El supuesto abuso sexual a una alumna de 4 años en el Instituto Murialdo generó profunda consternación y fuerte malestar entre los miembros de esa tradicional comunidad educativa de Guaymallén. Ante la falta de respuestas, muchos padres amenazaron con no llevar a los chicos a clases hasta que se determine qué fue lo que sucedió.
La noticia comenzó a circular esta mañana en los grupos de WhatsApp de los padres de la institución religiosa. Consternados e indignados, a las 13.30 -hora del inicio de clases del turno tarde- se reunieron en la puerta para exigir explicaciones a los directivos, quienes confirmaron el hecho y la investigación posterior de la Justicia. Sin embargo, no dieron más precisiones debido a que la causa está bajo secreto de sumario para no entorpecer la investigación.
Quienes hablaron con los alumnos, según trascendió, fueron los propios docentes. "Está todo filmado porque el lugar está lleno de cámaras. Están buscando a trabajadores que ayer estaban arreglando el techo de un sector colocando membranas", fueron las frases que se repitieron en las aulas durante esta tarde.
Afuera, mientras los padres exigían respuestas, apenas se entregó un comunicado con la firma del padre Lalo Carreras, representante legal de Murialdo, en el que aseguraba la aplicación de un protocolo y el refuerzo de las medidas de seguridad para resguardar a los chicos durante el proceso judicial. Sin embargo, muchos padres se mostraron más enfurecidos y no dejaron que sus hijos se quedaran a clases, ya que hoy se dictaron con normalidad.
Algunos, incluso, pasaron la tarde en la entrada del colegio a fin de conseguir las respuestas. En diálogo con Los Andes, manifestaron que el abuso sexual habría sucedido ayer entre las 17 y las 18, momento en el que un grupo de alumnos de jardincito se queda en horario extra para llegar al fin de clases del primario que es a las 18.30. Para ello, los chicos son trasladados al edificio principal, ya que las aulas del nivel inicial están ubicadas aparte.
Si bien los papás consultados por este diario apuntaron contra un profesor de Catequesis, después comprobaron que ya se había ido a esa hora, por lo que otros sospechosos se ganaron el centro de las miradas: los trabajadores ajenos a la institución que estarían realizando arreglos edilicios.
En tanto, otro grupo de papás apuntó a celadores, ya que la niña presuntamente abusada le habría dicho a su mamá que era una "persona de marrón", en referencia a la vestimenta. Sin embargo, el padre Lalo Carreras desestimó esta versión y aseguró que no hay hombres celadores en la institución.
Vigilados
Los tutores resaltaron la presencia de cámaras de seguridad en distintos sectores del colegio Murialdo, por lo que cada movimiento está registrado. "Está todo filmado porque el lugar está lleno de cámaras", expresó otro padre.
La directora del Nivel Inicial de Murialdo, Eleonera Echave, confirmó este mediodía que la escuela está colaborando con la fiscalía y dio entidad a los dichos de los padres.
"Hemos aportado la información. Hay secreto de sumario, pero hemos activado todos los protocolos para todo este tipo de situaciones. El interés de la escuela es colaborar y llevarle tranquilidad a las familias", dijo este mediodía.
"Las cámaras de seguridad fueron solicitadas y entregadas, así como la nómina de empleados y personal de maestranza. Entendemos que esta información corrió por los grupos de WhatsApp de los padres", agregó.
En ese sentido, desde la Dirección General de Escuelas (DGE) expresaron que se actuó de rutina y que las supervisoras acompañaron a la institución ante la revisión de legajos de empleados e información que pueda aportar información a la causa.
“Alguien me tocó”
El presunto abuso sexual se conoció anoche, cuando la mamá de la niña fue a cambiarla y notó que su hija no tenía ropa interior. "La tiene la seño porque alguien me tocó", le respondió la pequeña.
A continuación, los padres de la menor denunciaron el hecho en la Oficina Fiscal 9 y luego fue tomado por la fiscal Cecilia Bignert, quien decretó el secreto de sumario.
En tanto, la niña fue trasladada al hospital Humberto Notti, donde se le realizaron las pericias de rigor: entrevistas de psicólogos y exámenes físicos para determinar si se produjo acceso carnal.
Por ahora no se tendría identificado al autor de la agresión, pero se cree que el abuso sucedió dentro del colegio.