Abuelas-madres: ¿roles cambiados?

La tendencia marcaría que la situación de cuidado y crianza de los hijos recaería, muchas veces por exceso, en las manos de las abuelos. ¿Cómo tener el pulso para ser equilibrados en este sentido?

Abuelas-madres: ¿roles cambiados?
Abuelas-madres: ¿roles cambiados?

Casos hay muchos y responden a diversas causas y particularidades hogareñas. Lo que está en foco en realidad es el rol que tanto abuelas como madres (sean o no adolescentes) deben cumplir para no caer en excesos ni en defectos, y para que los pros de esta situación, no conozcan de contras.

Sin dudas cuidar a los nietos por parte de las abuelas es un gran acto de amor que las mismas disfrutan a pleno... Pero si hay asimetrías en las funciones puede cambiar el mapa de relación sano, que este tipo de vínculos tiene que tener.

Desde Buenos Aires la licenciada en psicología Beatriz Goldberg, especialista  en familia, pareja y adolescencia (y autora de numerosos libros) reflexiona y responde diversos puntos.

Por otro lado, la mirada profesional de la psicopedagoga Mónica Coronado.


Cada quien en su lugar
El cuidado de los pequeños por parte de las abuelas es algo que se da de manera creciente, porque indefectiblemente tiene que ver con la realidad económica vigente.

“Pagar a alguien de confianza con buenas referencias para dejar al cuidado de los hijos cuando son niños o bebés, no es algo que esté al alcance de todos. Entonces aquí la figura de la abuela aparece para ayudar en este sentido”, apunta Goldberg.

- ¿Qué pros y contras existen cuando ese cuidado es gran parte del tiempo?

- Cuando esta tarea es muy full time, y se tiene a la suegra o madre al cuidado de los pequeños es una tranquilidad enorme porque además esa mamá se entera de todo detalle respecto a sus pequeños y su necesidades.

En este sentido, un cuidador externo o jardines generan a veces desconfianza en los padres, ya que han habido casos de abuso o maltrato. Entonces dejar a los chicos bajo la guarda amorosa de una abuela, es tranquilizador en todo aspecto y un gran pro.

Por el lado de las contras, hay varios puntos para reflexionar y que pueden verse trastocados de un lado y el otro: por un lado que los abuelos deben respetar la filosofía de vida de los padres en cuanto a arreglos y límites respecto a los niños.

Por el otro, los hijos adultos tienen que tener muy en claro de no caer en el abuso de esos abuelos a la hora del cuidado de los nietos, ya que para la otra persona implica un esfuerzo extra, o dejar actividades que tiene de ocio.

Las abuelas ya criaron hijos con todo lo que implica (higiene, alimentación, límites, obligaciones escolares, etc.) y con los nietos pueden colaborar, pero no suplantar a los padres.

Una cosa es contar con la figura de los abuelos un par de horas para el cuidado de los chicos, o una vez a la semana, y otra muy distinta es dejarlos prácticamente siempre, y para todo tipo de ocasión (no sólo laboral).


- ¿Se trata de casos de inmadurez emocional desde ambos lados, a la hora de pensar en este tipo de contras?
- Hay muchas madres adolescentes que viven la relación con su hijo como si fuera su hermanito, delegando en la abuela todo tipo de tareas, y efectivamente se trata de una inmadurez notoria, que debe guiarse.

En otros casos, hay un etapa normal en donde la hija adulta se pega más a los padres, a la madre más que nada, sobre todo en caso de las que primerizas.

- ¿Cuál sería el equilibrio para que no se sobrepongan roles, y las abuelas puedan sólo colaborar con los hijos, sin ver desdibujada su función?

- Lo ideal, si el nieto está muchas horas al día con la abuela,  es que tanto ella como la mamá de los chicos hablen antes y se sienten pautas en cuanto al rol de cada una.

Es decir si se tiene la idea de que la abuela tiene la obligación de cuidar y cubrir a los chicos en todas las necesidades (alimentación, higiene, escuela, etc.) o se deja en claro que hay tareas y responsabilidades (al igual que los límites) que le corresponden a la madre, y que puede realizarlos a su regreso.

No hace falta que las abuelas le den todo digerido y realizado a sus hijos adultos. Hay que saber equilibrar los roles, y dejar hablado todo para que el enriquecimiento mutuo pueda darse.

"La idea del rol de los abuelos es la de soporte"

Se dan varias situaciones diferentes en este tema. Muchas veces las abuelas ocupan el lugar de la madre por un déficit de la función materna, que no sólo está ligada a una responsabilidad laboral.

El trabajo es sólo un factor, porque la función materna debe ser cumplida siempre por la madre. Esto sucede cuando esa mamá por inmadurez, narcisismo o incapacidad de asumir un compromiso (perfiles adolescentes) con lo hijos no cumple las funciones de su rol, y sí la abuela.

El segundo caso es cuando la mamá en realidad sigue cumpliendo la función materna (es decir es ella quien marca las pautas y límites, al igual que los parámetros de crianza y educación de los chicos) y la abuela lo que hace es cuidar durante un período de tiempo al día al nieto, pero no cumple funciones maternas.

¿Cuál sería la delimitación? Que la abuela entienda quién es la madre, y ésta última interprete el rol de la abuela. Es decir que se clarifiquen las expectativas mutuas, quedando muy en claro la función de cada una, siendo coherentes con respecto a algunas pautas.

Y otro punto a tener en cuenta es que hay abuelas cada vez más jóvenes, con una vida activa y con muchas actividades personales, y en plena etapa de vida de realización personal y progreso.

Hay un nuevo paradigma del tipo de abuela, por el incremento de la calidad de vida y prácticas de autocuidado, que hacen que una mujer adulta de 50 o 60 años disfrute de una etapa de juventud y vitalidad.

Ante esto, este tipo de abuelas no pueden ayudar tanto a sus hijas (algo normal) porque se encuentran en un período muy rico de actividades personales.

Ante este panorama hay que tener en claro que la ayuda de las abuelas se trata de una colaboración pertinente, educada y ubicada respecto a la función materna.

La idea del rol de los abuelos es la de soporte hacia la hija adulta para que sea mejor mamá, no para suplirla, reemplazarla o cumplir su función. La mamá debe ser responsable frente a su hijo, y la satisfacción de necesidades básicas, de índole emocional, amparo y valores le corresponde a ella, a no ser en casos en que por múltiples causas de salud, o patologías psicológicas no pueda hacerse cargo del niño.

Las funciones y responsabilidades pueden ser acompañadas por la abuela, pero no suplidas, ya que además confunden al chico.

Por Mónica Coronado (psicopedagoga)

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