No dejó ni las migas. Desde que puso su Renault Clio en pista fue demoledor. Dominador de los primeros ensayos, autor de la pole y de la batería más rápida, que posibilitó que largara desde el mejor cajón de la grilla de partida de la final, Hanna Abdallah dejó demostrado que quiere batallar por el “1” de Clase 2 hasta las últimas consecuencias.
Cerca de su San Luis natal, el integrante del GR Competición dio cátedra en San Martín. De entrada marcó diferencias y ni siquiera el ingreso del auto de seguridad, por el despiste (con violento vuelco incluido de Pablo Ortega tras engancharse con Juan Martín Eluchans), inquietó al dueño de la novena cita.
Sabiendo que la segunda posición era buen negocio en función del torneo que lo tiene como líder, Lucas Mohamed marchó tranquilo en la segunda plaza.
El tucumano sólo estuvo cerca cuando apenas mostró la trompa del VW Gol a Abdallah al reanudarse la carrera en el décimo giro, sin lograr la superación al final de la recta principal.
Detrás de ellos pasó de todo. Lucha constante, toques por doquier y el vuelco de Ortega contra los neumáticos de protección tras negociar la segunda curva -que provocó susto hasta que el piloto descendió del Renault Clio sin consecuencias físicas- pusieron condimento a lo largo de las 16 vueltas.
Emiliano Giacoponi fue tercero, por lo que precisamente los tres del podio son quienes viajarán a Roma para la audiencia con el Papa Francisco del 20 al 25 del corriente mes.
Santibáñez pudo llegar y acarició la zona de puntos
Su objetivo no era otro que ver la cuadriculada. En su retorno a la Clase 2 quería llevar al Renault Clio del Giacone Competición lo más adelante posible. Y, ante su público, Gustavo Santibáñez pudo cumplir la misión.
Quedó con gusto a poco porque “por un error perdí muchos puestos. La goma se gasta y, si te salís de la huella, lo pagas caro como me pasó”. El Pelado llegó a ubicarse 18°, pero a poco del cierre cayó al 21° puesto.
“Quería avanzar otros puestos y no pude, pero lo bueno es que terminé”, dijo Santibáñez.
