La crisis que atraviesan las pymes (chicas, medianas y grandes), es enorme, la economía está estancada y lo estará por un gran periodo de tiempo, ya ni se ensaya la mejoría del “segundo semestre”, sino que se habla de tiempos mayores.
En épocas electorales y con algunos candidatos ya planteados, el futuro parece convocarnos a que encontremos la forma en que haya crecimiento, que se resuelvan los males estructurales de nuestro país, y mientras tanto poder vivir, educarnos, criar nuestros hijos y que nuestra pyme pueda seguir existiendo, dando trabajo y produciendo.
Desde hace varios años y en especial desde 2018, hemos tenido una baja tremenda en materia de consumo y con un crecimiento exponencial de los costos. Tanto los servicios esenciales como el gas, la luz y el agua han sufrido aumentos de miles por ciento, resultando un gasto que muchas veces terminó con un negocio, así como los aumentos en los costos de materias primas, logística e impuestos. Es cierto que los salarios se vieron “retrasados” respecto de la inflación y han sido los empleados “fuera de convenio” quienes han sufrido una merma enorme en los mismos. Esta rebaja salarial, no fue significante a la hora de balancear los costos.
No existe más crédito para pymes y no pymes, no hay posibilidad de financiamiento o de redescuento de cheques, facturas, las tasas rondan el 60/70% anual, no hay ninguna política de estado, ninguna, que apoye a las pymes, parece decirles, “si no podés funcionar al ritmo que queremos, con tu propia plata, sin deudas, sin problemas, tenés que cerrar, a nadie le importa”.
La presión fiscal es enorme, excesiva e incluso más fuerte que cuando asumió el Presidente. En un punto, parecen estar gobernando para otros. Claro está que hay una parte comprometida en avanzar, en sostener, pero para eso tenemos que poder usar herramientas que nos permitan seguir con nuestra industria, nuestra pyme y generar ganancias y empleo.
En materia de Derecho del Trabajo hay varias formas de ayudarnos a bajar costos.
Cierto es que la salida clásica ha sido la de despedir al personal, pero en general no resulta bien, ya que nos quedamos si fuerza para producir. Es una medida que no resiste el tiempo. Las bajas de personal, para reducir costos no es una medida sana y muchas veces va acompañada de la generación de juicios laborales, conflictos colectivos, paros, malhumor interno y conflicto entre empleados, que distrae a los dueños de la generación de negocios, poniendo su tiempo en algo que no están habituados o al menos, algo que se puede evitar.
Hay que hacer políticas internas que permitan bajar el conflicto. Solucionarlo entre todos. Es relevante poder usar lo que la ley nos permite que básicamente debe traducirse en dialogo entre la empresa y el personal y en algunos casos con la participación de los sindicatos, que si bien puede ser conflictivo, hoy todos sabemos que si no ponemos voluntad para seguir, las pymes cierran, la gente se queda sin trabajo, los sindicatos sin afiliados y el Estado sin contribuyentes.
La generación de espacios de diálogo nos van a permitir llegar a acuerdos de desvinculación con pagos del total de las indemnizaciones, pero en cuotas convenientes para todos, esos acuerdos se pueden llevar adelante ante la Secretaría de Trabajo (audiencias espontáneas), con costos muy reducidos y con rápida solución permitiendo que el empleado cobre el Fondo de Desempleo, la continuidad de la obra social, acceso a cursos de actualización y reinserción laboral.
Pero aún mejor son los llamados Acuerdos para Crecer que dentro del marco del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), que si bien han sido bastardeados a lo largo de su historia por implicar la idea de despedir al 50% al personal. Lo cierto es que los referidos acuerdos permiten un mucho mejor y amplio ejercicio de la imaginación que hoy se traduce en políticas de mantenimiento del empleo y la empresa, por lo que se evitan despidos “baratos” y nos ha enseñado a crear políticas de crecimiento en conjunto con el sindicato. Se ha trabajado en todo el país para mantener las empresas y el empleo. Esta forma de actuar se realiza por ante el Ministerio de Producción y Trabajo a cargo de Dante Sica, para empresas con presencia nacional o ante los Ministerios provinciales. Debemos destacar que lo que queremos llegar es a acuerdos que impliquen la baja de costos para las empresas pero sin tocar el salario neto de los empleados, sin despidos. El uso de las suspensiones se reduce, ya que el empleo implica contención, nos hace bien trabajar. Estos procedimientos nos han permitido continuar en forma unida para que las empresas y los empleados, sigamos produciendo y pensando en que podemos, sin esperar grandes cambios en un futuro cercano, generar ciertas ganancias, sin conflictos fuertes, pensando en un país mejor para todos.