En lo que va del año, en nuestra provincia se han registrado 164 fallecidos involucrados en siniestros viales. De ellos 62 ocupan la franja etaria de los 18 a los 30 años lo que equivale aproximadamente a un 40% del total. En cuanto a los menores, vale decir que fueron 16 los que perdieron la vida en Mendoza (10%).
Los números son preocupantes ya que según datos de la ONG Luchemos por la vida, los jóvenes de 13 a 24 años constituyen el 27% de las víctimas fatales en el tránsito. Con lo cual, la provincia estaría por sobre la media del país.
Además, desde esta ONG nacional destacaron que en la mitad de los siniestros con víctimas fatales está presente el alcohol. En tanto, en medio de las fiestas por el día de la primavera y el estudiante, pese a los operativos, tres personas fallecieron teniendo al alcohol como común denominador de las causas.
Respecto de los porcentajes de las otras franjas etarias a nivel local vale decir que 25% corresponde a los fallecidos incluidos entre los 31 y los 50 años (unas 40 personas) e igual porcentaje para los mayores de 51 años.
Más vulnerables
Mes por mes se observa que en enero hubo 20 fallecidos, en febrero 15, en marzo 22, en abril 19, en mayo 23, en junio 21, en julio 12, en agosto 22 y en lo que va de este mes 11 personas perdieron la vida.
Como se dijo, en muchos casos el alcohol estuvo presente y casi en su mayoría las víctimas fueron jóvenes menores de 30 años. La pregunta que lleva a hacerse es porqué pese a las campañas los jóvenes se descuidan cuando salen a divertirse. Recordemos que conducir bajo los efectos del alcohol multiplica por 46 las probabilidades de sufrir un accidente.
Según Hugo Fiorens, coordinador de Voluntarios en Red la mayoría de las veces en las que un conductor determinado bebe y conduce no suele acabar sufriendo un accidente. "Por ello, es muy fácil que dicho conductor llegue a pensar que no hay peligro y repita este comportamiento cada vez con más frecuencia. Desgraciadamente, si beber y conducir se convierte en algo habitual, que el accidente se produzca es una mera cuestión de tiempo", advierte el especialista.
Por otra parte agregó que en los jóvenes los efectos del alcohol sobre la conducción son más relevantes. "Las características asociadas a la propia juventud es decir, menos experiencia en conducir, consumos elevados los fines de semana, consumo de otras sustancias, conducta desinhibida, hacen que este grupo de edad sea particularmente vulnerable", añade. Se estima, además, que el riesgo relativo de sufrir un accidente mortal con alcoholemias de 0,8 g/l es máximo entre la población de 16-17 años (165 veces) y entre la de 18-19 años (70 veces).
En tanto, según Luchemos por la Vida, divertirse y pasarla mejor es lo que más motiva a los jóvenes a beber y conducir. El dato surge de una encuesta a estudiantes de entre 15 y 18 años en la provincia de Buenos Aires.
Según sus respuestas, desde Luchemos aseguraron que el primer motivo es el mencionado con un 23% de las respuestas, seguido del deseo de desinhibirse y tener más confianza en si mismos (18%) y por presión del grupo para formar parte del grupo (16%).
Respecto de este último detalle, desde la ONG señalaron que parte de los beneficios percibidos de alcoholizarse, en el marco de un beneficio que es previo e indispensable para disfrutar esos momentos, es sentirse parte del grupo. "En otros estudios, muchos jóvenes reconocen que no les gusta beber, pero lo hacen igual para no ser excluidos de su grupo", aclaran.
Además agregan que para el imaginario social del grupo, basado en experiencias propias, pero también en hábiles mensajes publicitarios de bebidas alcohólicas, para divertirse es necesario estar alcoholizado, ya que de ese modo, se pueden superar los miedos e inseguridades personales, ser exitoso y pasarla bien.
Efectos negativos
En la encuesta de Luchemos por la Vida se les preguntó a los jóvenes respecto a los efectos negativos del alcohol y manifestaron una larga lista de ellos. No obstante, un alto porcentaje de los jóvenes -afirman- valora más los efectos positivos de alcoholizarse que los negativos, y actúan en consecuencia. Además ignoran que sus efectos en ellos son mayores.
Por ejemplo, el informe rebeló que 47% no conoce el límite de alcohol tolerado y que 65% no cree que un vaso no afecta su capacidad de conducir. "Los fines de semana 46% de los jóvenes conduce alcoholizado", aclara la encuesta.
Según indicó Fiorens la mayoría de ellos ignora que el alcohol los afecta más que a los adultos. "Los jóvenes menores de 17 años, tienen menos enzimas metabolizadoras del alcohol en el hígado, por lo que la intoxicación resulta más fuerte y dura más tiempo. Su cerebro está en formación y el consumo de alcohol en gran cantidad, en forma reiterada, puede ocasionar daños irreversibles en áreas claves, como las que regulan la atención, la memoria y por ende la capacidad de aprendizaje", informó.
Por otra parte, muchos de los jóvenes beben grandes cantidades de alcohol para intentar así encubrir sus problemas personales y reducir la angustia, el cansancio, la tensión y las inseguridades internas, muchas propias de la edad.