En una de las salas del tercer piso de la Cuarta Brigada Aérea de Mendoza más de una decena de militares hablan entre ellos, intercambian opiniones, acuerdan y miran las dos pantallas que se despliegan en la pared: una con una lista de misiones (en verde las cumplidas y en gris, en ejecución) y la otra con la visualización de distintos vuelos en acción. Si bien se comunican español, no hay un único acento y por momentos se siente el hablar de un dominicano, de un estadounidense y de un brasileño. Las banderas colocadas en el brazo izquierdo de sus uniformes permite conocer la procedencia. Piensan y actúan con rapidez para ejecutar las acciones necesarias y brindar ayuda humanitaria luego de un terremoto ocurrido en el noroeste de Colombia, al que le siguió un incendio producto de la rotura de un gasoducto y una réplica que provocó un tsunami. Pero ese terremoto nunca ocurrió.
Se trata de una situación ficticia que es parte del Ejercicio Internacional Cooperación VI y se está llevando a cabo en nuestra provincia con 120 personas de 12 países de todo el continente americano. Junto con nuestro país, forman parte del Sistema de Cooperación entre las Fuerzas Aéreas Americanas (Sicofaa) que promueve el entrenamiento para actuar de forma coordinada en caso de desastre natural. En conjunto ya han actuado en Chile en el terremoto de 2010, en Ecuador en el de 2016 y en Perú en las inundaciones de 2017, entre otros.
Cooperación ante el caos
El simulacro en Mendoza comenzó el pasado miércoles y finalizará este viernes. Es un ejercicio virtual, ya que no involucra movimiento de aviones y funciona como preparación para el ejercicio con medios, en agosto del año que viene en Colombia.
"Se realizan este tipo de ejercicios de cooperación para estar preparados, ya que en caso de desastre natural se conforma una fuerza, un estado mayor combinado, que asiste en la emergencia en el país donde ocurre", explicó el brigadier Alejandro Maroni, director del ejercicio.
El oficial remarcó la importancia de la preparación, ya que ningún territorio está exento de sufrir una catástrofe. "Es fundamental el medio aéreo: es el más rápido y en algunos lugares es el único que puede acceder", enumeró.
Planificación estratégica
Esta primera sala descripta con pantallas y visualización de vuelos -también conocida como celda de operaciones en desarrollo- es en realidad el último eslabón de una larga cadena. Previamente se llevan adelante una serie de tareas estratégicas distribuidas en celdas conformadas por el personal de las fuerzas armadas americanas. "En esa integración hay gente de todos los países, pero en general el jefe es del país anfitrión, donde ha ocurrido el desastre", detalló el comodoro Máximo Robertson, subdirector del ejercicio durante un recorrido que realizó por las instalaciones donde se llevó a cabo la simulación. El objetivo es que la ayuda al lugar de la catástrofe se haga de la manera más ordenada posible, en un contexto de reinante caos.
La celda inicial es la de inteligencia, que busca analizar la situación y relevar cómo se encuentra la infraestructura luego de lo ocurrido. "Es un paso necesario para que la planificación se enfoque donde se necesita y se puedan controlar situaciones inesperadas", detalló el militar, y precisó que se analizan carreteras, puentes, helipuertos, entre otros. Justamente en esa sala colmada por unas 10 personas se destaca la presencia de un mapa que marca en rojo la zona afectada por el terremoto con todos estos elementos marcados.
En segundo lugar se recorrió la celda de evaluación y lecciones aprendidas que realiza un seguimiento constante del ejercicio para hacer notar las fallas con la intención de mejorarlas para cuando la catástrofe sea real. "Hay correcciones sobre la marcha y otros para modificar la doctrina común para que se utilice de la mejor manera", añadió Robertson.
La parte militar
Una tercera celda conocida como "Civic" es la que coordina las relaciones cívico militares que son indispensable en este tipo de escenarios. "No trabajamos solos. Estamos sometidos a las necesidades de lo que se planifique a nivel nacional, que es el principal órgano responsable de llevar la ayuda humanitaria", manifestó el comodoro. Allí reciben los requerimientos de los distintos organismos fuera del ejército para paliar la catástrofe.
Con estos requerimientos comienza la etapa de planificación donde se establecen prioridades para ir atendiendo. “Hay requerimientos inmediatos, como el traslado de una persona que tiene heridas múltiples, pero en general se trata de planificar con un proceso de 48 horas”, aclaró el responsable del recorrido.
Más adelante, en un segundo y en un tercer nivel del edificio se ubica el Centro de Operaciones Aérea Combinada que se encarga, primero de planificar y coordinar la logística y luego de ejecutar en la celda de operaciones en desarrollo.
Allí tienen que cumplir las "air tasking order", requerimientos de vuelo previamente planeados, así como los urgentes que van surgiendo en el momento. "En este tipo de situación de catástrofe los primeros días trabajan en su mayoría con operaciones inmediatas y con el paso de los días se incrementan las planificadas. En este momento del ejercicio estamos en un 60% de inmediatas y un 40% de planificadas", detalló el comodoro Martín Gómez, director del Centro de Operaciones Aérea Combinada, quien destacó que al final del día se reportan las operaciones ejecutadas, así como aquellas que quedaron pendientes para seguir adelante con la planificación de las jornadas siguientes.
El software es argentino
En el Ejercicio Internacional Cooperación VI se utilizó un software creado por la Fuerza Aérea Argentina conocido como MULA por sus siglas Módulo Único de Logística Aérea. "El Sicofaa adoptó el MULA como software oficial para la gestión de operaciones, que fue creado íntegramente por nuestra Fuerza Aérea", destacó el comodoro Máximo Robertson, subdirector del ejercicio.
El oficial también comentó que si bien de estos ejercicios participan miembros de toda América, se adoptó de manera oficial el español, por ser el que se habla en mayor cantidad de países participantes.
21 países
El Sistema de Cooperación entre las Fuerzas Aéreas Americanas (Sicofaa) está compuesto de fuerzas aéreas de 21 naciones americanas y tiene la misión de fomentar el intercambio de experiencias, conocimiento y adiestramiento para ayudar a edificar las capacidades de sus fuerzas aéreas miembros.