El rey Juan Carlos I de España, de 76 años, anunció este lunes su decisión de abdicar en su hijo Felipe, de 46 años, aludiendo a un deseo "de renovación, de superación, de corregir errores", en una breve declaración televisada.
"He decidido poner fin a mi reinado y abdicar la corona de España", afirmó el monarca, que pese a la gran popularidad de que disfrutó durante la mayor parte de su reinado, vio caer su imagen en los últimos años envuelta en la crisis económica y los escándalos.
"Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad", aseguró, con semblante serio, en un sobrio discurso desde el Palacio de la Zarzuela en Madrid.
"Todo ello ha despertado en nosotros un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor", agregó.
"En la forja de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista", afirmó, asegurando que "hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandado".
"Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad que es seña de identidad de la institución monárquica", agregó el monarca quien, pese a haber tenido que someterse a numerosas intervenciones quirúrgicas en los últimos años, había dicho hasta muy recientemente que no abdicaría.