Para cerrar el financiamiento del año, el Tesoro recibió $ 20.000 millones, en forma de adelanto transitorio, del Banco Central. Así surge de la evolución diaria de la base monetaria, en la que se detalla que el pasado jueves 21(última fecha disponible), la autoridad monetaria giró esos fondos.
Estos $ 20.000 millones son parte del monto total que este año se autorizó al BCRA transferir al Tesoro mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 740, de fines de octubre. La cifra final que el Gobierno puede disponer es de $ 400.000 millones.
Estos recursos, al igual que las utilidades de la autoridad monetaria, no se inscriben en las cuentas públicas como un ingreso, por lo que no modifican las cuentas fiscales.
Estos $ 20.000 millones son parte del monto total que este año se autorizó al BCRA transferir al Tesoro mediante el DNU 740, de fines de octubre. La cifra final que el Gobierno puede disponer es de $ 400.000 millones.
Sí, en cambio, es una fuente de financiamiento (se anota bajo la línea, como se dice en las cuentas públicas). De esta manera, con los mercados virtualmente cerrados, el freno en los envíos desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), el último desembolso fue a mediados de julio y el reperfilamiento anunciado en agosto, el Tesoro definió recurrir al uso de los adelantos transitorios del BCRA para cerrar el financiamiento de este año.
Desde el gobierno de Mauricio Macri insisten en que no hay planes de recurrir a todo el financiamiento aprobado en el DNU 740, es decir los $ 400.000 millones.
“Por técnica presupuestaria, la Oficina de Presupuesto incluyó los $ 400.000 millones en el presupuesto para que cuadren las partidas. Pero como mencionamos en otras oportunidades, no hay planes de tomar todos esos adelantos transitorios”, aseguró una fuente oficial.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sostuvo el lunes pasado que mientras la emisión desde el Banco Central para financiar al Tesoro fuera en línea con la demanda de dinero no era inflacionaria. En un contexto de baja preferencia por los pesos, que está en mínimos de los últimos 18 años, la pregunta del millón es cuál sería la emisión que sea coherente con esta demanda de dinero. Además, con el cepo a la compra de dólares, se encienden luces de alerta por un posible ensanchamiento de la brecha cambiaria.
Melisa Sala, economista jefe de LCG, advirtió que usar esta vía de financiamiento “es un riesgo porque la demanda de dinero está muy baja, por lo que la emisión se puede traducir en más brecha cambiaria o directamente en más inflación porque se vuelca a la compra de bienes”.
No obstante, razonó que la última opción que mencionó sería la más deseable ya que podría implicar cierta reactivación. “En 2016 y 2017el BCRA emitió por adelantos transitorios y transferencia del cuasifiscal aproximadamente 1,6% del PBI por año. Reproducir esa cantidad en 2020, me parece demasiado arriesgado”, dijo.
Para este año, el pronóstico que tienen es que haya adelantos transitorios al Tesoro por $ 200.000 millones. Y, para el próximo, estiman que oscilará entre 0,5% y 0,8% del PBI.
Eric Ritondale, de Econviews, calculó que contando que el pago de Lecap (si Alberto Fernández paga post diciembre) les da que los adelantos van a ser mayores en lo que resta del año: de $ 330.000 millones hasta el 31 de diciembre. “Eso sería consistente con un déficit primario de 1% del PBI en 2019”, agregó.
En un contexto de baja preferencia por los pesos, que está en mínimos de los últimos 18 años, la pregunta del millón es cuál sería la emisión que sea coherente con esta demanda de dinero.
Sobre la consulta de si esta vía en inflacionaria o no, cree que no, pero advirtió que va a depender de qué pase post diciembre. “Luego de este año, sabiendo que estás en niveles mucho más bajos que en los últimos años, si sube la brecha cambiaria muestra dos cosas: por un lado, que hay menos tolerancia a los pesos y, por el otro, que puede haber espacio para monetizar si logras confianza”, razonó. “Cuánto te suba la brecha te da una medida de esa menor tolerancia o no”, agregó.