Tal como se preveía, fracasó la paritaria entre el Gobierno y los gremios de la Salud, y finalmente estos ratificaron el paro por 48 horas. La medida de fuerza incluye movilización, por lo que mañana se concentrarán frente a la Legislatura desde las 9 y el viernes se trasladarán a Casa de Gobierno. El tercer día de huelga será el jueves 12, la semana próxima, para cuando se prevé una concentración en el kilómetro cero.
Desde los sindicatos no disimularon el malestar y adelantaron que no aceptarán conciliación obligatoria ya que a principios de año hubo una sin ningún resultado. Los tres días de paro previstos serán sin asistencia al lugar de trabajo pero aseguraron que habrá guardias mínimas y la atención será como la de días domingos y feriados.
Las medidas fueron anunciadas después de la reunión que mantuvieron ayer, en la Subsecretaría de Trabajo, la gestión del gobernador Francisco Pérez con representantes de ATE y Ampros.
Luego de menos de dos horas calientes y con negociaciones casi nulas, no se llegó a ningún acuerdo, tal como se preveía, y el sector de la Salud anunció los tres días de huelga con los cuales ya amenazaban desde antes.
Una vez finalizada la reunión, el sector paritario del Gobierno se retiró rápidamente sin dar declaraciones. "No vinieron con nada a la mesa paritaria. Es la misma falta de respuestas que nos vienen dando desde marzo de este año", señaló Raquel Blas, dirigente de ATE.
Luego, en diálogo con Los Andes, Mauricio Guzmán, coordinador del Cuerpo Paritario Central del Gobierno, explicó la postura estatal: "Ellos plantean demandas que para nosotros están respondidas. No vamos a empeñar el funcionamiento del Estado ya que entendemos que el reclamo responde más a los intereses de la dirigencia gremial que al de los trabajadores de la Salud".
Por su parte, Isabel del Pópolo, titular de Ampros, justificó la medida de fuerza ante la falta de respuestas del gobierno: "El problema lo venimos planteando desde antes de 2013. Hemos probado que es un tema al que no se le da solución desde 2008, por lo tanto no se puede dictar una conciliación obligatoria cuando el Gobierno no ha resuelto temas que ya estaban firmados en paritarias y que tienen leyes de por medio incumplidas".
Sin diálogo
Como si hablaran en dos idiomas distintos, ayer las negociaciones entre ambas partes fueron inconducentes. Mientras los gremios de la Salud piden por temas que tienen que ver tanto con políticas económicas como falta de insumos y de personal, el Gobierno no lo entiende así.
Guzmán relativizó aquellos pedidos que no son globales y los vinculó a intereses gremiales. "Nosotros hemos ido dando respuestas parciales a las necesidades que han ido surgiendo. Pero ellos hacen una demanda general por un problema puntual para el que hubo solución en algún momento", indicó el coordinador paritario.
Por otro lado, desde el Gobierno clasificaron los temas globales que hacen al reclamo. "Los puntos centrales son el impuesto a las Ganancias, el 82 por ciento móvil, la equiparación de las asignaciones familiares y la implementación de la ley de concursos", enumeró Guzmán.
Puntualmente, en torno al pedido del 82 por ciento móvil, desde el Gobierno sostienen que el reclamo responde a una bandera política y que en este último tiempo hubo mejoras en los haberes jubilatorios.
Por otro lado, defendieron que "el reclamo por el impuesto a las Ganancias pierde entidad ya que de los cerca de 12 mil trabajadores de la salud, sólo 124 son los no beneficiados por el aumento del mínimo no imponible" que dispuso hace unos días la presidenta, Cristina Fernández.
Blas sostuvo lo contrario en base a este último punto y argumentó que la reciente medida que modificó el impuesto a las Ganancias es sólo un decreto que tiene vigencia hasta diciembre y reclamó que se haga por ley: "Exigimos que además sea retroactivo a dos años. Para nosotros este tema no pierde entidad, tal como dice el Gobernador".