrello, si bien imputó a Marisol por el delito de homicidio agravado por el vínculo, optó por darle la prisión domiciliaria.
La decisión del fiscal se basó en que la imputada tiene a cargo el cuidado de una hija de un año y medio.