Son apenas un puñado de osados. Néstor y Cristina Kirchner no se caracterizaron por incorporar a sus gabinetes dirigentes con caudal electoral propio. Aun así, con el final del mandato de la Presidenta a la vista, cuatro funcionarios del Gobierno nacional se lanzan a la búsqueda de una candidatura y un destino para después de 2015.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, anunciaron que darán la pelea por la Presidencia y por la jefatura de Gobierno porteño, respectivamente.
Y el titular de la ANSeS, Diego Bossio, y el ministro de Salud, Juan Manzur, se aprestan a luchar por las gobernaciones de Buenos Aires y Tucumán.
Como ya lo viene haciendo buena parte de los precandidatos presidenciales, Randazzo viajó este fin de semana a Estados Unidos. Sus colaboradores se preocuparon por subrayar las diferencias: "Florencio no viaja buscando reuniones con nadie ni para promocionar ninguna candidatura sino sólo por temas de gestión", aclaran.
Invitado por la Organización Mundial de la Salud, Randazzo expondrá en Nueva York las medidas tomadas para la reducción en la cantidad de muertos en accidentes viales en los últimos años y se reunirá con especialistas en Transporte de la Universidad de Michigan.
El ministro del Interior apuesta a que la renovación de los DNI y la que está llevando a cabo en el sistema ferroviario se conviertan en su ancho de basto y de espada en la disputa por la candidatura presidencial del FPV.
Sus asesores se entusiasman con su crecimiento en las encuestas y confían en que el año próximo sea el único posicionado para darle pelea a Daniel Scioli. "Florencio no va a ser gobernador de Scioli ni de Massa. O va para presidente o se vuelve a su casa", rechazan las versiones sobre una candidatura bonaerense.
Bossio comenzó con sus recorridas por el territorio bonaerense y se prepara para lanzar su precandidatura a gobernador después del Mundial. Será el primer cargo electivo al que postulará este economista de 33 años con un bajo nivel de conocimiento en la opinión pública.
Cuenta con una ventaja: ninguno de los postulantes a la gobernación levanta vuelo en las encuestas; y algunos activos importantes: maneja una de las principales cajas del gobierno (el presupuesto 2014 de la ANSeS es de $441 mil millones) y coordina programas de fuerte arraigo como Procrear (viviendas), Progresar (estudio) y Conectar Igualdad (computadoras).
Si las plantillas de empleo de las oficinas de la ANSeS son su lazo con La Cámpora, la misma agencia y la dirección de Gestar (el instituto de formación política del PJ) le otorgaron una relación estrecha con gobernadores e intendentes que espera inclinen la balanza en su favor.
Manzur es la única carta con la que cuenta José Alperovich, sin posibilidad de reelección, para darle continuidad a su dinastía en Tucumán. El ministro de Salud nacional es vicegobernador en uso de licencia.
Sin estructura propia y poco conocido para los propios tucumanos, Alperovich le pidió que regrese este año a la provincia para comenzar a recorrerla juntos. Manzur aguarda la autorización de Cristina Kirchner para dejar su puesto.
Se acerca el 2015: más funcionarios blanquean sus planes sin Cristina
Randazzo se ilusiona con la Presidencia. Bossio y Manzur, en cambio, quieren ser candidatos en sus respectivas provincias.
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