La investigación sobre el presunto abuso sexual "en manada" a una joven en Luján presentó ayer un cambio contundente con la liberación de los cuatro acusados. Uno de ellos entregó voluntariamente su teléfono, que arrojó indicios de que los hechos fueron consensuados y no contra la voluntad de la denunciante. Un video y chats inclinaron la balanza.
Facundo Mirasol (23), uno de los imputados, desde hace varios días había puesto su celular a disposición de la Justicia, asegurando que allí estarían las pruebas claves para esclarecer el caso.
El análisis del aparato aportó la existencia de un video donde se ve a la víctima y a dos de los sindicados teniendo relaciones sexuales consentidas. Esto fue grabado por otro de los sospechosos.
La denuncia de la chica, de 21 años, detallaba que tras una fiesta en una vivienda se había quedado con los cuatro muchachos. Repentinamente uno de ellos la cargó en los hombros y la llevó hasta una habitación, en donde la violaron.
La acusación agregaba que, en un momento, dos de los acusados se retiraron y los otros dos siguieron abusándola. Sin embargo, trascendió que en las imágenes se ve que la situación no es forzada ni contra la voluntad de la joven. "Las imágenes son claras y se ven relaciones consensuadas. No puede ser que si antes la habían abusado, minutos después con dos de los mismos hombres estuviera teniendo un encuentro sexual aceptado", aseguró una fuente.
Además de este material, en el teléfono de Mirasol se encontraron chats y conversaciones con la víctima, donde se rescató una frase de ella que decía: "Borrá el video. ¡Qué descontrol anoche, me duele todo!", en un tono distendido y no de enojo.
A partir de estas pruebas comenzó a cambiar la hipótesis del fiscal Darío Nora, que decidió mantener imputados y seguir investigando a Mirasol, Matías González (25), Lucas Molina (23) y Facundo Villafañe (23), pero con la posibilidad de que estén en libertad mientras continúa la causa.
Los cuatro están acusados por abuso sexual con acceso carnal, agravado por la participación de dos o más personas. Se encontraban alojados en la cárcel, residencia que cambiará con el pago de fianzas que van desde los $ 50.000 hasta los $ 100.000, dependiendo cada sospechoso.
La defensa de Mirasol ya había intentado un recupero de libertad antes, pero fue rechazado. La situación se modificó con los últimos elementos incorporados al expediente. Además, los peritajes confirmaron que en el cuerpo de la joven no se encontraron lesiones compatibles con un abuso y que los hematomas que presentaba en sus pechos eran de, al menos, 15 días antes al hecho.
Incluso, tres de los cuatro jóvenes declararon oportunamente y negaron los cargos.
Otro detalle que resultó contradictorio fue que la víctima realizó la denuncia el 30 de enero pasado, cuatro días después de la supuesta violación. Aparentemente, la mujer habría sido presionada para iniciar las acciones legales. La fiesta entre los involucrados se desarrolló en la casa de Lucas Molina, mientras sus padres estaban de vacaciones.