El viernes pasado se hizo pública la investigación liderada por el geólogo Marcos Moreno Switt, de la Universidad de Concepción. Allí anunció un terremoto de 8 grados o más, que posiblemente produzca un tsunami. Las zonas comprometidas serían la Región de Valparaíso y el sur de la Región de Coquimbo.
Ante esta información, sus colegas salieron a aclarar que este esudio no se trata de un anuncio o predicción sino que es una posibilidad por los movimientos de las placas que se encuentran sobre la superficie de Chile.
El geólogo Cristian Farías hizo pública su explicación sobre la investigación realizada por Moreno.
El fundamento
En Chile la gran mayoría de los grandes terremotos se producen debido a la subducción de la placa de Nazca con la Sudamericana. Durante un terremoto ellas se mueven súbitamente respecto a la otra, y luego se bloquean, acumulando tensión.
Por bloqueo se entiende que ya no se mueven una respecto a la otra, sino que están “pegadas”, pese a que ellas se quieren mover.
Por lo mismo, se acumula mucha tensión. Este “bloqueo” se ha medido, identificando zonas de Chile más bloqueadas que otras (en negro).
Lo interesante es que muchos de los grandes terremotos han ocurrido en zonas altamente bloqueadas, lo que tiene sentido, ya que son las que acumulan la mayor tensión.
Un ejemplo claro es el terremoto del 2014, de Iquique, que ocurrió en una zona donde las placas están muy bloqueadas.
La aclaración
El que haya ocurrido un terremoto de magnitud 8 o 9 en el pasado no impide tener otro en el futuro.
Después de que se libera la tensión, la zona vuelve a bloquearse, y se vuelve a acumular. Puede ocurrir un terremoto de magnitud 8, y aún dejar un remanente, y así hasta que en algún futuro se tenga otro megaterremoto.
El último megaterremoto frente a las costas de Valparaíso ocurrió en 1730, y se ha planteado que rompió la corteza desde Coquimbo hasta Concepción. Enorme.
Desde allí ha habido una larga secuencia de terremotos, pero no se ha liberado toda la tensión que se ha acumulado.
Y frente a Valparaíso hay una zona muy bloqueada. Más aún, Marcos Moreno y sus colegas han visto que, en varios casos, la sismicidad de la zona tiende a "rodear" la región altamente bloqueada (lo que llaman aspereza), en los años antes de que la tensión de ella se libere.
Y eso es lo que se ha visto en la aspereza frente a Valparaíso. Ahora, esto no dice que el terremoto vaya a ocurrir mañana, en un mes, en un año, o en una década. No se puede predecir. Tampoco dice que se vaya a romper toda la zona de la aspereza de una sola vez.
Tampoco hay que creer que una secuencia de terremotos de magnitud 7 “salvará” a todos. Uno de magnitud 8 es 32 veces más grande, por lo que necesitaríamos 32 de los M 7 para poder soltar “suavemente” toda la tensión acumulada.
Así entonces, lo fundamental es entender que estamos frente a un escenario que puede traer muchos problemas. El terremoto va a ocurrir en algún momento. Será responsabilidad de la sociedad y decada persona, el cómo se va a enfrentar.