Todo pasó en menos de 24 horas. Luego de que las distribuidoras eléctricas reclamaran definiciones acerca de los nuevos valores de tarifa para empezar a facturar sin subsidio, al mediodía de ayer el Sintys (Sistema de Información Nacional Tributaria y Social) notificó que, en principio, 50 mil usuarios del servicio en Mendoza pagarán un incremento menor por ser beneficiarios de tarifa social. Era el dato que se necesitaba para definir los cuadros que regirán.
Se trata de apenas un 1% del total de mendocinos que cuentan con energía eléctrica en sus domicilios, aunque dicho porcentaje podría ampliarse. Es producto del primer “barrido” del Sintys, y lo integran mayormente desempleados, beneficiarios de planes sociales, jubilados y asalariados que ganan menos de dos salarios mínimos, adecuados a parámetros particulares como, por ejemplo, poseer vehículos de 15 años o más.
Tal como lo había anticipado Los Andes, hubo un primer lote de casi 150 mil potenciales beneficiarios que reunían las condiciones, según la información que elevó el EPRE a la Nación. Pero finalmente el filtro usado por el Sintys dejó en pie a una tercera parte de ese total, en una primera etapa al menos, que gozarán de un valor diferencial por conservar buena parte de subsidios.
Tampoco significa un adiós para los excluidos. Es que habrá un segundo barrido sobre los 100 mil usuarios que quedaron afuera: de ese total faltan depurar muchos casos de fallecidos, aquellos con problemas de titularidad del servicio y los que no terminaron de ser identificados por su DNI.
“Si el usuario paga la primera boleta con aumento y le corresponde la tarifa diferencial, aunque haya sido excluido en esta primera etapa, se le devolverá la diferencia en forma retroactiva al 1 de febrero. Pero se está trabajando en un proceso para incluir a la mayor cantidad posible de los que quedaron al margen”, explicó Elián Japaz, presidente del EPRE, quien empezó a notificar a las distribuidoras los nuevos cuadros tarifarios.
A facturar
En tanto, los valores a usuario final, como suele dar a difusión el ente regulador cada trimestre, se darán a conocer la semana entrante. Deben publicarse en el Boletín Oficial, a partir de los nuevos costos producto de la quita de subsidios, que llevaron el megavatio de $ 200 a $ 320.
De todos modos, está claro que lo que cada uno pague por el consumo dependerá de la capacidad de ahorro previsto en el Plan Estímulo, que determina tres nuevas categorías. Por caso, una vivienda que demanda alrededor de 1.000 kilovatios bimestrales debe afrontar, sin subsidio, aproximadamente $ 800 desde este mes, casi un 90% más de lo que pagaba antes.
Sin embargo, entre las categorías residenciales será en la T1R1 (hasta 200 kilovatios) donde más se sienta la quita. Sobre todo si no hay ahorro: así, la factura en febrero llegará un 157% más cara, en cifras unos $ 143, contra algo más de $ 55 de diciembre. Para Grandes Demandas (industrias que utilizan 87.600 kw por mes), el salto supera el 250%.
Según el gerente general de la Cooperativa Eléctrica Godoy Cruz, Julio Gallego, la medida “ayuda a sincerar los valores pero la tarifa residencial no contempla el real costo, que todavía está a menos de la mitad de lo que debería estar”.
A priori, el cálculo arroja que para demandas residenciales de entre 300 y 600 kilovatios el ajuste será del orden del 80%.
$ 2.400 millones
En medio de una reconfiguración tarifaria, lo que está claro es que el Gobierno de Mauricio Macri busca achicar sustancialmente el gasto público, con un ahorro estimado por el propio ministro de Energía, Juan José Aranguren, en $ 60 mil millones que venían destinándose a sostener el sistema eléctrico. Dentro de la masa que busca reducirse y abre la puerta al llamado "sinceramiento de tarifas", Mendoza representaba hasta ahora un 4%; casi $ 2.400 millones que dejará de aportar el Tesoro en la región.