Uno de los temas que más pesan en la agenda del Gobernador es su propia reelección, si no fuera el más importante. Con el fin de desentrañar este discutidísimo punto es imprescindible establecer un marco adecuado, para que una opinión sea más una ayuda que una crítica despiadada. ¿En qué marco se da? ¿Qué forma de gobierno es la mejor?
Para esto, unas brevísimas consideraciones de lo que ordenan las Constituciones nacional y provincial.
La primera dice: "La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana federal..."
La nuestra expresa: "La Provincia de Mendoza es parte integrante e inseparable de la Nación Argentina y la Constitución Nacional es su Ley Suprema. Su autonomía es de la esencia de su gobierno y lo organiza bajo la forma republicana representativa, manteniendo en su integridad todos los poderes no conferidos por la Constitución Federal al Gobierno de la Nación".
O sea que sobre este punto de democracia representativa, republicana y federal no hay mayores discusiones.
Características
Precisamente las características más importantes de este sistema de gobierno son: división de poderes, soberanía popular, igualdad ante la ley, periodicidad del mandato de los funcionarios y publicidad de los actos de gobierno. Además tenemos un sistema representativo. El art. 22 de la Constitución Nacional dice: "El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución". Lo mismo expresa el art. 9 de la Carta Magna de Mendoza.
Periodicidad de los mandatos
El punto que más molesta es la rigidez aparente de la Constitución de Mendoza para los dos cargos más altos del Poder Ejecutivo: Gobernador y Vicegobernador.
El límite lo pone el art. 115: "El Gobernador y el Vicegobernador no podrán ser reelegidos para el período siguiente al de su ejercicio. Tampoco podrá el Gobernador ser nombrado Vicegobernador, ni el Vicegobernador podrá ser nombrado Gobernador. No podrán ser electos para ninguno de estos cargos, los parientes de los funcionarios salientes, dentro del segundo grado de consanguinidad o afinidad. El Gobernador tampoco podrá ser electo Senador Nacional hasta un año después de haber terminado su mandato".
¿Por qué aparente? Porque nada impide que, cuatro años después de haber dejado el cargo, pueda ser reelecto. Caso contrario, jamás podría haberse presentado Roberto Iglesias en 2011 como candidato a la Gobernación por segunda vez. El artículo dice: "? para el período siguiente al de su ejercicio". O sea que no prohíbe otro período.
Para dejarlo claro: la Constitución de Mendoza permite la reelección de los cargos de Gobernador y Vicegobernador pero no para dos períodos consecutivos sino alternados.
Caso curioso
Propongo un "juego democrático" de suposición. Imaginemos que Santiago Felipe Llaver, electo el 30 de octubre de 1983 (asumió el 10 de diciembre de ese año) hubiera logrado modificar la Constitución local permitiendo aunque sea una reelección consecutiva. Supongamos también que todos los gobernadores que lo sucedieron, hasta Celso Jaque, hicieran uso de esta prerrogativa.
Períodos posibles de cada uno: Llaver: 1983-1987/1987-1991; Bordón: 1991-1995/1995-1999; Gabrielli: 1999-2003/2003-2007; Lafalla: 2007-2011. Aquí debemos hacer un corte porque hoy estaríamos casi en la mitad del segundo período de Lafalla, quien finalizaría en 2015. ¿Cómo podría haber seguido? Iglesias: 2015-2019/2019-2023; Cobos: 2023-2027/2027-2031; Jaque: 2031-2035/2035-2039.
Especulemos con que Francisco Pérez hubiera seguido militando, pese a su edad y el pueblo de Mendoza le otorgara el crédito con 72 años de edad.
Hubiera sido un gran espaldarazo para él pero en su partido político hay jóvenes que tienen grandes ansias de ser Presidente ya no gobernadores (¿por qué no?) con menos de 50 años. Pregunten a Amado Boudou o a Abal Medina.
Con menos de 60 podríamos mencionar a los senadores Pichetto o Aníbal Fernández. Cristina asumió como Presidente con 54 años y Néstor con sólo 53 años (nació el 25 de febrero de 1950). Si la periodicidad de los mandatos le dio la posibilidad de "estar en el bronce" con 45 años de edad ¿por qué se queja ahora? No hubiera sido lo mismo asumir como Gobernador con 45 años que con 72 años. ¿O los derechos empiezan cuando él llega al cargo de Gobernador?
Bien común
Si hay una frase que desapareció de la política ya hace más de 20 años es el "bien común", que magistralmente el Concilio Vaticano II enseñó: "El poder debe ejercerse dentro de los límites del orden moral para procurar el bien común según el orden jurídico establecido o por establecer".
Quienes iniciamos estudios universitarios a los pocos años de concluida esa enorme asamblea mundial del catolicismo, nos empapamos y aprendimos sobre el bien común, desarrollándolo con más o menos fuerza en la universidad o en el barrio San Martín, al lado de "Macuca" Llorens y quienes lo sucedieron. Luego, en 1973 vino otra etapa más política hasta que nos marginaron el 24 de marzo de 1976. Luego, la nada. Fuimos expulsados de tan hermosa tarea comunitaria y a muchos ya no nos quedaron fuerzas para persistir en la política.
Conclusión
El bien común fue remplazado por "el sentido de la oportunidad", la "carrera política" (en contraposición con la vocación política). Entonces, en nombre de esa carrera política (como si fuera maratón), no les hace mella presentarse a un cargo, abandonarlo antes de la finalización del mismo, escalar a cualquier precio, "arreglar candidaturas" como un tome y daca.
El señor Francisco Humberto Pérez Palmieri, abogado matrícula 4764, hoy Gobernador de Mendoza, debería ocuparse (y perdonen la petulancia) de terminar bien su mandato, concentrado sólo en la gestión; tomarse un respiro de 4 años en el Congreso de la Nación como diputado nacional, estudiar mucho y, con suerte, a los jóvenes 52 años, presentarse nuevamente como candidato a gobernador o, quién les dice, Presidente de la Nación Argentina. Así sí me parecería bien porque no dudo de sus buenas intenciones.
Entonces pasaría del bronce a la medalla de oro sin manosear a nuestra querida Constitución.
