El año pasado en diciembre, los padres de los alumnos de la escuela San Buenaventura de la ciudad puntana de Villa Mercedes denunciaron que un maestro de música abusaba de sus hijos durante las horas de clases, informó el Diario de la República.
La mamá de una nena de 6 años dijo que su hija no quería ir a la escuela, que decía que le dolía la cabeza y estaba agresiva. Los miércoles cuando tenía clases de música no quería ir al colegio. Después de varias charlas, la niña confesó los abusos a los que la sometía el docente.
Inmediatamente, denunciaron el hecho en la fiscalía y después hablaron con las autoridades de la escuela que decidieron separar del cargo al docente hasta que resolviera el caso la justicia.
Con el correr de los meses, las denuncias se fueron sumando y llegaron a 17. También quedó implicado en el caso un profesor de catequesis.
Uno de los padres aportó como prueba una serie de dibujos en el que su hijo reveló los abusos.
“Mi hijo de seis años ha expresado las atrocidades que ha vivido a través del dibujo. Ese material y otras cuestiones, están incorporadas en el informe”, dijo el padre del niño al Diario de la República.
Recién el viernes pasado, el juez Alfredo Cuello indagó al docente. El hombre se llama Juan Manuel Chavez y está acusado de abusar sexualmente de al menos tres nenas y un varón y se le imputó el delito de corrupción "abuso sexual simple reiterado, agravado en concurso real y corrupción de menores calificado en concurso ideal". El hombre negó todos los cargos en su contra
Por su parte, la fiscal Daniela Torres pidió una serie de pericias psicológicas y psiquiátricas del profesor para determinar rasgos de personalidad, estado psicoemocional actual, desarrollo psicosocial y si existen antecedentes traumáticos o de consumo o trastornos de personalidad. También ordenó el secuestro de celulares, computadoras y pendrives de la casa del maestro de catesismo y las mandó a peritar. En cuanto a Chavez, ordenó ampliar el análisis de las cámaras de seguridad de la escuela y estudiar los mensajes de texto, de WhatsApp y las búsquedas en internet y Facebook de los acusados. En tanto, los niños fueron sometidos a cámara Gesell.
Finalmente ayer, procesaron con prisión preventiva al profesor de música y fue trasladado desde Villa Mercedes al Servicio Penitenciario de la ciudad de San Luis.
Los abusos
Los padres de los chicos revelaron detalles de los abusos. Ellos aseguran que el docente les bajaba las prendas de ropa interior y los manoseaba.
Otro de los niños dijo que en la escuela un maestro lo obligó a mirar un objeto parecido a un embutido de cerdo (similar a un órgano sexual masculino).
En los fundamentos del procesamiento aparecen declaraciones de cinco psicólogas: dos que atendieron a los chicos de forma particular, una tercera que actuó como psicóloga de parte del acusado, las de los padres de los cuatro chicos abusados y una detallada descripción de las pericias realizadas por las profesionales.
En el relato de las víctimas aparece de forma reiterada la mención al juego "del gato y el ratón", sobre el que el juez afirma en su procesamiento de 92 páginas que "en un período ubicado a lo largo del segundo semestre del año escolar 2017, durante las clases de los días miércoles en el turno tarde con los niños de primer grado, división "B", el profesor de música con pretensiones pedagógicas jugaba al "gato y al ratón".
Con el juego elegido por el profesor, las víctimas eran manoseadas (golpeados) en las nalgas y hasta se les bajaba la ropa interior a forma de castigo.
El juego, indicó el juez, "implica que los ratones, es decir, todos los alumnos corran y deambulen por el aula mientras suena una música o determinados ritmos, y deban detenerse, tirarse al suelo hecho una bolita con la cola levantada y taparse los ojos con sus manos, una vez que lo escuchado deja de sonar, momento en el cual el gato atrapa a alguno de los que no alcanzan esta última posición a tiempo".
"El juego continúa con el atrapado, convertido en el próximo gato, para de ese modo reiniciarse una nueva ronda, siguiendo así hasta que todos son atrapados y ya no quedan ratones", precisa el escrito.
Los cuatro niños manifestaron durante el año pasado "una temprana iniciación sexual", según la conclusión de las psicólogas, que los lleva a frotarse los genitales, bajarse la ropa interior con amigas o familiares, mostraron cambios en su comportamiento y algunos se mostraban agresivos, distantes o con bajas en el rendimiento escolar.
En uno de los casos analizados por el juez, una de las nenas sufría intensos dolores de cabeza los miércoles a la tarde, cuando tenía que ir a clases con Chávez y otra comenzó a hacerse caca y a manifestar dolor de panza ese mismo día.