"Hay que tener vocación de servicio y gusto por lo que hacés”, dice Pedro Garzía, bombero desde hace 35 años y hoy director de la Academia de capacitación, la primera de su tipo, que funciona en la flamante sede de la Federación Mendocina de Bomberos Voluntarios, inaugurada hace poco más de un mes.
El edificio lleva el nombre de Rubén Frenck, primer presidente de la Federación, y está ubicado en Maipú, junto al Parque Metropolitano, dividido en dos plantas.
En la planta baja funcionan dos salas de capacitación para los bomberos voluntarios -cada una con el nombre de un referente de otras épocas a modo de homenaje- una cocina, dormitorios y baños. Con muy pocos días de uso las habitaciones lucen relucientes.
En tanto, en la planta alta se encuentra la sala de operaciones de Crisis (Comité de Respuesta Inmediata a Siniestros desde Instituciones Solidarias) y la Federación Provincial de los bomberos, con su tesorería, una galería de presidentes históricos de los bomberos voluntarios desde 1977, la secretaría y la sala de reuniones Ulises Vitale, quien fuera el primer presidente del cuerpo Luján de Cuyo.
“Antes funcionábamos en Godoy Cruz, y luego nos trasladamos a Las Heras. Esto se construyó con la colaboración de todos los cuerpos de la provincia”, destaca Oscar Sander, presidente de la Federación, y agrega que la construcción del nuevo edificio superó los 800 mil pesos.
La iniciativa para tenerlo surgió en 2008 con la búsqueda de un terreno para que pudieran funcionar las instalaciones del centro de capacitación. Finalmente, en 2011, la Municipalidad de Maipú les cedió a los voluntarios un espacio en comodato.
Desde ese entonces se ha estado trabajando con el aporte de catorce cuerpos de bomberos de la Provincia para realizar la construcción, y muchas de las instalaciones cuentan con mobiliario donado por la DGE.
Afán de superación
En el lugar tienen muy claro que la responsabilidad del bombero voluntario es muy importante. Por ello, en el área de capacitación se realizan diferentes actividades, entre las que se encuentra el rescate con cuerdas, el rescate vehicular, y el socorrismo en fuego y en materiales peligrosos.
“Cada cuerpo tiene su academia pero acá se pone énfasis en las especialidades, es por eso que asisten los jefes de cada cuerpo y sus encargados”, señala Garzía, para quien a pesar de sus años de servicio, siempre queda algo por conocer porque “avanza la tecnología pero también avanzan las complicaciones en los incidentes. No es que siempre estemos a la vanguardia pero tratamos de superarnos día a día para alcanzar mayor conocimiento”.
Una de las tareas más importantes, que se suman a la capacitación, la realiza la sala de operaciones Crisis, donde se concentran diversas entidades de servicio voluntario y que están prestas a responder con sus recursos ante cualquier hecho de gravedad que involucre a los bomberos.
“Hay 20 asociaciones -entre las que se incluyen las 15 de bomberos de la provincia- que trabajan para colaborar con la comunidad en las situaciones que se plantean post emergencias”, explica Orlando D’ Ambrosio, presidente del comité, agregando que Crisis -que funciona todos los días- nació con la necesidad de agrupar a asociaciones sin fines de lucro, y sus profesionales, con el criterio del trabajo voluntario, acortando los tiempos de respuesta y convirtiéndose en una nueva herramienta alternativa para servir a la comunidad y al Estado.
Es importante destacar que Crisis cuenta con un sistema para conectarse con las brigadas rescatistas que es realmente útil y opera bajo una modalidad de comunicación relativamente nueva en nuestra provincia.
Bomberos sanos
Con sonrisas en el rostro, los voluntarios cuentan que están armando un gimnasio que les permite cumplir con el ítem de bomberos sanos. Ellos son los primeros en el país en realizar actividad física de este tipo, la cual incluye un entrenamiento cada dos días en la pista de salud del Parque Metropolitano.
“Si bien hemos recibido aportes de empresas también aceptamos donaciones de equipos en desuso para arreglarlos y poder trabajar con ellos”, informan.
Además, están proyectando construir en la parte posterior del terreno un simulador para espacios confinados que les va a permitir simular el incendio de una casa -de un tamaño de 14 x 3- en tiempo real, de modo de que los voluntarios se encuentren correctamente preparados ante una eventualidad.
