En el marco de Ciclo de Encuentros que organiza Los Andes, el doctor Abel Albino, conocido por su lucha contra la desnutrición, mantuvo una charla con este diario. En ella dejó claro que desde su perspectiva el cuidado de la salud en los primeros años de vida, tanto desde lo nutricional como desde lo afectivo, es determinante para lograr el desarrollo de la sociedad. Por ello el énfasis que pone en garantizar los recursos indispensables para una vida digna como los servicios, para de esta manera lograr mentes aptas para el aprendizaje.
Albino es presidente de Fundación Conin, dedicada a dar esta batalla en Argentina.
-¿Por qué le pareció positivo imitar el modelo de Conin en Chile? ¿Logró resultados?
-Ojalá hubiera logrado las mejoras que se dieron en Chile. Yo soy testigo ocular del milagro de ese país. Conocí al doctor Fernando Mönckeberg (fundador de Conin Chile), quien evitó que miles de chilenos siguieran cayendo en un cono de sombra y recuperó muchas mentes. Cuando yo llegué a Chile -hace 45 años- el 50% de la población era pobre y 130 cada mil de los chicos moría; la desnutrición era de 63% mientras que el chileno estudiaba dos años. Por aquel entonces sólo 1,8% de la población estudiaba en la universidad; hoy más de la mitad lo hace.
-¿Cuáles le parece que son las variables para lograr mayor desarrollo en el país?
-Todo es educación. Hay que educar también a la mamá para que tenga estos conceptos porque nadie nace sabiendo. Ellos también son hijos y nietos de débiles mentales afectados por la desnutrición. Hay que hacer cloacas, llevar agua corriente, luz eléctrica... Para preservar el cerebro hay que cuidar especialmente los primeros mil días de vida y el embarazo: una mujer embarazada tiene una joya para un país como el nuestro.
-Una mente dañada por la desnutrición, ¿puede recuperarse?
-Salvar una mente desnutrida es como decir qué hacemos con un auto desbarrancado. La estructura esta dañada: hay daños bioquímicos, eléctricos, anatómicos, fisiológicos, funcionales, psicológicos, psiquiátricos... Hay que evitar que se siga dañando tanta gente, porque después es muy poco lo que se puede hacer.
-Hay quienes señalan que en la actualidad el problema ya no es tanto la desnutrición sino la malnutrición. ¿Qué piensa usted al respecto?
-Se habla de malnutrición para no hablar de desnutrición, es para no señalar culpables (algo común en el país). Malnutrición es un cajón de desastre donde se incluyen también la bulimia y la anorexia. El 32% de la población vive en la pobreza y ahí nadie come bien. Entonces cuando una familia vive con muy pocos recursos no compra carne, come farináceas, entonces hay gorditos inflados con miga pero luego no tienen capacidad para estudiar. Hay que darles de comer lo que corresponde. El chico tiene que tener el trago de leche y el beso, porque somos cuerpo y alma y para eso necesita el cariño, el amor, cobijo, contención, educación, además del alimento para el cuerpo. El mejor alimento para el chico en los primeros mil días es la leche: tiene que tener los 200 días de lactancia materna exclusiva y ojalá mame hasta los 2 años, pero a partir de los 6 meses empezar con la alimentación complementaria.
Sincerar la pobreza
-¿Cómo ve la realidad actual en cuanto a las condiciones de la infancia?
-El tema de la pobreza por primera vez se sincera; es el principio de resolución. Primero tiene que tener un diagnóstico para que el tratamiento sea adecuado. Si decimos que tenemos 5% de pobreza y que no hay desnutrición... En buena hora se ha sincerado.
-¿Cuáles cree que son los principales riesgos o problemáticas que pueden afectar a la infancia?
-El principal problema del mundo es el recurso humano dañado por la miseria, la pobreza y la injusticia. América Latina no sale de su atraso crónico porque nuestro intelecto está dañado: hay pobreza interna. Lo más importante que tenemos que hacer es que todos nuestros chicos estudien. Para eso primero hay que tener cerebros y por eso, lo primero que hay que hacer es proteger a la mujer embarazada. Hay que entregar 4 kilos de leche para cada mujer embarazada y que esté amamantando, y un kilo de leche por niño hasta los 2 años; después de los 6 meses incluir otras comidas. Tiene que ser leche en polvo, porque en la pobreza no hay heladeras y si sobra leche mejor, porque en la pobreza no sobra nada. Si esto lo asume el gobierno como una política de Estado, vamos a salir como una flecha.
-Conin firmó un convenio con el gobierno nacional. ¿Cómo siguió eso?
-Traje el modelo chileno hace 25 años y es la primera vez que un Presidente de la República se interesa en esto y la primera vez que se firmó un acuerdo con nosotros. Se van prendiendo luces porque gobernadores de diferentes provincias y municipios también han firmado convenios con Conin. Se van abriendo puertas y se van concretando expectativas que teníamos: el gobierno nacional entregará 730 espacios de primera infancia para instalar unidades Conin. Hoy existen 104 centros en el país pero es muy poco, hacen falta 4 mil.
-¿En qué lo está ayudando el gobierno?
-Entregamos carpetas con operatividad y funcionamiento y el gobierno va aportando lo suyo para sostener los centros. Ahora nos están pidiendo que dupliquemos la cantidad. El hecho de que se sume el gobierno nos parece magnífico, porque vamos a salir el día que trabajemos todos juntos: la madre (la Patria) está enferma y ¿dónde deben estar los hijos?: al lado colaborando.
Acompañar a los chicos
- ¿Qué es lo que más le gusta de su labor profesional?
-El médico es una persona que trata si puede, cura a veces pero acompaña siempre. Lo más precioso de mi profesión es que acompaño a miles de chicos para que tengan una vida mejo. Esa esperanza es fantástica y el cariño de la gente a mí me retribuye como si me hubieran pagado en oro. Lo hago porque quisiera que mi país vuelva a ser el país poderoso que fue. Todos deberíamos hacer el bien que tenemos que hacer y un poco más. Y eso es para mí Conin.
-¿Recuerda alguna anécdota que lo haya marcado?
-Recuerdo una especialmente: estaba una noche viendo una pizarra frente a un diario y me rodeó gente y un poco me asusté. Me preguntaron si me podían saludar. Era toda gente humilde y habían ido a una farmacia a comprar un remedio y venían como diez en una camioneta. Me reconocieron en la calle y me dijeron: “Gracias doctor, usted nos ha dado dignidad”. Y casi me da un infarto porque me emocionó mucho. Ellos eran de El Algarrobal de abajo, donde yo empecé a trabajar. Me dieron un cariño sencillo, humilde pero muy sentido.
Perfil
Abel Albino nació en 1946 en Buenos Aires. En 1972 se graduó de médico en la Universidad de Tucumán. Al año siguiente, viajó a Chile para especializarse en Pediatría en el Hospital Luis Calvo Mackena y allí conoció al doctor Fernando Mönckeberg, a través de quien se contactó por primera vez con la problemática de la desnutrición infantil y su proyecto: Conin.
En 1987 se doctoró en Medicina en la Universidad Nacional de Cuyo, mientras que luego estudió Biología Molecular en la Universidad de Navarra, España.
El 4 de setiembre de 1993 creó en Mendoza la Fundación Conin (Cooperadora de la Nutrición Infantil).
Un ciclo para comunicarse con la gente
Ésta es la primera de una serie entrevistas que se publican en el marco del Ciclo de Encuentros. Se trata de una invitación de Los Andes a generar nuevos canales de comunicación que favorezcan el vínculo entre las audiencias, el medio y personalidades locales destacadas, atentos a las nuevas prácticas de los usuarios con el objetivo de informarse y participar.
El primer tema propuesto fue Salud, por lo que se realizó una entrevista grupal a cuatro referentes en la temática el pasado 14 de agosto, la cual pudo seguirse por Facebook Live. Los doctores Abel Albino (de Conin), Pablo Omelanczuk (especialista en cirugía bariátrica), Oscar Sagás (subsecretario de Salud) y el oftalmólogo Roger Zaldívar (de la clínica y fundación Zaldívar) compartieron una charla amena con Luis García, Gerente General de Los Andes, y Raúl Flamarique, presidente del Directorio.
Los detalles pudieron seguirse por las redes mientras que ahora se ofrece una serie de entrevistas individuales a cada uno de ellos, las que se publicarán cada domingo.
Además, cada mes se propondrá una nueva temática: Educación (en setiembre), Economía, Vinos y Turismo.