¿Se acaba la plata de la Anses?

El autor sostiene que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, creado para financiar las jubilaciones futuras, ha caído en términos reales en tres años. Además, el organismo estatal se ha desprendido de títulos para bajar el valor del dólar fuga.

¿Se acaba la plata de la Anses?

Primero que nada, si queremos analizar los fondos de la Anses, hay que diferenciar entre flujos y stocks. De esta forma, por un lado están los ingresos de Anses por aportes de trabajadores, contribuciones patronales e impuestos aportados por nación y provincias (flujo mensual), y por otro lado el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (stock, y heredado de las AFJP), que se invierte en papeles en la bolsa o en obras de infraestructura pública.

Flujos

Con una muy baja relación de trabajadores activos por cada pasivo (1,7 activos por pasivo), el superávit de Anses (2012, últimos datos anuales disponibles) se explica sólo gracias a los recursos tributarios que se detraen del Tesoro Nacional (1,8% del PBI) y de las provincias (2,6% del PBI). De lo contrario, la Anses tendría un rotundo déficit, como en la mayoría de los sistemas de reparto del mundo.

Dichos recursos tributarios (de Nación y provincias) que mágicamente equilibran los números de la Anses, se detraen del sistema de coparticipación federal de impuestos. Algunas provincias recuperarán luego una porción de esos recursos (por transferencias que realiza Anses para financiar sus sistemas previsionales locales), pero eso no ocurre con todas las provincias (por eso la bronca de Santa Fe y Córdoba).

Contabilizando los mencionados ingresos tributarios "que le vienen de arriba", Anses mostró en 2012 un superávit financiero equivalente a 1,1% del PBI. No obstante ello, si no se tienen en cuenta dichos recursos tributarios detraídos de la coparticipación (y sólo se computan los aportes y contribuciones a la seguridad social), Anses hubiera mostrado un déficit financiero del 3,4% del PBI en 2012.

También hay que mencionar que los números de Anses pueden llegar a empeorar por el lado de los flujos, ya que, desde hace varios años, hay una actualización incompleta de las jubilaciones mayores a la mínima, de modo que se está momentáneamente evitando pagar mayores jubilaciones a una porción de los jubilados -fallo Badaro- (hasta tanto dicha situación se normalice y se reconozca una deuda previsional que ahora resulta implícita).

Y para terminar con el tema flujos, el empleo en negro (sin aportes y contribuciones) también juega en contra, ya que si bien la informalidad laboral se contrajo desde casi un 50% en 2003 hasta el 32% actual, ha dejado de reducirse desde 2009 y alcanza a uno de cada tres asalariados. El sistema necesita 3 activos por cada pasivo para equilibrarse, pero hoy está sólo en 1,7, y con vistas a empeorar por el envejecimiento poblacional y un empleo en negro creciente no ayuda.

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (stock)

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad constituye la reserva de recursos de Anses para financiar las jubilaciones del futuro. Está formado por los fondos que antes administraban las AFJP. Para cumplir con su cometido, dicho fondo debería aumentar nominalmente en el tiempo al ritmo de los haberes jubilatorios, de modo de garantizar el pago de jubilaciones futuras.

En términos nominales, se observa un crecimiento acumulado del 234% en el FGS a partir de su administración por parte del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) en diciembre de 2008, alcanzando un valor de $ 264.861 millones a mediados de 2013.

Sin embargo, si lo vemos en términos reales, la performance es bastante inferior, ya que el FGS muestra, a mitad de 2013, un nivel sólo 47% superior al momento de la estatización de los fondos de las AFJP, con el agravante que este valor (mitad de 2013 -últimos datos disponibles-) resulta 6,4% inferior al alcanzado en diciembre de 2010. O sea, entre 2011 y 2013 el FGS ha caído en términos reales, se ha achicado, lo que como tendencia es preocupante.

El plan de viviendas Procrear es uno de los explicativos del achique de los últimos años ya que, financiado con el FGS, se calcula que tiene una tasa real de interés negativa, de alrededor del 20% anual. Es decir, el programa no recupera uno de cada cinco pesos que invierte. De esta forma, el Gobierno usa, para el corto plazo, recursos que, en realidad, están para alivianar la carga de las futuras generaciones. Probablemente, Procrear estaría mejor financiado con recursos directos del Tesoro, y no con la plata de los futuros jubilados.

Otra de las razones del achique real del FGS en los últimos 3 años, está dada por el crecimiento que han tenido dentro de su portafolio las inversiones en proyectos productivos o de infraestructura y los títulos públicos nacionales, en detrimento de las acciones de empresas extranjeras y locales y los plazos fijos. Al respecto, el informe resalta que la participación relativa de los proyectos productivos o de infraestructura (obras eléctricas, viales, etc.) ya llegó al 14,4% de la cartera, proyectos sin la misma rentabilidad privada de papeles privados que cotizan en bolsa.

También hay que mencionar que desde mayo de 2013 Anses se ha desprendido de una proporción de títulos en dólares cercana al 20% de su cartera, en pos de reducir el valor del llamado dólar fuga (contado con liqui), lo que también lo hace perder papeles con alta rentabilidad.

Todo este achique real del FGS entre 2011 y 2013 se puede cuantificar también considerando la relación entre dicho stock y el acumulado de las erogaciones en concepto de Seguridad Social por doce meses: se tiene que hoy la misma asciende a 94% con el último dato de 2013, contra un 136% en octubre de 2009, el máximo valor de la serie. Y si lo medimos en términos de jubilaciones mínimas, hoy el FGS alcanza a cubrir 33% menos jubilaciones mínimas que hace tres años.

Creemos que resulta clara, a partir de todos estos números, la pérdida de capacidad del FGS para pagar jubilaciones a futuro, en un contexto de inversiones que logran rendimientos por debajo de la tasa de inflación, licuando el valor del activo en el tiempo. La tendencia a largo plazo, de seguir así, es claramente contractiva para el FGS. Usamos fondos de Anses para financiar proyectos que debería financiar Tesoro Nacional en forma directa; ahí está la madre de todos los problemas.

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