Para algunos justicialistas, la visita presidencial del miércoles cambió el clima interno en el oficialismo y potenció nuevamente la figura del Gobernador. Sin embargo, dependerá en un elevado porcentaje de la prudencia de Pérez para que se mantenga un ambiente propicio en las negociaciones por una lista de candidatos a diputados nacionales que surja del consenso.
La llegada de Cristina Fernández de Kirchner a Mendoza era esperada por la militancia ultra kirchnerista por su posible influencia en las candidaturas para una banca en el Congreso.
Las recientes internas departamentales habían fortalecido tanto al sector que lideran Ciurca, Abraham, Miranda y también López Puelles, que muchos temieron un desenlace sumamente influido por ese sector, La Corriente. Esto es, una lista dominada por territoriales. También porque, sin duda, a los postulantes que se habían identificado en los departamentos con el Gobernador, y por añadidura con el poder central, la reciente puja no les había resultado para nada beneficiosa.
¿Cuál fue la misión que recibió Pérez? El Gobernador es, en la práctica, quien debe llevar a Buenos Aires la buena noticia de la lista de unidad en el oficialismo mendocino. Pero esa tarea se le habría encomendado de acuerdo con versiones de una situación de total armonía dentro del PJ local que no era muy real a pesar de las elecciones del domingo 2 de este mes.
Dicen algunos allegados que, en realidad, la Presidenta antes de viajar consultó con qué panorama partidario se encontraría en esta provincia y que algún referente mendocino en funciones en la Casa Rosada no dudó en comentarle que, en un marco de unidad, todos respondían a su conducción nacional. "Me parece bien. Entonces que Paco traiga la lista", palabras más, palabras menos, habría sentenciado Cristina Kirchner.
El diagnóstico, en verdad, no estaba muy errado, puesto que los planteos críticos que efectuaron desde La Corriente después del resultado electoral de aquel domingo no fueron mayormente dirigidos al Poder Ejecutivo nacional sino, fundamentalmente, al local, al que se le reclamó "provincializar" la campaña a partir de una lista de diputados nacionales resuelta aquí.
Por lo tanto, Francisco Pérez recibió la misión presidencial de encargarse del postre, para luego llevar todo el menú a Buenos Aires. "Se confundió. Tenía asignada una función simbólica, pero él interpretó que le habían otorgado poder de veto", dijo en absoluto off un influyente dirigente territorial. Y las cosas se volvieron a enrarecer en parte.
Tampoco hay que subestimar la reacción del "paquismo". Después de la última interna el sector más crítico con el encolumnamiento nacional había dejado en posición incómoda al propio Gobernador y también evidenció un claro predominio sobre los azules de Mazzón.
Con la "bendición" presidencial, en cambio, Pérez, que estaba alicaído luego de la muy pobre experiencia de sus invocadores en la reciente interna, recuperó rápidamente el ímpetu perdido.
Le atribuyen a su círculo íntimo político haberlo alentado para buscar ejercer el liderazgo tan esquivo y, también, a él se le sumaron sectores de la militancia kirchnerista que no pudieron contra la firmeza confrontativa del peronismo tradicional y territorial.
Ahora, aseguran algunos, no sólo desde La Corriente sino, además, desde el eje de los azules con Integración, están molestos con el titular del Ejecutivo, al que, no obstante, le seguirán jurando lealtad y respeto por su investidura de gobernador, pero al que -se rumorea- se le animarían hasta a recomendarle que renueve su entorno de estrategas para que la relación interna partidaria siga siendo llevadera.
El candidato K según el gobierno. Germán Ejarque, un muy meritorio funcionario a cargo del área de Discapacidad del gobierno provincial, ya estaba anotado para pelear una candidatura de diputado nacional. Pero con la llegada de la comitiva presidencial tomó más impulso y hasta recibió un elogio del gobierno nacional que fue interpretado como una especie de orden de inclusión de militantes K en la futura lista.
Para el ministro de Gobierno, Félix González, Julio de Vido "fue claro" el jueves y reafirmó lo conversado por la Presidenta con el Gobernador. "La responsabilidad del armado de listas recae en Mendoza y se le pidió a Paco que sea él el que articule la situación. Está claro que las listas se deciden acá", enfatizó ayer el funcionario en declaraciones radiales.
Según el ministro político de Pérez, no hay sugerencia desde la Casa de Rosada sobre nombres para integrar la lista de candidatos a diputados nacionales. "Pidió Cristina que expresáramos ampliamente a todos los sectores que forman el Frente para la Victoria y por lo tanto se trabaja en esa línea".
Para el gobierno provincial el gesto que tuvo De Vido con el funcionario Ejarque, lanzado con apoyo de la militancia kirchnerista, y también de Pérez, para competir por un lugar en la lista nacional, no debe ser interpretado como un guiño de la Nación para su postulación. "No habló (De Vido) de la candidatura de Ejarque, sino del compromiso militante que él tiene, lo cual es absolutamente loable y lo vemos en forma cotidiana", reflexionó González.
En el Gobierno nadie quiere pensar en diferencias que lleven a competir a más de una lista en las PASO. "Si Paco y la mayoría de los sectores más importantes del justicialismo acompañan el proceso, al que no participe se le va a hacer cuesta arriba competir". El funcionario pretendió aclarar que la búsqueda de consenso servirá para "que se tenga en claro que el adversario a vencer no está dentro del frente sino afuera", en alusión a las elecciones generales de octubre.
De todos modos, para Félix González los chispazos que aparecieron especialmente desde el sector que lideran Ciurca y Abraham tras la interna reciente forman parte del "posicionamiento lógico que uno intenta para lograr los objetivos que se plantea.
Por eso insisto con que tenemos la aspiración de llegar, y creemos que será viable, con un alto nivel de consenso.
"Siempre nos pidieron que nos separáramos de la presidenta, pero Paco, con diálogo, logró que se cayera la promoción industrial. No se es más federal por oponerse a la Presidenta, sino que lo que se debe buscar es que los mendocinos tengan una mejor calidad de vida", reflexionó González.
El sol saldrá, de todos modos... Los que no están en la primera línea de batalla aseguran que la solución a las actuales diferencias pasa por una lista consensuada que encabece Alejandro Abraham, secundado por una dirigente sureña afín a los hermanos Félix para cumplir con el cupo femenino y en tercer lugar por el kirchnerista Ejarque.
Abraham ganó tranquilidad en una conversación que habría mantenido con Pérez luego de las reuniones con los funcionarios nacionales que estuvieron en la provincia. Allí el Gobernador le habría asegurado al presidente partidario e intendente de Guaymallén que su lugar al frente de las candidaturas nadie se lo objetaría.
Omar Félix, que aspiraba hasta ahora a buscar la reelección como diputado nacional, podría dar un paso al costado a cambio de una recompensa política fuerte: un cargo nacional o provincial. Podría ser ésta la jugada que definiera en los próximos días si en las primarias abiertas de agosto compite más de una lista en el espacio del oficialismo.
El camino a las primarias. En el Gobierno son muy optimistas y están apostando al acuerdo, pero para ello será necesario que desde los despachos oficiales se garantice la convivencia con el partido. Los "caciques" juran mantener lealtad a la gestión de Pérez y respeto al pedido presidencial de que en la lista de candidatos nacionales estén representados todos los sectores que conforman el Frente para la Victoria.
Nadie duda de que quienes lleguen al Congreso se sumarán a la estructura que defiende a capa y espada el modelo cristinista, pero insisten los líderes territoriales en que para enfrentar con éxito aquí en octubre al radicalismo de Cobos tendrán que encarar un debate sólido en los temas que plantee la oposición.
No quieren una sujeción lisa y llana a la campaña del cristinismo. La preocupación es porque las primarias de agosto pueden marcar una tendencia que resulte irreversible en octubre.