El 2019 es un año de contrastes para Mendoza. Algunas actividades económicas están logrando crecer con firmeza, mientras otras caen de forma estrepitosa. Si bien aun resta que termine diciembre, las estadísticas de los sectores más representativos de la provincia marcan tendencias claras que parecen irreversibles.
De acuerdo a los especialistas, el dólar, la inflación y las tasas de interés han sido los factores macroeconómicos más determinantes, que inclinaron la balanza hacia un lado o al otro, dependiendo del sector. Los Andes seleccionó diez rubros con alta incidencia dentro del Producto Bruto Geográfico (PBG) -estudio que mide el tamaño de la economía de la provincia- para entender cómo se comportaron de acuerdo a esas variables.
Comercio minorista
Las ventas al comercio minorista representan, por sí solas, el 10% del PBG de Mendoza. El 2019 ha sido un año decididamente malo para esa actividad, teniendo en cuenta que fue uno de los sectores más sensibles a la baja del consumo, provocada por pérdida del poder adquisitivo de los salarios y el encarecimiento de los préstamos para consumo (las tasas de interés se dispararon para contener al dólar).
De acuerdo a las estadísticas publicadas por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), en los primeros seis meses de este año se registraron bajas interanuales en las ventas de productos electrónicos y electrodomésticos (-32,8%), juguetes (-24,7%), indumentaria (-10,8%), librerías (-8,9%), patios de comida (-8,8%), ropa deportiva (-6,2%), perfumería (-2%) y esparcimiento (-0,9%). Solo logró crecer el rubro de amoblamientos y decoración (20%), pero su incidencia sobre el total es baja y el comercio minorista en su conjunto sufrió una caída del 11,1% en la primera mitad del año.
Nada hace pensar que la situación pudiera cambiar en el segundo semestre. La caída de los salarios se profundizó, las tasas de interés siguieron siendo elevadas y las medidas "pro consumo" lanzadas por el Gobierno Nacional se concentraron en productos de primera necesidad, dejando de lado el comercio de bienes durables.
Supermercados
Los súpers de Mendoza sí formaron parte de los planes de reactivación de consumo del Gobierno Nacional, pero solo consiguieron atenuar la caída. Según el Indec, entre enero y setiembre de 2019 los supermercados de Mendoza facturaron un 4,8% menos (teniendo en cuenta el efecto de la inflación) que en igual período de 2018.
Las bajas más pronunciadas se registraron en alimentos preparados (-26,4%), productos electrónicos (-24,2%) y el rubro de "fruterías y verdulerías", con una baja del 19,3%.
Ese resultados, para los expertos, fueron motivados por la caída del poder adquisitivo de los salarios y por la elección de los consumidores de inclinarse por otros canales de venta más económicos, como las compras directas a fábrica o a los productores, y los comercios mayoristas.
Hotelería
El contrapunto del comercio, fue la hotelería. El sector aun disfruta del impulso que generó el crecimiento de la conectividad aérea a partir de 2017, tras la remodelación del aeropuerto y la apertura del mercado a empresas low cost. Además, la suba del tipo de cambio, que comprometió seriamente a otros sectores, favoreció la llegada de turistas extranjeros, quienes se encontraron con una provincia con precios "accesibles".
El movimiento del turismo se refleja con claridad en la Encuesta de Ocupación Hotelera del Indec, que demuestra que Mendoza pasó de recibir 463.339 turistas en los primeros nueve meses de 2018 a 512.672 turistas en igual período de este año. La diferencia positiva de casi 50 mil turistas representa un crecimiento del 10,6% en esa actividad.
Desglosado por el origen de los visitantes, se observa que el turismo de residentes (argentinos de otras provincias que visitaron Mendoza) creció 9,2% y el de extranjeros mejoró 13%.
Petróleo
La actividad hidrocarburífera se despega parcialmente de la coyuntura económica que ha afectado a otros sectores. Si bien depende de variables como el dólar y la inflación, se trata de un negocio de largo plazo. Por eso, los resultados que se ven hoy tienen más que ver con las inversiones realizadas hace algunos años, que con lo ocurrido en 2019.
De todas formas, el balance es igualmente negativo. Las estadísticas del Ministerio de Energía de la Nación indican que en los primeros nueve meses del 2019 se extrajeron 2.994.830 m3 de crudo dentro del territorio provincial, mientras que en el período enero-setiembre de 2018 se obtuvieron 3.185.624 m3 (-6%).
Producción de gas
Mucho mayor fue la caída registrada en la extracción de gas, que viene bajando con fuerza desde hace una década. Entre enero y setiembre de 2018 las empresas que operan en la provincia obtuvieron 1.313 millones de m3 de gas y en los mismos meses de este año extrajeron 1.061 millones de m3, lo que dejó un saldo de -19%.
La buena noticia, es que tanto las empresas como el Gobierno Provincial prevén que habrá una recuperación en los próximos años, impulsado por los planes de inversiones que se están desarrollando en la actualidad.
Vitivinicultura
A contramano de la mayoría de las actividades económicas de la provincia, la vitivinicultura logró crecer durante este año. De acuerdo al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) entre enero y octubre las bodegas mejoraron sus ventas 3,4% en el mercado interno, en relación a lo que habían vendido en los primeros diez meses de 2018. Ese repunte fue traccionado principalmente por los botellones de 1.500 cm3 (ganaron cinco puntos de participación) y los vinos multilaminados, que se hicieron más competitivos frente a la cerveza.
También se han recuperado los envíos al exterior, gracias al aumento del tipo de cambio y la mejora de competitividad de los exportadores. Las estadísticas del INV indican que, entre enero y octubre de este año, se registró un crecimiento interanual del 3,7% en los envíos de vino fraccionado, un repunte del 17,7% en vinos a granel y una mejora del 30,4% en mosto.
Construcción
Hasta junio el sector de la construcción tenía su propio contraste, porque la obra pública crecía a ritmo récord, mientras la obra privada caía sin respiro, golpeada por el encarecimiento de los créditos hipotecarios atados a la inflación. Sin embargo, en la segunda mitad del año las obras financiadas con fondos del Estado también comenzaron a retraerse y ya no lograron recuperarse.
De hecho, el acumulado de los primeros diez meses del 2019 muestra una baja interanual del 1,33% en los despachos de cemento a granel, producto que se relaciona de forma directa con la obra pública. El cemento en bolsa -asociado a la obra privada, tuvo en ese mismo período una baja de ventas del 8,61%, de acuerdo a los informes publicados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland.
Sumando ambos productos, se deduce que el sector de la construcción redujo su nivel de actividad en un 3,54% entre enero y octubre de 2019, en comparación con igual período de 2018.
Venta de combustibles
Uno de los resultados más llamativos del 2019 es el que refiere a las ventas de combustibles en las estaciones de servicios de Mendoza. Los datos difundidos por la Ministerio de Energía de la Nación revelan una baja del consumo del 0,3% entre enero y setiembre de 2018 e igual período de este año. Parece una caída menor, pero toma fuerza si se considera que en los últimos doce meses se incorporaron casi 20 mil autos nuevos al parque automotor de la provincia.
Es cierto que la venta de autos 0 km atraviesa una profunda crisis, pero aun así han seguido saliendo nuevas unidades a la calle y por lógica se debería esperar un incremento de las ventas de combustibles. Lejos de esto, retrocedieron 16,9% las ventas de nafta premium y bajaron 0,3% los despachos de gasoil grado 3.
Una parte de lo que se dejó de consumir en las versiones premium fue absorbida por los combustibles más económicos (el gasoil común mejoró 2% y la nafta súper creció 6%), pero aun así el resultado total fue adverso.
De acuerdo a economistas consultados, primero hubo una migración hacia los destilados más baratos debido a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y luego, por el mismo motivo, un cambio del auto por otros medios de transporte, como el micro o las bicicletas.
Ventas de 0 km
El rubro que peor la ha pasado este año, al menos en los números, es el automotor. Las concesionarias han tenido que enfrentar grandes aumentos de precios de las unidades que llegan desde fábrica, a causa de la suba del dólar, y al mismo tiempo han tenido muchas dificultades para ofrecer líneas de financiamiento flexibles a sus clientes.
En consecuencia, las ventas de unidades 0 km se desplomaron un 46% este año, pasando de 28.885 autos patentados entre enero y octubre de 2018 a 15.690 unidades registradas en los mismos meses de 2019, según la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad del Automotor (Dnrpa). Este es, además, el peor desempeño de las concesionarias locales en las últimas diez temporadas.
Tampoco las motos han logrado "escaparle" a la crisis. Los datos oficiales indican que las ventas de este sector se retrajeron 53% en el período analizado. En total, sumando autos y motos, las ventas de vehículos 0 km disminuyeron 49%.
Ventas de usados
El mercado de vehículos usados atraviesa un momento muy diferente. Las subas de precios de los 0 km agrandaron la brecha con los autos de "segunda mano" y eso ayudó a traccionar las ventas. En el balance de los primeros diez meses, en realidad, se observa una mínima caída interanual del 0,1% la cantidad de autos transferidos en Mendoza, pero en este contexto, mantener los números de 2018 se puede considerar como positivo.
Además, las ventas de motos usadas lograron un contundente crecimiento del 22%, lo que permite un balance general positivo (sumando autos y motos usadas) del 2%, pasando de 89.075 transferencias realizadas en los primeros diez meses del 2018 a 91.216 transferencias igual período de 2019.
El contexto general de la economía de Mendoza
Como dejan ver los resultados estadísticos, cada sector económico de Mendoza reaccionó de forma diferente al actual contexto económico. Especialistas consultados por Los Andes, explicaron por qué se ven realidades tan distintas entre un rubro y otro.
El economista Pablo Salvador, destacó lo ocurrido particularmente con el turismo, que se vio favorecido por las fluctuaciones del dólar. "La suba del tipo de cambio favorece la llegada de turistas extranjeros e impide que los argentinos salgan a veranear al exterior. De hecho, el de Mendoza es el segundo aeropuerto por el que más turistas internacionales ingresan al país desde hace unos cuantos meses", indicó.
Ese mismo disparador, para Salvador, provocó la fuerte caída de las ventas de 0 km. "El salto del tipo de cambio hizo que los vehículos se dispararan. Solo hay tres modelos por debajo de los $ 700 mil. Entonces hoy es muy difícil comprarlos al contado y más aun sacarlos con algún tipo de plan, porque hay problemas con los intereses que cobran. El que necesita un vehículo hoy se va al mercado del usado, que sigue siendo caro, pero más accesible que uno nuevo", agregó.
José Vargas, director de la consultora Evaluecon, coincidió con el análisis de su colega y analizó lo ocurrido con la vitivinicultura. "Las dos bruscas devaluaciones beneficiaron al sector, haciéndolo más competitivo e impulsando mucho sus exportaciones. Es lo mismo que pasó con el turismo", comentó, haciendo referencia al poder de compra que las monedas extranjeras tienen en la provincia.
Similar fue la postura de Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, quien opinó que "el vino y el turismo han crecido gracias a la mejora del tipo de cambio, mientras los sectores vinculados al mercado interno se vieron condicionados por la recesión general".