El "Potro" Carlos Abregú, tucumano residente en Salta, fue domado en su intento de conquistar el título Intercontinental welter OMB y avanzar hacia una pelea mundialista porque le ganó el invicto estadounidense Sadam Alí por nocaut técnico en el noveno round.
Al minuto 59 segundos del noveno capítulo de la pelea realizada en el Boardwalk Hall de Atlantic City, en el estado de Nueva Jersey, Alí (66,220 kilos) retuvo su cinturón porque el árbitro Harvey Dock se interpuso entre los pugilistas al interpretar que el nacido en Chicligasta (66,450) seguía sin reponerse de una caída reciente, la que se produjo en ese mismo segmento, aunque fue la segunda que sufrió en la velada.
La primera vez que Abregú cayó sobre el tapiz en este combate ocurrió en el sexto episodio, cuando el imbatido dio muestras de que la velocidad de sus brazos era equivalente a la de sus piernas y el derechazo se pareció a un rayo que estalló en el rostro de quien iba para adelante desprevenido y desprotegido.
En la segunda ocasión en que el habitante de Salta La Linda perdió la estabilidad, cuando quedó arrodillado sobre la lona, se empezó a marcar la tendencia irreversible que iba a tener el epílogo, más allá de que el retador se levantó y siguió peleando por su sueño, hasta que intervino el juez y consideró que lo visto ya era suficiente.
Para Abregú no se trató de una noche buena, ni por el resultado ni por la cronología del desarrollo, porque se lo vio lento y jamás logró ni encerrar ni comprometer al movedizo, inteligente y preciso Alí, quien de contraataque definió el pleito.
Al Potro le faltó disparar sus golpes con mayor frecuencia cuando intentaba arrinconar al estilista de Brooklyn, dado que al avanzar sin tirar, y con la guardia baja, no sólo no complicaba al adversario sino que además quedaba expuesto a las réplicas, esporádicas, economizadas, pero dotadas de puntería.
Lo más destacable en el desafiante fue su decisión de jugarse a partir del séptimo asalto con la intención de revertir la situación, pero la segunda caída fue el prólogo del desenlace precipitado.
Así, Abregú, a quien la lesión en la mano derecha lo perjudicó en la escalada fundamental de su campaña y le hizo perder un tiempo precioso, pasó a tener, a los 30 años, un récord compuesto por 36 victorias, 29 de ellas por nocaut, y sólo dos reveses.
Por su parte, Alí, a los 26 años, continúa ascendiendo en su carrera y totaliza 21 triunfos en igual cantidad de contiendas, con el ingrediente de que en 13 ocasiones se impuso antes del límite.