Aunque muchas veces no reparamos en él, está allí para aportarnos múltiples beneficios: disminuye el calor extremo, filtra la radiación solar, mejora la calidad del aire, fija el suelo y aporta el hábitat natural, entre otros. Pero por sobre todo, hace de Mendoza un lugar único en la región y en el mundo. Se trata del arbolado urbano, presente en la ciudad desde 1907 cuando, por recomendación del médico Emilio Coni, se inicia su plantación planificada en las calles.
En aquellos años se colocaron principalmente plátanos, álamos y moreras. Y aunque muchas de esas especies siguen en pie hoy, en los últimos años se ha ido fomentando un recambio por otras con menor requerimiento hídrico y mayor adaptación al suelo. Así, aparecen algunas especies autóctonas de Mendoza y el país, como la acacia visco. La comuna de Godoy Cruz también está plantando fresno europeo, aromo y ciruelo, mientras Capital foresta con ciruelo, tipa y morera híbrida.
Todo en el marco del Día del Árbol, que se conmemora durante todo el mes mes en Mendoza ya que el 15 fue el día provincial y el 29 será el nacional.
Según Claudia F. Martínez, investigadora del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inahe) del CCT Conicet, en toda la provincia hay más de un millón de árboles en alineación, de los cuales 700.000 están en el Área Metropolitana. "El 90% de las especies son exóticas, con un 73% de la población forestal mayor de 80 años", cita la ingeniera agrónoma en un fragmento de su publicación.
Martínez asegura que es importante plantar especies nativas o adaptadas a nuestro medio, cuyo crecimiento no sea altamente afectado por condiciones sostenidas de estrés hídrico. “Tal es el caso de la acacia visco, especie nativa, que puede ser considerada en nuevas planificaciones urbanas -que de hecho se está utilizando actualmente-, no solo desde el punto de vista estético sino principalmente por su capacidad de adaptación a condiciones de estrés hídrico y regímenes de riegos discontinuos y deficitarios”, detallá la investigadora.
Entre otras especies nativas -tanto de Mendoza como de Argentina- que pueden ser incorporadas con más frecuencia a nuestro bosque urbano, Martínez mencionó jacarandá, aguaribay, maitén, algarrobo inermes (preferentemente en su forma mejorada sin espinas), celtis, cina cina o tipa. En cuanto a las introducidas de otras latitudes y adaptadas al clima local, enumeró: plátano, fresno, crespón, árbol de Judea, sófora, sapindo y olivo de Bohemia.
Menos agua
Los municipios son los encargados de reponer aquellos árboles que se van secando, así como los responsables de su mantenimiento. Algunos están más avanzados que otros. En Godoy Cruz, por ejemplo, acaban de realizar un censo de arbolado: “Esperamos tener información previa para el 25 de agosto para saber con qué contamos”, remarcó Andrea Lacave, jefa del Departamento de Forestación de la comuna.
Relató que a la hora de replantar un árbol, mucha gente les pide moreras por su rápido crecimiento, pero que han decidido no plantarlas porque necesitan mucha agua.
“Por la crisis hídrica decidimos cambiar a las especies de menor requerimiento hídrico, por lo que nos hemos volcado a la acacia visco, ciruelo, fresno europeo y aromo”, detalló la ingeniera agrónoma. Sobre cuál de las cuatro elegir, dijo que depende del espacio de la vereda: “Si es ancha va a ir una acacia, pero si es una vereda angosta va a ir un fresno europeo o ciruelo”.
Desde el municipio tiempo atrás difundieron los beneficios del kiri, que está catalogada como el “árbol del futuro” porque tiene una hoja grande que absorbe mayor cantidad de polvo atmosférico, sus raíces renuevan el suelo perdido y se adapta al suelo seco. “Se conocen sus beneficios técnicos por la bibliografía pero estamos viendo si se adapta. Únicamente se recomienda para plazas y parques”, explicó Lacave.
En el caso de Capital conocen con exactitud la cantidad de árboles de su territorio gracias al censo que realizaron hace seis años. “Tenemos 48.500 árboles.
Los principales problemas los tuvimos con los paraísos y olmos, a los cuales los agarró una peste y muchos se secaron”, contó Osvaldo Cairone, director de Paseos.
A la hora de reponer, eligen además de acacias y fresnos europeos, tipas y moreras híbridas. “Son plantas que se adaptan muy bien al suelo y a Mendoza”, señaló el funcionario, a la vez que comentó que en lo que va del año han replantado 2.700 árboles.
Guillermo Anzorena, jefe del vivero del Parque General San Martín, coincidió al señalar que cuando se tiene que replantar forestales es fundamental tener en cuenta la menor disponibilidad de agua. “No podemos pensar en lo que pensó Thays en su época, en ese momento corría bastante agua por las acequias y eran de tierra pero después comenzaron a impermeabilizarse”, recordó.
Lo que ellos tratan de colocar, dependiendo del sector, son acacias, tanto visco como de Constantinopla. “Necesitan muy poca agua en relación a las otras especies y se adaptan también al suelo que tenemos”, afirmó.
Falta gestión
Salvador Micali, vicepresidente del Consejo Provincial de Arbolado Público, insiste con su advertencia: los árboles en la provincia se está perdiendo por falta de riego. “No es agua lo que falta, es la gestión. Se mantienen muchas hectáreas de cultivo con sistema de riego”, señaló.
Para él, cambiar especies por las de bajo requerimiento hídrico es un beneficio relativo. “En la ciudad necesitamos árboles de envergadura”, remarcó, y nombró a la tipa o la acacia visco: “De todas maneras, el mejor árbol para la ciudad es el plátano porque tiene una amplia copa”. También mencionó el avance en la impermeabilización de las acequias como otro factor perjudicial.
Por otra parte, aseguró que no hay reforestación de arbolado público. “Falta poco más del 30% del arbolado público, hay que reponerlo y no se cuenta con los árboles”, se lamentó, y denunció que en los últimos 40 años no ha habido una política de arbolado público: “En el marco del Unicipio sería ideal, pero tiene que haber presupuesto para ello”.
Un plan provincial a 20 años
En el marco del Unicipio, órgano que busca la gestión integrada de las comunas del Gran Mendoza, se está discutiendo el futuro del arbolado. Según adelantó Graciela Marty, coordinadora de este ámbito, la meta es aumentar considerablemente la cantidad de árboles en el territorio.
Con este propósito han encargado un plan de reforestación para la zona metropolitana en colaboración con el Conicet, que será entregado próximamente.
“Fue realizado por 15 investigadores bajo la coordinación de la investigadora Claudia Martínez”, informó la funcionaria, quien detalló que se trata de una planificación para los próximos 20 años sobre cómo proteger y aumentar la masa forestal.
Marty comentó que además están avanzando en un proyecto dentro del Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI), financiado por el BID, que tiene tres componentes: “Un censo georreferenciado del arbolado público, refuncionalización de viveros municipales y provinciales, y compra de maquinaria para cuidar el arbolado del Área Metropolitana”.
Según adelantó, si todo marcha correctamente ambos proyectos estarán finalizados en diciembre para licitar en febrero. “La masa forestal ha estado sufriendo sin una medida paliativa, por lo que queremos paliar la situación”, prometió la funcionaria.
Día del árbol
Por el Día Provincial del Árbol, la secretaría de Ambiente realizará un festejo mañana, a partir de las 11, en el Prado Español del Parque San Martín. En él invitan a disfrutar la experiencia de plantar un árbol. Además habrá títeres y música en vivo.
Será en el marco de la renovación del arbolado del Parque, que busca fortalecer -como lo establece la Ley Provincial 7874 de Arbolado Público- la cultura del árbol, poniendo en valor sus beneficios vinculados al ambiente y la calidad de vida.