Hay que saber que el aceite de coco es un excelente remedio para tratar la resequedad, las heridas de la piel, la dermatitis, los piquetes de insecto, las infecciones cutáneas o mucosas, entre otras muchas dolencias. Si no tienen alergia al coco, les recomiendo probar todos sus beneficios.
Lo primero: consigan un aceite de coco orgánico certificado. Recuerden que la absorción cutánea es tan eficaz como la ingesta de sustancias; más vale invertir en productos que no sean tóxicos. El aceite de coco suele venderse en botes más o menos grandes y en estado semisólido. Les recomiendo dividir el total en pequeños botes de vidrio (reciclados y bien lavados) que puedan tener a la mano en cada sitio para los distintos usos: el baño, la cocina, la bolsa y la habitación. Al igual que con otros productos de higiene y cuidado corporal, es importante no mezclar los usos.
El buen aceite de coco no es barato, pero de acuerdo con mis cálculos, dura el doble que una crema corporal. Por otra parte, tiene un olor neutro y puede mezclarse con aceites esenciales, como lavanda, jazmín, menta o rosas, que además de oler delicioso, producen bienestar.
Usar aceite de coco como crema para el cuerpo tiene muchas ventajas: no se necesitan grandes cantidades para cubrir toda la piel y, aunque al inicio se siente un poco grasoso, en cuestión de segundos se absorbe y deja la piel suave, protegida y sin sensación aceitosa o pegajosa.
El aceite de coco puede llevarse perfectamente en la bolsa y usarse para hidratar manos y labios. Les recomiendo reutilizar las pequeñas latas de ungüentos, de esas que cierran herméticamente, y rellenarlas con aceite de coco. También pueden añadirle un poco de colorante natural para darle un poco de color a los labios y las mejillas.
El aceite de coco también es una excelente alternativa para desmaquillarse. Frota un poco de aceite en tus manos, se derrite de inmediato y puedes aplicarlo después sobre tu rostro. Retíralo con una toallita húmeda y agua caliente o con un pañuelo desechable.
Si tienes cabello ondulado o rizado, prueba peinarte con aceite de coco. Después de lavarlo, deja que seque un poco al aire libre, cuando comience a esponjarse, ponle aceite de coco como si fuera la típica crema para peinar. Te ayudará a controlar el frizz sin dejar sensación grasosa. Úsalo también como mascarilla nocturna para el cabello.
Aunque no lo creas, también puede usarse para desmanchar los dientes. Después de lavarlos, toma un poco de bicarbonato y mézclalo con aceite de coco, talla y enjuaga como de costumbre.
Para compartir. Si te gustan los masajes, te recomiendo ampliamente el aceite de coco, puedes usarlo en todo el cuerpo y tiene la textura exacta. Si tu chico ya no tiene crema para afeitarse, puede usar aceite de coco, que protege e hidrata al mismo tiempo. Y si tu bebé tiene la piel delicada, olvídate de los productos caros y prueba con aceite de coco. Y si estás amamantando, pruébalo también como hidratante para los pezones.