Le costó más de la cuenta, fue un partido durísimo. Pero, el Centro Deportivo Rivadavia sacó a relucir esa chapa de campeón y terminó ganando un partido de esos denominados “chivos”. De esos que no existen margen de error, ya que a la mínima equivocación, el rival aprovecha la situación, saca pecho, se agranda y produce un dolor de cabeza.
En el segundo juego play offs, puso la serie 2-0 ante Villa Mitre de Capital Federal (73-62). Ahora, deberá jugar el próximo jueves en calidad de visitante e intentará cerrar la serie de reclasificación.
Por su parte, en San José, Atenas Sport Club, dio un paso en falso en su sueño de mantener la categoría y cayó ante Del Progreso por 82-72. Ahora, la serie está igualada 1-1 y los próximos encuentros (viernes y domingo) se jugarán en General Roca. El conjunto Apache, está obligado a sumar un triunfo, para estirar por lo menos, la serie a un quinto partido.
Llaver, hijo pródigo
Los grandes aplausos de la noche, sin dudas, se los robó el base juvenil Naranja, Andrés Llaver, quien convirtió 25 puntos en 31' 52'' de juego. El jugador nacido en la cantera del Centro Deportivo Rivadavia, tuvo una altísima ejecutividad en lanzamientos de campos, ya que tiró 11 veces y convirtió en 7 oportunidades (67%). Clave fueron los cuatro puntos que encestó en 8 intentos (50%).
Más allá de la descollante actuación de Llaver, el quinteto de Fernando Minelli sufrió mucho el encuentro. Arrancó abajo con un parcial de 2-16, sin embargo, en los últimos minutos del primer capítulo, con dos contragolpes muy rápidos se puso en juego nuevamente (9-16).
En el segundo capítulo, el trámite del partido continuó de la misma manera. Pero, Rivadavia pudo descontar cinco puntos y se fue al descanso largo, sólo un punto abajo: 29-30.
En el segundo tiempo, el “multicampeón” mendocino sacó a relucir todo su repertorio en ataque. Presencia en la zona pintada y lanzamientos desde el perímetro. Por su parte, Villa Mitre, respondía con ataques estacionados muy elaborados y con mucha paciencia: 49-48.
En el último parcial, Rivadavia, terminó de sentenciar la historia. Fue como un juego de ajedrez. Cada movimiento estuvo muy pensado. Y en esa concentración, sacó su máximo rédito. Ganó el Naranja y quedó a un sólo triunfo de acceder a los cuartos de final para pelear por una plaza en el Torneo Nacional de Ascenso.
Una derrota inesperada
Ni el más pesimista simpatizante de Atenas Sport Club se imaginaba un final en contra. Cayó Atenas por 10 puntos: 82-72 y quedó muy complicado de cara al futuro, ya que deberá robarle un juego en calidad de visitante a Del Progreso, para poder estirar la serie a un quinto partido que se jugaría en el Pozo Apache de calle Viamonte.
A lo largo del partido, el Apache llegó tarde a los cambios de cortinas y a eso lo sufrió desde el perímetro. Lo que Pablo Almendra no había convertido en el primer partido, lo metió anoche. Estuvo imparable el alero visitante que metió 27 puntos. En el último cuarto, metió dos bombas de 6.75, que dejaron sin armas al Apache para reaccionar. Perdió Atenas, pero, no está muerto quien pelea.