Dos viejas locomotoras y vagones de los años 50, que permanecían abandonadas desde hace años en la estación de ferrocarril de Capital, fueron trasladadas a San Martín y serán restauradas por esa comuna que planea convertir los vagones en un restaurante, según un proyecto que ya obtuvo los permisos de la nación para disponer de los coches.
Los enormes vagones de 26 metros fueron desmontados y trasladados en camiones durante el fin de semana y ayer, con la ayuda de potentes grúas las carrocerías fueron ensambladas en un sector del parque Sarmiento (entre Balcarce y Viamonte), frente al canal de riego que atraviesa toda la ciudad de San Martín y a una cuadra del municipio.
Ahora comienza la tarea de recuperar el brillo inicial de los vagones, aunque no para trasladar pasajeros sino para abrir en ellos un proyecto gastronómico, con el que la comuna de San Martín busca sumar un atractivo turístico a la ciudad, cuyo microcentro fue remodelado hace un par de años.
"El concepto es el de generar pequeñas cosas para que la gente tenga motivos para venir a San Martín", dijo el intendente Jorge Giménez y completó la idea: "Nuestro departamento no ha tenido la bendición de contar con ríos o montañas y entonces, a los atractivos los hemos tenido que desarrollar con esfuerzo e imaginación".
La idea de armar un proyecto gastronómico en el interior de dos vagones de pasajeros fue una propuesta que Giménez lanzó a su gabinete hace cuatro años y desde entonces, poco a poco, el asunto ha ido tomando forma. "Lo más complejo ha sido obtener la autorización de la nación para disponer de los vagones", explicó Darío Álvarez, jefe del área de Obras Públicas de la comuna, quien adelantó que el complejo tendrá capacidad para unos 150 clientes.
Así, una vez obtenido el permiso para trasladar y refuncionalizar los coche-motor que se encontraban abandonados en la estación central, la comuna comenzó los preparativos para mudarlos de casa, y lo primero que montó fue un tramo de 70 metros de vías de ferrocarril, paralelo al canal de riego que cruza la ciudad y en el sector del parque Sarmiento donde se ubicarán los vagones.
Este fin de semana se organizó el traslado en camión de ambos vagones, aunque debido a las dimensiones de los aparatos, no se pudo hacer por ruta 7 y hubo que desviar el convoy por Lavalle. "Con la carga encima, los camiones habían quedado muy largos, casi de 45 metros, y no había cómo salir por el acceso Este, por lo que tuvimos que desviarnos por la Costanera hacia Lavalle, luego por Costa de Araujo, Carril Chimbas y entrar a San Martín por Montecaseros", explicó Ricardo Ortellado, jefe de transporte de la empresa que trasladó los vagones.
Montar las naves demandó mucha logística, el cierre de las calles aledañas y toda una mañana de trabajo. "Estoy sorprendido y me han devuelto un pedazo de mi historia, porque yo en los años 50 viajaba en estos trenes entre Maipú y San Martín para estudiar", contó Carlos Cabrera (72), uno de los tantos curiosos que se arrimó a ver el trabajo de las grúas. Ahora, con los vagones finalmente ubicados en su nuevo destino, viene la etapa de la restauración, que se hará de modo artesanal, recuperando el estilo original que tenían los vagones y montando mesas, sillas y barras en su interior.
"Junto a los vagones y sobre el canal de riego, vamos a simular una estación de tren donde estará la cocina del complejo, el depósito, los sanitarios y también una terraza", detalló Álvarez y señaló que será concesionado e inaugurado en el primer trimestre de 2015.
