Accidente fatal en una escuela de San Martín

Fue en la 1-055 Corrientes, en reparación desde enero. Un joven obrero cayó de un techo y murió. Investigan lo ocurrido. Sin actividad escolar hasta el lunes.

Accidente fatal en una escuela de San Martín

Un obrero que trabajaba para la empresa Palazzini, una constructora que desde enero realiza trabajos de reparación en la escuela 1-055 Corrientes, de San Martín, cayó desde uno de los techos del establecimiento y falleció en el lugar.

Mientras se investiga lo ocurrido, la Dirección General de Escuelas decidió suspender las clases en el establecimiento hasta el miércoles inclusive, por lo que si se tiene en cuenta los feriados de Semana Santa, los casi mil alumnos que allí concurren volverán a las aulas recién el lunes.

El obrero fallecido fue identificado como Rodrigo Pérez, un joven de 28 años que cayó al vacío desde unos cuatro metros de altura, mientras realizaba trabajos de restauración en un sector del techo de la escuela.

El joven fue auxiliado pero falleció en el lugar. Lo que ahora se está tratando de determinar es si Pérez tenía colocado algún arnés de protección y en todo caso, establecer la responsabilidad de por qué no lo estaba utilizando.

El accidente ocurrió minutos después de las 12 y el joven obrero cayó hacia uno de los patios externos de la escuela, lo que provocó un gran alboroto en el establecimiento y el reclamo de medio centenar de papás, que se reunió frente al ingreso para pedir medidas de seguridad.

"Mi hija cursa 6º grado y los papás nos estamos manifestando por seguridad para los chicos, ya que la obra se está realizando mientras ellos tienen clases", explicó Rubén Chirino: "Ha ocurrido un accidente fatal producto de una negligencia, que habrá que ver si es responsabilidad de la empresa o del operario por trabajar sobre los techos sin elementos de seguridad. En cualquier caso, eso demuestra que no hay seguridad, especialmente para los alumnos que están debajo".

Desde la Dirección General de Escuelas se garantizó el cuidado de todos los alumnos: "Esta obra se organizó para que la empresa constructora entre por un lugar vallado, que no tiene contacto con los chicos y lo mismo ocurre cuando trabajan en los techos, en ningún caso los obreros tienen contacto con los alumnos", subrayó Hugo Martín, delegado de la DGE en la región.

"Lo que los papás han planteado -agregó el funcionario- es que los trabajadores no tenían medidas de seguridad, pero eso es algo que escapa a la DGE. Nosotros hacemos la licitación, hay alguien que la gana, comienza a trabajar y tiene que hacerse cargo de sus obreros.

La Subsecretaría de Trabajo deberá investigar si no usaba protección y por qué. Lo que yo puedo garantizar es que desde que comenzó la obra no ha habido un solo inconveniente con los chicos, no ha habido un solo peligro para los alumnos".

Hugo Martín informó además que las clases en la escuela Corrientes serán suspendidas hasta el miércoles: "Y después vienen los feriados, Hay que chequear todo y que se aclare qué es lo que ocurrió, pero yo quiero subrayar que los alumnos nunca han estado en peligro porque la obra se planificó por sectores".

La escuela Corrientes tiene más de 50 años de vida, pero en la última década prácticamente no recibió mantenimiento. Luego de incontables reclamos de la comunidad educativa y tras dos licitaciones que desiertas, finalmente se licitó a la empresa Palazzini, la obra de reparación, que consiste en el recambio de todos los techos (cerca de 1.900 metros cuadrados de tejas coloniales y entablonado de madera) y su reemplazos por una estructura liviana de chapa de zinc, hierros y aislantes.

A esa tarea se suma el recambio de todo el sistema eléctrico, con una inversión final superior a $5,5 millones y un plazo que termina en mayo. Los trabajos comenzaron en enero y han proseguido una vez iniciado el ciclo lectivo, por lo que se sectorizó el trabajo, en una escuela a la que asisten 550 chicos de la primaria y otros 400 estudiantes de un CENS que funciona por la noche.

Un sereno internado por una descarga eléctrica

Fue cerca de las 2 de este lunes, cuando Roberto Gómez, de 38 años, que se encontraba en una garita, cumpliendo funciones de sereno, en una fábrica de Carril Gómez y Ruiz, en el departamento de Maipú, al tocar un cable recibió una descarga eléctrica que le provocó graves quemaduras, en el 35% de su cuerpo, siendo trasladado en un vehículo particular hasta el hospital Paroissien, desde donde debido a la gravedad de las lesiones fue derivado en una ambulancia del SEC hasta el Lagomaggiore, donde quedó internado.

Otra caída mortal

En la tarde de ayer, otro accidente laboral, terminó con la muerte de Carlos Amigo Kabaldin, de 19 años, que se encontraba reparando un techo en Libertad al 1400 de Guaymallén, cuando al parecer una chapa cedió y el joven cayó desde unos 13 metros. Una ambulancia del SEC constató en el lugar su muerte. Intervino la Oficina Fiscal N° 9.

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