Aceptemos que Netflix es como un mar de contenidos; a veces geniales, pero la mayoría de las veces chatarra. Es como jugar a la ruleta rusa, en la que lo que mal invertimos, o terminamos perdiendo, es nuestro tiempo. Pero hay cosas que merecen verse con atención.
Como la categorìa de los realities shows, un formato que es de los favoritos del público y que en Netflix encontramos a montones. Sin embargo, hay algunos cuyo punto de atracción son los propios conceptos, que van desde temas extraños hasta planteos realmente insólitos. Pero claro, no todo es RuPaul en este apartado. Aunque no lo crean, hay cosas más heterodoxas todavía.
¿Qué pasa si al formato de "Gran Hermano" se le añade mayor aislamiento, mentira y manipulación? Ese es el cóctel de este reality, en el que sus participantes conviven en una casa, sí, pero sin conocerse. Cada uno juega el juego desde su apartamento y desconoce físicamente a sus compañeros-contrincantes.
Esto da la posibilidad de poner en juego más cartas, como el engaño. El reality, visto así, es una simulación en la que todo pasa a hacerse en virtud de tácticas y estrategias.
Quienes defienden este "Gran Hermano 3.0" sostienen que este programa también ayuda a concientizar sobre los peligros que acechan en internet, por lo fácil que es engañar a través de chats y perfiles truchos. Pero, más allá de eso, lo que vemos es un culebrón inolvidable.
En Netflix hay disponible una edición en Estados Unidos y otra en Brasil.
2. Chicas entre rejas
Reality polémico si los hay. Y con razón, porque expone (muchas veces cruelmente) el drama de unas adolescentes en situación de encierro en un centro penitenciario juvenil en Indiana (Estados Unidos). Lo que por momentos pareciera ser "Gran Hermano" escabroso y malvado, se transforma también en puro drama, puesto que asistimos a todas las vivencias de las reclusas (muchas condenadas por delitos menores como hurto).
A las participantes también las vemos intentando no perder la belleza, la esperanza y tratando de hacer una nueva vida. Es un costado realmente triste del show. Y con razón ha recibido críticas, pues monta un espectáculo sobre la vida de adolescentes vulnerables.
En Netflix hay dos temporadas disponibles.
3. La gran batalla floral
Cruzando el charco, llegaríamos a los realities que se producen en el Reino Unido: es decir, un mundo y un estilo totalmente diferentes. "La gran batalla floral" va en sintonía con el catálogo de realities y documentales británicos disponibles en Netflix, que se distinguen por
temas familiares
y una cuota de "
sofisticación británica
".
En materia de jardinería, Netflix tiene mucho para ofrecer (apúntense a Monty Don), pero nada tan
extravagante y extraño
como este show, estrenado hace realmente poco. Aquí diez parejas de floristas, paisajistas y escultores compiten por crear las mejores, más atrevidas y coloridas esculturas de plantas... "La gran batalla floral" es un reality sobrio, entretenido y, por la idiosincrasia de sus personajes, exuda delicadeza y amor por el entorno de uno. Por eso es una perfecta opción de cuarentena.
4. La mitad más sexy
La idea es enfrentar parejas entre sí, presentando sus mejores selfies a "usuarios en línea" para revelar quién de los dos levanta más suspiros y es el más "sexy" de la pareja. Así de cruel como lo leen.
El tema es que la cosa no termina así, porque el o la perdedor/a es tomado por un grupo de estilistas, para que en una segunda vuelta el perdedor pueda tomar la revancha. A veces funciona y a veces no. Y todos nosotros, impávidos, pues la selección de parejas que hizo la producción a veces es bizarro.
Es un reality audaz, llamativo y por momentos cruel, pues abona a la cultura del descarte y a herir los sentimientos de las parejas. Por esa técnica de darle "match" o no a las personas es que algunos ya la llaman "el Tinder de Netflix".
En Netflix hay una temporada con 20 episodios cortos.
5. Nailed it!
¿Te encanta ver memes de tortas infantiles mal hechas? ¿Te reís a carcajadas de los fracasos de los concursantes de "Bake off"? Bueno, esta serie es para vos, porque el propio argumento del show es ese: juntar a un grupo de pasteleros sin experiencia para divertirse en la cocina y hacer auténticos adefesios.
Aún así, uno será el menos desastroso y ganará el oro. En Netflix hay cuatro temporadas.