Absenta: hechizos del hada verde

Absenta: hechizos del hada verde
Absenta: hechizos del hada verde

Hazte la fama y échate atrás... imposible en el caso de la absenta, la bebida que era considerada disparadora de musas entre enormes artistas de fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Si Oscar Wilde, Vincent Van Gogh, Manet, Pablo Picasso, Degas, Ernest Hemingway, Fernando Pessoa, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Paul Gauguin, Henri de Toulouse-Lautrec y Alesteir Crowley entre otros, lo consumían, y adoraban, y ya todos conocemos sus brillantes obras, porqué se prohibió al hada verde, como se la llama, en casi todo el mundo.

¿Será por egoísmo de las autoridades sanitarias que no querían que se derrame la imaginación en las masas? ¿Habrán sido los efectos alucinógenos que despertaban la realidad y convertían en malditos a los bebedores?

El absenta es un destilado potente de hasta 90° de alcohol, compuesto por la llamada santa trinidad: ajenjo -Artemisia absinthium-, flores de hinojo y anís verde.

La combinación resultaba explosiva para los espíritus artísticos, es sabido, entonces la ciencia estudió el líquido verde y comprobó que el principio activo del ajenjo que es la tuyona, tiene un efecto psicoactivo, pero también advirtió que la concentración que contiene  es ínfima para desatar delirios o alucinaciones. Sería entonces, la graduación alcohólica la que enloquecía a los genios.

Cierto es que hacia 1905 Jean Lanfray -un suizo que bebió mucho y entre esas copas algunas de Absenta-, mató a su mujer y a sus hijas, poseído por el demonio verde, según datos de la época. Sus crímenes exacerbaron la fobia hacia el brebaje cuyo consumo se prohibió en Suiza, gran parte de Europa y Estados Unidos, por esos días.

En Argentina hacia 1907, por iniciativa de Alfredo Palacios el destilado fue sacado de circulación, reglamentación que duró hasta hace pocos años cuando se desmitificaron los efectos del hada.

Los suizos permiten el consumo desde 2005 y en nuestro país, en 2008 se derogó el veto inscripto en el Código Alimentario Argentino. Lo que queda es el límite el alcohol permitido en el país, que no puede superar el 54%, esto deja afuera a las absentas que suelen tener más graduación.


El despertar del hada 
En los últimos años la absenta, –oscura, de antros y arrabales, ha recobrado su fama, ahora con glam, de manos de la farándula argentina que bien toma las tendencias que se reproducen en las grandes capitales del mundo. La bebida alcohólica de ligero sabor anisado, con un fondo amargo por el ajenjo, se ha popularizado entre las celebrities.

En la actualidad en la República Checa son muchos los bares exclusivos de la bebida, de hecho es uno de los souvenirs preferidos de aquellos lados, en Buenos Aires y en Mendoza también se incluye en la carta de los bartenders, incluso hay licorerías artesanales en Potrerillos y en Maipú que lo elaboran.


Como tomaban los impresionistas
El ritual era parte del encanto, en una pequeña copa se servía la medida, sobre ella una cuchara finamente calada y un terrón de azúcar.

Una jarra de agua helada acompañaba, y el consumidor rebajaba a su gusto  la medida que al diluirse se convertía en una especie de leche. Se le denominaba “louche”, algo turbio, oscuro, de baja reputación.

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