Miguel Pichetto propuso y Jorge Triaca aceptó. Si la semana próxima el Senado aprueba la reforma previsional y en diciembre Diputados la refrenda, las jubilaciones en la Argentina dejarán de subir según una mezcla de recaudación de la Anses con salarios, para pasar a una fórmula que combina inflación y salarios. Es decir que tendrán un aumento menor.
Este acuerdo se produjo ayer tras un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda del Senado, que se extendió por más de cuatro horas y al que asistieron el ministro de Trabajo, Triaca; el de Interior, Rogelio Frigerio, y el de Hacienda, Nicolás Dujovne, y gobernadores.
Los senadores se reunieron para dar dictamen no sólo a la reforma previsional sino también al Pacto Fiscal y a la nueva ley de Responsabilidad Fiscal acordados entre la Nación y las provincias.
El bloque del PJ había pedido especialmente la presencia de los mandatarios en la reunión, como condición para avanzar en las iniciativas.
La nueva movilidad propuesta por Pichetto y aceptada por Triaca es una mezcla entre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec y el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), que mide la variación de los salarios de los trabajadores activos, en una proporción de 70 y 30, respectivamente.
Y la actualización de las jubilaciones se realizaría, tal como quiere el Gobierno, de manera trimestral a partir del mes de marzo. Actualmente es de manera semestral.
La reforma previsional que obtuvo dictamen ayer, además, establece la jubilación optativa a los 70 años.
La nueva fórmula implica un menor aumento para los jubilados en comparación con la ley vigente. Y supone, a la vez, una mejora pobre en relación con la propuesta inicial de la Casa Rosada.
Con este cambio propuesto por Pichetto, en marzo, cuando se aplique la próxima actualización, las jubilaciones mejorarán un 5,7% en vez del 5,2% que resultaba de aplicar la fórmula propuesta al principio por Triaca. Es decir apenas 36 pesos más.
Pichetto conduce el bloque mayoritario del Senado, que integran 36 de los 72 senadores. De modo que el acuerdo con Triaca anticipa una segura media sanción el jueves 31.
Sin embargo, una decena de senadores de esa bancada, los que responden a Cristina Kirchner, rechazarán la nueva fórmula.
Ellos son la mendocina Anabel Fernández Sagasti, la correntina Ana Almirón; la santafesina María de los Ángeles Sacnun; la rionegrina Silvina García Larraburu; el neuquino Marcelo Fuentes; la chubutense Nancy González; las santacruceñas Virgina García y María Ester Labado; el sanjuanino Ruperto Godoy y la chaqueña María Inés Pilatti Vergara.
Este quiebre del bloque en la última sesión ordinaria del año será el anticipo de la nueva composición del Senado, donde todo parece indicar que el kirchnerismo, con Cristina, formará su propia bancada, escindida de la del PJ.
Pacto
Para apoyar explícitamente el Pacto Fiscal estuvieron en el Senado varios gobernadores: la bonaerense María Eugenia Vidal (Cambiemos), la fueguina Rosana Bertone (PJ), el jujeño Gerardo Morales (Cambiemos), el cordobés Juan Schiaretti (PJ), el entrerriano Gustavo Bordet (PJ), el misionero Hugo Passalacqua (Frente Renovador de la Concordia), el salteño Juan Manuel Urtubey (PJ) y el rionegrino Alberto Weretilneck (Frente Grande).
También, los vice de Tucumán, Osvaldo Jaldo (PJ), y de Mendoza, Laura Montero (Cambiemos), y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (Cambiemos).
El chaqueño Domingo Peppo (PJ), el neuquino Omar Gutiérrez (MPN), el riojano Sergio Casas (PJ) y la catamarqueña Lucía Corpacci (PJ), no estuvieron pero expresaron su apoyo por escrito.
El único que no firmó es el sanluiseño Alberto Rodríguez Saá, porque a su criterio el pacto “no es bueno”.
“Este paso es un gran ejemplo de la vocación de diálogo entre el Gobierno nacional y las provincias. Este pacto es fundamental para que las provincias avancemos en el camino correcto”, dijo Montero.
En el Consenso Fiscal se acordó bajar gradualmente impuestos distorsivos, derogar el artículo 104 de la ley de Ganancias -establece que el 10% de lo recaudado debe ser destinado a Buenos Aires-; suspender demandas judiciales contra Nación, y que Vidal retire su demanda ante la Corte por el Fondo del Conurbano Bonaerense.
Otra de arena
Tras los dictámenes favorables al Consenso Fiscal, la modificación de la ley de Responsabilidad Fiscal y la reforma previsional, Pichetto dio una conferencia de prensa en la que anunció el freno al debate sobre la reforma laboral.
El jefe del bloque del PJ dijo que la reforma laboral se discutiría en sesiones extraordinarias ya con la nueva composición del Senado.
El freno obedece a una razón específica: hasta el momento la CGT no ha anunciado su apoyo formal a la reforma laboral, pese a que ya llegó a un acuerdo con Triaca. Y, por su parte, el moyanismo no para de criticarla.
“A partir de las expresiones de Pablo Moyano, que es miembro del Consejo Directivo; y de delegaciones regionales como la CGT La Pampa, no trataremos la próxima semana la reforma laboral (en comisión)”, anunció Pichetto.
Lo acompañaron Daniel Lovera, Rodolfo Urtubey, Pedro Guastavino y José Mayans.