Tuvieron que pasar más de treinta rondas de negociaciones en casi 20 años para que se alcance el Acuerdo Comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, lo cual es sin lugar a dudas un paso muy positivo para nuestra región.
El acercamiento entre ambos bloques va a permitir un aumento del comercio y de las inversiones. Estamos abriendo un mercado de 500 millones de habitantes y un ingreso per cápita de 34.000 dólares promedio. Además, pasaríamos a tener acuerdos comerciales con un tercio del PBI mundial. Si lo comparamos con otros países de la región, Argentina sin este nuevo escalón, sólo tiene acuerdos con el 8% del PBI mundial, mientras que Chile tiene con el 88%, Perú con el 81%, México con el 63% y Colombia con el 56%.
Ya se ha dado el primer paso. Ahora viene una etapa en la que se trabajará en el acuerdo técnico y luego en la aprobación del mismo en los parlamentos de cada país del Mercosur y de la Unión Europea. Una vez que entre en vigencia el acuerdo, hay plazos para la eliminación de barreras y desgravaciones arancelarias graduales de hasta 15 años, lo que permitirá la adaptación del sector privado.
Además de contemplar el comercio de bienes, el acuerdo incluye la simplificación de los procedimientos aduaneros, establece reglas para la prestación de servicios y el comercio electrónico, contempla eliminar barreras fitosanitarias, incluye mecanismos para la transparencia en las compras públicas, la protección de la propiedad intelectual e incluye la cooperación internacional.
El acuerdo abre un camino importantísimo, pero también requiere que la Argentina trabaje en la resolución de sus tareas pendientes de la macroeconomía y que son de mucho tiempo como la inflación, recuperar el crédito, las deficiencias de infraestructura, los costos de logística y transporte y los impuestos distorsivos que afectan la competitividad. El acuerdo y la estrategia de insertar a Argentina en el mundo nos obliga ordenar nuestra economía y a trabajar con mucha seriedad.
La Unión Europea tiene acuerdos de libre comercio con casi toda América Latina. México lo tiene desde el 2000, Chile desde 2003. El Acuerdo significa un fuerte impulso para el Mercosur y demuestra su vigencia y que fue capaz de renovarse, negociar con otros bloques y mejorar su funcionamiento.
En cuanto a Mendoza, sabemos que hemos tenido un gran desempeño exportador en otros tiempos y que somos una provincia preparada para exportar. Cuando la Argentina ha generado condiciones para exportar, Mendoza creció más que el país. Cuando Argentina se cierra, Mendoza pierde. Desde 2016 vemos un aumento de las exportaciones, pasando de vender US$ 1.300 millones a US$ 1.350 millones en 2017 y U$D 1.500 millones en 2018, lo que representa 16,6% de aumento en los valores y 29,6% en la cantidad de volumen exportado. Pero en 2012 exportamos por US$ 1.806 millones, el máximo monto alcanzado durante la última década.
Si preparamos a nuestras empresas para que puedan aumentar su competitividad internacional, mejoramos la calidad de nuestros productos, fortalecemos organismos como ProMendoza y si en un proceso de cooperación público-privada asumimos el desafío, hay una gran oportunidad para que Mendoza crezca de la mano del aumento del comercio internacional.
El acuerdo abre un camino importante, pero también requiere que la Argentina trabaje en la resolución de sus tareas pendientes de la macroeconomía y que son de mucho tiempo, como la inflación, recuperar el crédito, las deficiencias de infraestructura y los costos de logística y también del transporte.